RECONOCER LA EXELENCIA - XCA

Desde México
01-febrero-2014


Reconocer la excelencia
Xavier Carreto A.

Desde hace 68 años, a partir de 1945, se entregan los Premios Nacionales Ciencias y Artes; se trata de un reconocimiento a las aportaciones de mexicanos distinguidos en lingüística y literatura, en bellas artes; en historia, ciencias sociales y filosofía; en ciencias físico-matemáticas y naturales; en tecnología, innovación y diseño; y en artes y tradiciones populares. El Premio Nacional de Ciencias y Artes surge por una disposición de una Ley del Congreso de la Unión, aprobada a iniciativa de cuatro diputados, destacando los legisladores Benito Coquet y Manuel Moreno Sánchez, el 11 de septiembre de 1944. En la exposición de motivos, se puntualiza que se trata de desarrollar las manifestaciones de cultura superior en el país. 

El 20 de diciembre de 1945, se realiza la primera ceremonia de premiación, en el despacho del presidente Manuel Ávila Camacho, en Palacio Nacional. Entonces es galardonado con  el premio de literatura Don Alfonso Reyes. A partir de entonces las ceremonias de premiación sucesivas tendrán características formales parecidas, entre 1945 y 1959 se llevan a cabo en el despacho presidencial de Palacio Nacional, por lo cual eran poco concurridos. Después, han variado los sitios de premiación, el número de discursos, invitados, el número de ciencias y artes reconocidas, entre otras características de estas ceremonias.

También habría que destacar que se integra una Comisión de Premiación, inicialmente formada con dos representantes de la UNAM, dos de la Academia Nacional de Ciencias, dos del Colegio Nacional. Posteriormente, este cuerpo colegiado se ha venido enriqueciendo con el número y variedad de instituciones, el cual ha cambiado su denominación a Consejo.

Entre los mexicanos distinguidos con este premio están gente muy valiosa como Octavio Paz, José Clemente Orozco, Diego Rivera, Rufino Tamayo, Jaime Torres Bodet, Juan Rulfo, Daniel Cosío Villegas, Mariano Azuela, Carlos Fuentes, Pablo González Casanova, Guillermina Bravo, Leopoldo Zea, Agustín Yáñez, Miguel León Portilla, quien en estos días ha sido también galardonado por la Biblioteca del Congreso Norteamericano con el Premio de Leyenda Viviente. A esta lista de mexicanos notables, se deben añadir los nombres de dos guerrerenses excepcionales: el notable cardiólogo Don Ignacio Chávez Sánchez, quien en 1961 recibió el galardón en ciencias naturales; y el Doctor en Química Guillermo Soberón Acevedo, reconocido en 1980 en Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales.

El Doctor Chávez es oriundo del municipio de Zirándaro, en la región de la Tierra Caliente, el 31 de enero de 1897; se especializa en cardiología en París y se gradúa como doctor en Ciencias Naturales en la UNAM, en 1932, institución de la que fue rector. Ignacio Chávez es la conjunción del ideólogo y humanista, con el científico, el técnico y el hombre de acción. Octavio Paz lo define como un fundador. Entre los múltiples reconocimientos recibidos es haber sido Profesor Emérito de la UNAM, en 1974; Doctor Honoris Causa de 20 universidades, Oxford, Hebrea de Jerusalén, Salamanca; miembro fundador de El Colegio Nacional.

En el caso del Doctor Soberón, se sabe que nació en Iguala, en 1925; hijo del eminente médico sanitarista Galo Soberón y Parra. El doctorado de Soberón es por la Universidad de Madison, Wisconsin, en 1946. De su trayectoria profesional y reconocimientos se pueden enumerar los siguientes: Es pieza clave en la fundación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), Coordinador de Investigación Científica y Rector de la UNAM, creador del Centro Cultural Universitario, coordinador de Servicios de Salud de la Presidencia de la República y Secretario de Salud con el Presidente Miguel de la Madrid.

Estos son los ejemplos que debemos seguir en Guerrero y que tanta falta nos hace contar con más paisanos de esta talla, que nuestra entidad sea reconocida por sus aportaciones culturales y científicas, no por el retraso y la violencia que hoy nos afecta, y nos coloca como una sociedad con un futuro incierto y preocupante.


Por eso cada año, como sucedió este miércoles 11 de diciembre, en que se entregaron los Premios Nacionales de Ciencias y Artes, por el presidente de la República. Además de recordar a Ignacio Chávez y a Guillermo Soberón, los únicos guerrerenses merecedores de este galardón, también debemos empezar a exigir tener una mejor educación pública, incluida la educación superior que es paso obligado para que en Guerrero se forjen gente como Chávez y Soberón.  

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