Desde Venezuela
11/Enero/2015
Puerto Rico, Un Caso De
Colonialismo En Un Mundo Global
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein
Hace casi 12 años se publicó en México la primera edición de mi libro
Puerto Rico, un caso de colonialismo en un mundo global” en la que hacía un
análisis del status político de ese país hermano en la búsqueda de un camino
que permita destrabar tal situación. A pesar que el mundo y la región han
sufrido ostensibles y trascendentales transformaciones, las cuales signan una
realidad profundamente distinta a la de
los prolegómenos del siglo XXI cuando esa investigación se dio a conocer a la
luz pública, ha pasado más de una década sin ningún tipo de modificaciones y
Puerto Rico sigue manteniendo un status de “Estado Libre Asociado” que es
ilegal en el marco del Derecho Internacional.
Aunque el entorno ha cambiado en términos políticos, Puerto Rico sigue
detenido en el tiempo. El año 2014 que está concluyendo, ha significado la
profundización de una crisis económica que algunos se atreven a darle carácter
estructural. Se fundamenta en el orden económico, político y social del país,
toda vez que el mismo no posee un modelo económico propio, además que no tiene
posibilidades de buscar soluciones a partir de decisiones soberanas y, ni
siquiera puede establecer una política monetaria propia.
Se afirma que la crisis tiene su origen en las dificultades del sistema
económico global, pero ello esconde el escandaloso colapso que produjo el cese
de vigencia de la Sección 936 del Código de Rentas Internas Federal, que le
daba atractivos a la inversión en la isla, lo que lo convertía en el principal
motor económico del país. Ante esto, el gobierno no tuvo capacidad para
reaccionar a tiempo, buscar alternativas y sustituir la 936 por otro
instrumento que diera viabilidad a la economía. El año 2014 comenzó con una
deuda pública que sobrepasaba los 70 mil millones de dólares, triplicándose
desde el año 2000 cuando alcanzaba los 20,400 millones de dólares. Eso, para un
país de menos de 4 millones de habitantes es una cifra muy elevada. Tal hecho
hizo que desde 2010 la población haya ido mermando, dada la gran cantidad de
ciudadanos que ha emigrado (prioritariamente a Estados Unidos) en busca de
mejores condiciones de vida
La situación creada provocó la bajada de la nota de la deuda por tres
calificadoras de riesgo. Ello no ha conllevado cambios con la alternancia en el
poder de los partidos Nacional Progresista (PNP), anexionista y Popular
Democrático (PPD), autonomista. Cada uno de ellos denunció a su antecesor por
el déficit presupuestario que ha heredado, sin tomar medidas reales para su
eliminación, o al menos para su reducción, lo cual impidió que el país pudiera
recurrir al mercado de bonos. Desde el punto de vista social, este escenario
significó el despido masivo de empleados públicos, combinados con estímulos
para la jubilación y la renuncia de los funcionarios, lo que llevó al aparato
gubernamental a una reducción de una cifra cercana a las 30 mil personas
Sin embargo, a pesar que en términos de definición del status, no se han
producido relevantes reformas, la
movilización y lucha del pueblo boricua, ha logrado avanzar en los últimos años
logrando el éxito a su favor en importantes demandas ancestrales. Así, el contrato de
arrendamiento de la isla de Vieques por parte de la Fuerzas Armadas de Estados Unidos no se
renovó y el 1° de mayo de 2003 el presidente George W. Bush decidió la salida
de la Marina de Guerra de la pequeña isla. Desde 1940 Estados Unidos ocupó las
tres cuartas partes de la isla para instalar cuarteles de comandos del
Ejército, la Marina y las Fuerzas de Operaciones Especiales a fin de
utilizarlas para el diseño de acciones
bélicas en América Latina y el Caribe. Los daños a la población civil de la
isla fueron denunciados durante décadas y en 1993 se constituyó el “Comité Por
el Rescate y Desarrollo de Vieques”, movimiento de resistencia que se encargó
de denunciar los resultados de la ocupación.
Así mismo, como consecuencia de la salida de la Armada de Estados Unidos
de Vieques, en enero de 2004, el alto mando estadounidense decidió reubicar las
Fuerzas Navales del Comando Sur, en la Estación Naval de Mayport, Florida
retirándola de la Estación Naval Roosevelt Roads en Puerto Rico, lo cual
condujo al cierre de esta base el 31 de
marzo de 2004.
En otro plano, la situación de los presos políticos puertorriqueños en
Estados Unidos ha ido cobrando repulsa en la opinión pública de la isla y en la
propia metrópoli. En particular, el caso
de Oscar López Rivera ha conmocionado a
los puertorriqueños. López Rivera fue detenido el 29 de mayo de 1981 y
condenado a 55 años de prisión por conspiración sediciosa. En 1988, como
resultado de una acusación de conspiración y fuga de la prisión, fabricada por
el gobierno estadounidense, le añadieron 15 años más a su sentencia, los cuales
deberá cumplir después de que termine los 55 años de la sentencia previa. A
pesar que en 1999, el Presidente Bill Clinton conmutó las penas de 12 mujeres y
hombres puertorriqueños detenidos por causas políticas, Oscar López Rivera no
fue incluido entre los liberados. Con casi 34 años detenido, López Rivera es el
preso político más antiguo del continente. La demanda por su libertad ha ganado
el consenso de los puertorriqueños.
El 6 de noviembre de 2012 se realizó el más reciente plebiscito para que
los puertorriqueños opinaran sobre el status político de su país. El mismo
estuvo organizado a través de dos preguntas, la primera de las cuales pedía
opinar acerca de la mantención o no del status actual. Sólo el 46% de los
participantes que acudieron a votar y que representaron el 77,71% del padrón
electoral apoyó conservar inalterable el sistema político actual. La segunda
pregunta en la que podían participar todos los electores independientemente de
su respuesta a la primera, consultaba acerca de cuál sería la opción
alternativa al actual Estado Libre Asociado. Por primera vez en la historia, la
anexión con un 61% obtuvo más votos que el status existente. Lo novedoso es que
la Libre Asociación que propongo en mi libro como la vía más realizable en el
camino a la Independencia obtuvo 33%, mucho más que la Independencia que sólo
logró el 6%.
Vale decir que este plebiscito no era vinculante al no contar con
compromiso alguno de las autoridades del Ejecutivo o del Legislativo de la
metrópoli. Un año antes, el 14 de junio de 2011, durante su visita oficial a
Puerto Rico, el presidente estadounidense Barack Obama había afirmado que apoyaría la voluntad de los
puertorriqueños si había una clara mayoría. A pesar de ello, el 11 de diciembre
de 2012 la legislatura de Puerto Rico
aprobó una resolución para “requerirles
al Presidente y al Congreso de los Estados Unidos que actúen de conformidad con
el reclamo del pueblo de Puerto Rico para que se termine de una vez y por todas
con el estatus territorial actual de Puerto Rico y que se inicie el proceso
para admitir a Puerto Rico como Estado de la Unión, según expresado libre y
democráticamente en el plebiscito que se celebró el 6 de noviembre de 2012; y
para otros fines relacionados”.
El primer interesado en desactivar los resultados del plebiscito es el
propio Estados Unidos que no desea incorporar un territorio culturalmente
distinto y con una fuerte identidad a la federación norteamericana. El modelo
imperial diseñado para la nación boricua es el del Estado Libre Asociado y a él
se aferran.
Empero estos resultados y las reticencias de Estados Unidos para dar una
respuesta sobre el tema, América Latina y el Caribe ha decidido tomar cartas en
el asunto. Previo a la realización de la Segunda Cumbre de la Comunidad de
Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) que se realizó en La Habana en
diciembre de 2013, el gobierno de
Venezuela formuló una invitación a representantes del independentismo
puertorriqueño para participar en un foro en Caracas donde se debatiera sobre
el asunto y se visualizara la manera en que Puerto Rico podría participar de
este mecanismo en el que están presentes todos los Estados de la región.
La intervención de personas que Estados Unidos considera ciudadanos
propios en un evento al cual se les invitó para discutir sobre el tema de la
independencia y la participación de la isla en una reunión Cumbre de Jefes de
Estado de la más amplia organización regional, no produjo respuestas
ostensibles desde la metrópoli.
La característica amplia y la diversidad política e ideológica de los
jefes de Estado y gobierno de la CELAC y la permanente apuesta por el consenso
que atenúe las diferencias, no permitió el consentimiento de la proposición del
Presidente Nicolás Maduro a favor de reconocer al movimiento independentista de
Puerto Rico como miembro asociado de la CELAC, sin embargo la Organización
reconoció que el caso de Puerto Rico es parte de su agenda al reafirmar
expresamente en su Declaración Final “…el carácter latinoamericano y caribeño
de Puerto Rico…”. Los Estados miembros de la CELAC al tomar nota de las
resoluciones sobre Puerto Rico adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas,
reiteraron que el mismo es “asunto de
interés de CELAC”. Así mismo pide a la
dirección de la CELAC presentar “propuestas para avanzar” en su compromiso con
el caso político de Puerto Rico.
Venezuela ha apoyado invariablemente la causa de Puerto Rico en todos los
foros e instancias internacionales en los que se discute el tema. Desde sus
orígenes ha tenido una voz señera en el Comité de Descolonización de la ONU
manifestando su compromiso con el pueblo puertorriqueño. Cumple así con el
legado del Libertador Simón Bolívar quien bregó por culminar la Independencia
de América intentando que durante el Congreso Anfictiónico de Panamá, se
tomaran las medidas necesarias para que las naciones participantes concurrieran
a la creación de un ejército que
desalojará el poder español de Cuba y Puerto Rico.
En ese marco, la 11ra. Feria Internacional del Libro de Venezuela que se
celebrará en Caracas en marzo del próximo año, tendrá como país invitado a
Puerto Rico como justo reconocimiento a los intelectuales, escritores y a los
hacedores de la cultura boricuas que han defendido con encono su identidad
latinoamericana y caribeña. Para nosotros, para los latinoamericanos y
caribeños, para los venezolanos, Puerto Rico es parte inalienable de nuestra
región. En esa medida debatir y dar a conocer su situación, se transforma en
deber ineludible del quehacer político, científico y académico de lo mejor de
nuestra gente.
sergioro07@hotmail.com
Publicación Barómetro
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