Desde Uruguay
01 febrero 2014
Le robaron la victoria a Xiomara
Castro
Mayúsculo fraude electoral en Honduras
Niko Schvarz
A esta altura se puede afirmar sin la más mínima duda que en las
elecciones generales realizadas en Honduras el pasado domingo 24 de noviembre
se consumó un gigantesco fraude, que favoreció al partido de gobierno (Partido
Nacional), sucesor de los golpistas que el 28 de junio de 2009 derrocaron el
gobierno constitucional de Manuel Zelaya y luego instalaron en el gobierno a
Porfirio Lobo. Mediante falsificaciones e irregularidades múltiples, que han
quedado documentadas, se despojó de la victoria a Xiomara Castro, candidata
presidencial del Partido Libertad y Refundación (LIBRE). El gobierno se
apresuró a declarar vencedor, cuando aún faltaba contabilizar un porcentaje
apreciable de las actas, a Juan Orlando Hernández, candidato del oficialista Partido
Nacional. El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros,
también dirigente y ex diputado del Partido Nacional, exhibió una parcialidad
escandalosa a favor del candidato de su partido a lo largo de todo el proceso.
El gobierno de Estados Unidos, que estuvo metido hasta el pescuezo en el golpe
contra Zelaya, fue el primero en reconocer al nuevo gobernante espurio.
Los resultados anunciados por el TSE fueron impugnados formalmente en un
gran acto público por el partido LIBRE, y también por el Partido Liberal, que
entró tercero, y por el Partido AntiCorrupción, que entró cuarto. Además, hay
evidencias de que se le birlaron votos a otros 4 partidos menores que se
presentaron a la elección.
Asimismo, todas las delegaciones de observadores internacionales que
concurrieron a presenciar el acto electoral constataron fraudes, sin excepción.
Así aconteció con la delegación de 11 miembros de la Federación Internacional
de Derechos Humanos (FIDH), en cuyo nombre el prestigioso ex juez español
Baltasar Garzón (el mismo que hizo arrestar a Pinochet en Londres en 1998)
declaró que en “el proceso electoral en Honduras hubo fraude electoral por
distintos mecanismos y vías”. Explicitó que “hubo compra de credenciales,
compra de voluntades a la hora de votar y otro tipos de fraude que figuran en
el informe que presentamos”, agregando que “el financiamiento de las campañas
políticas en Honduras es de un oscurantismo total, sin límites, y eso es muy
peligroso”. Su conclusión es que, a pesar de todas las impugnaciones
registradas, “la decisión del Tribunal Electoral fue mantener el resultado de
todas formas, pero están las impugnaciones en marcha, se están comprobando
falsificaciones de actas y eso tendrá que ser estudiado en los tribunales”. Del
mismo modo, el grupo observador de la propia Organización de Estados Americanos
(OEA) coincidió en señalar que se registró manipulación de actas y venta de
credenciales electorales.
En la noche del viernes 29 de noviembre la abogada Dixi Moncada,
representante de LIBRE ante el Consejo Consultivo del TSE, dio lectura en un
acto público al documento de impugnación elevado al Tribunal, que pudimos
seguir a través de Telesur. El documento es de extrema precisión, elaborado con
cifras y hechos probados. Consigna que los resultados proporcionados por el TSE
no coinciden con los conteos reales llevados a cabo por el comando de campaña
de LIBRE. Señala que “el TSE no trasmitió a los partidos 14.993 actas, de las
cuales al menos 2.805 contenían un respaldo mayoritario a la candidata por el
Partido LIBRE Xiomara Castro.”. Agrega que 883.140 electores especialmente en
los departamentos de Cortés, Santa Bárbara y Morazán tuvieron problemas para
sufragar, siendo en ellos mayoritaria la candidatura de Xiomara Castro. Dice también que hubo manipulación de actas y
venta de credenciales electorales, lo que coincide con lo señalado por el juez
Garzón y por el grupo observador de la OEA. De esta manera, mediante la
alteración de las actas se atribuyeron votos de más al Partido Nacional y votos
de menos al PAC y al Partido Liberal, así como a LIBRE. Un número considerable
de actas fueron sustraídas al mecanismo normal de verificación y se enviaron a
una circunscripción especial, no sometida a control. A este respecto, un
avezado analista internacional presente en el acto electoral, Katu Arkonada,
consigna que hay por lo menos un 20% de las actas de las mesas receptoras de
sufragios, en regiones donde el partido LIBRE cuanta con gran respaldo popular,
que fueron arbitrariamente sometidas a una auditoría especial y no computadas.
También hubo irregularidades manifiestas en el sistema de trasmisión de
los datos, al punto de que la misión de la OEA señaló la vulnerabilidad y no
transparencia del sistema.
Otro aspecto refiere al censo electoral. En él figuraban muchos emigrados
y muertos. También se registró la cara opuesta: ciudadanos que figuraban como
muertos y a los que no se les permitió votar, a pesar de sus esfuerzos. Una
prueba documental que se exhibió en el acto y se trasmitió por TV es la
siguiente: aparecen actas en las que los partidos menores aparecen todos con O
votos, siendo que en todas las mesas debía haber obligatoriamente delegados de
todos los partidos. Se presume quelas credenciales correspondientes fueron a
parar a manos de integrantes del P. Nacional.
En conclusión, la delegada reclamó
en nombre de LIBRE la revisión y
verificación de las actas del 100% de las 16.135 mesas receptoras, “lo cual
debe hacerse con los representantes de esta organización política y revisar
cada acta, de conformidad con la ley”; y una auditoría de todo el sistema de
trasmisión de datos, dado su notoria vulnerabilidad.
Sobre estos aspectos insistió Xiomara Castro, que habló cuando ya eran las
primeras horas del sábado en nuestro país. Expresó categóricamente que existen
“innumerables pruebas de que nos están robando la presidencia de la República”
y que “mientras no se nos permita revisar la totalidad de las actas no vamos a
aceptar los resultados ni a reconocer al gobierno surgido del fraude”. Dijo que
se convirtió el sistema electoral en una farsa, mediante un fraude de
proporciones incalculables y la falsificación de documentos públicos, de las
actas de votación, en suma del resultado electoral.
Su reclamo categórico fue el de la revisión de la totalidad de las actas
electorales y de todo el sistema de trasmisión de los datos, para evitar que se
imponga por la fuerza un régimen surgido del fraude. Llamó a defender en las
calles en forma pacífica la voluntad del pueblo expresada en las urnas. “La
lucha apenas ha comenzado y no cejará hasta ver a Honduras libre”, exclamó,
instando a manifestarse a través de los 20 mil colectivos organizados por el
partido en todo el país. “Los que matan de hambre al pueblo no van a matar
nuestras esperanzas”, señaló antes de concluir con el lema: “¡El pueblo unido,
jamás será vencido!”.
También participó en dichos actos el ex presidente Manuel Zelaya,
coordinador nacional de LIBRE, señalando que los datos que dieron a Juan
Orlando Hernández como ganador distan de los cómputos que tiene sucomando de
campaña y, en particular, que “el TSE descartó el 19% de las actas electorales,
una cantidad suficiente que podría marcar una tendencia distinta a la que ha
sido informada al pueblo hondureño”.
Por su parte, el Partido Liberal anunció a través del secretario de su
Consejo Central Ejecutivo, Benjamín Bográn, que denunciará ante el TSE más de
dos mil inconsistencias durante las elecciones generales, y que las
irregularidades encontradas durante el proceso de escrutinio perjudicaron a sus
candidatos. Dijo que defenderá a cada uno de los diputados y los alcaldes
electos por la ciudadanía.
Asimismo, el Partido AntiCorrupción (PAC), desconoció los resultados
anunciados por el TSE y su candidato presidencial, Salvador Nasralla, aseguró
que el sistema informático del TSE fue vulnerado para introducir actas de votación falsas,
mientras una alta cifra de otras actas tienen los datos adulterados. Dijo
también que encontraron boletas tiradas
en el suelo en centros de votación.
Si a esto se suma la protesta de los cuatro partidos menores porque ni
siquiera se computaron los votos de sus delegados en las mesas de votación, se
extrae la conclusión de que todo el sistema político considera ilegítimo el
resultado electoral proclamado por el TSE, salvo el beneficiario de esas
maniobras tramposas.
A todo esto hay que agregar la movilización de sectores sociales, como los
estudiantes, que han protagonizado acciones multitudinarias a lo largo de la
semana reclamando la revisión de todo el proceso electoral, las que fueron
reprimidas con gases lacrimógenos y varias detenciones. Además, ayer se
realizaba el gran acto público de LIBRE para refrendar su pronunciamiento e
iniciar el despliegue de su campaña de movilización.
Si este es el panorama interno de Honduras, tampoco difiere el de los
observadores internacionales que en crecido número se hicieron presentes en
Honduras en el acto electoral. Ninguno aprobó el pronunciamiento del Tribunal
Supremo Electoral. Ya nos hemos referido a la misión de la Federación
Internacional de DDHH (FIDH) e incluso de la OEA.
Sobre la primera cabe agregar que señaló en su informe irregularidades múltiples, tras haber
inspeccionado un centenar de mesas y de hablar con autoridades y sectores de la
sociedad civil. Indica en su informe que a muchos ciudadanos que se presentaron
a votar se les privó de ejercer el derecho al sufragio declarándolos muertos.
Incluso respecto a aquellos que se presentaron ante el TSE para demostrar que
estaban vivos, la Comisión constató que no se les reintegró su condición de
votantes. En otros casos, se trasladó al votante a mesas muy distantes del
lugar donde ejerce habitualmente el voto. La misión denunció la entrega por
integrantes del Partido Nacional de tarjetas de descuento en comercios y servicios como telefonía
celular, servicios médicos, farmacia y restaurante, a cambio de su voto por
dicho partido. De esta denuncia se tiene evidencia en videos, fotos y testimonios
que se instalaron carpas y puestos para ofertar estas tarjetas y otros objetos
en lugares próximos a centros electorales, como las escuelas Cerro Grande y
José María Casco.
Otras delegaciones internacionales se pronunciaron en términos similares.
La observadora Olivia Almondon, de El Salvador, declaró que “somos testigos del
fraude”. Desde la misión de República Dominicana se calificó el acto de
“matadero electoral”, se constataron “graves anomalías” y se señaló que no se
contaba con los recursos técnicos necesarios para la trasmisión de datos.
Asimismo, en todo el proceso previo a la elección, y en la elección misma,
LIBRE denunció la compra de votos por el candidato oficial mediante tarjetas de
beneficio, ofertas de empleo,
utilización de programas sociales como el Bono 10 Mil y otros. Además, la
excesiva militarización (a cargo del ejército y de la policía militar) el día
mismo de la elección, incluso dentro de los locales de votación, obró como un
factor de coacción, sin olvidar que el gobierno de Lobo se jugó entero por su
candidato. A la vez, Reporteros sin Fronteras reclamó “justicia para los
periodistas asesinados o perseguidos en Honduras”, destacando que desde el
golpe de Estado fueron asesinados 27 trabajadores de la prensa.
De esta forma culminaron el día de la elección los innumerables actos de
represión y persecución del movimiento popular y de las fuerzas de izquierda
agrupadas en LIBRE a partir del golpe de Estado del 2009 y durante el gobierno
de Porfirio Lobo (de paso sea dicho, Juan Orlando Hernández funge como
presidente del Congreso y es considerado su mano derecha). El Observatorio de
DDHH y Resistencia de las Mujeres contabilizó numerosos atentados contra las
mujeres, como el asesinato de la
dirigente campesina María Amparo Pineda
en el Departamento de Morazán. El día mismo de la elección fueron bloqueadas
las trasmisiones por antena y por internet de la única radio democrática y de
alto impacto que quedaba en dicho
departamento, Radio Globo.
Estados Unidos, como dijimos, fue el primer país en reconocer al nuevo
gobierno fraudulento, cuando aun no se había completado el escrutinio. Su
embajadora, en los días previos, visitó al titular del TSE. Cabe recordar que,
en el golpe de Estado que derribó y secuestró a Zelaya, lo llevaron a la base
militar yanki de Palmerola (Soto Cano) como paso previo a su destierro a Costa
Rica. Esta es una de las grandes bases militares yanquis en la región. El
territorio de Honduras desde el siglo pasado fue utilizado para las aventuras
intervencionistas del imperio, en particular en la década de los 80 como
retaguardia y base de apoyo logístico a la agresión contra la revolución
sandinista por parte de la “contra” nicaragüense. Allí entró en acción el
siniestro John Negroponte, nombrado embajador en Tegucigalpa por Ronald Reagan
y contando con la colaboración de otro notorio terrorista internacional como
Otto Reich. Ahora, después de haberse sacado de encima al gobierno democrático
y progresista de Manuel Zelaya, Estados Unidos –que participó en la génesis y
en la ejecución del golpe de Estado- quiere asegurarse esa base de operaciones
en Centroamérica. Ese es el contexto internacional de la lucha por la
democratización de Honduras que, como dijo Xiomara, no ha hecho más que
empezar. Pero que cuenta a su favor con la fuerza y el indiscutible arraigo
popular de LIBRE, que no se podrá borrar de la escena.
nikomar@adinet.com.uy
Publicación Barómetro
05-12-13
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