Desde
Perú
Fecha:
10/Nov./2014
La Oroya en Perú, una de las ciudades más contaminadas
del mundo
La empresa Doe Run 5ta en el ranking de contaminación en el
mundo
Por Sylvia Ubal
En
una de las regiones de mayor riqueza natural y cultural de Suramérica se
encuentra La Oroya, que ha sido catalogada como una de las ciudades más
contaminadas del mundo según informe de la Federación Internacional de Derechos
Humanos quien ratifica que La Oroya quedó quinta en el ránking de las que
tienen el aire más tóxico en todo el planeta. La ciudad de La Oroya (Perú) se
encuentra ubicada a 3.750 metros del nivel del mar en la cuenca alta del río
Mantaro, provincia de Yauli, Departamento de Junín, a 176 km al Este de Lima.
Tiene una población de 33.043 habitantes. Esta Ciudad alberga la central
metalúrgica de Doe Run Perú, filial de la estadounidense Renco que ha sido
multada en diversas ocasiones por incumplimiento de la normativa
medioambiental.
Doe
Run Perú es una compañía que se dedica a la extracción, fabricación y reutilización
de metales. Este Complejo Metalúrgico de la Oroya que emite elevados índices de
plomo, arsénico, cadmio, y dióxido de azufre, procesa aproximadamente 600.000
toneladas métricas de concentrados de los cuales 450.000 son polimetálicos con
contenidos de metales preciosos y 150.000 son concentrados de zinc. Con éstos,
produce 11 metales y 8 subproductos, siendo los principales plomo, zinc, cobre,
plata y oro. La utilización de grandes hornos implica un problema medio
ambiental, con las emanaciones de gases que contienen principalmente óxido de
azufre, entre otros derivados.
La muerte y las enfermedades dañan a
miles de trabajadores y lugareños
Durante
décadas, la población de La Oroya ha estado expuesta a altos niveles de
contaminación del aire debido a las emisiones tóxicas del complejo que incluyen
plomo, cadmio, arsénico y dióxido de azufre. El complejo opera desde 1922. Este
genera el 99, 7% de la emisión de contaminantes al aire. Según informe de la
Federación Internacional de Derechos Humanos los efectos de estos son:
deterioro irreversible del sistema respiratorio; diferentes tipos de cáncer;
daños en el sistema reproductivo, en el desarrollo y en órganos vitales. Los
principales afectados son los niños que presentan en la actualidad niveles elevados
de plomo en la sangre y otros metales pesados (cambios de conducta y en la
actividad cerebral, agotamiento, etc.) y las madres gestantes. Asimismo hay un
hostigamiento a las personas que denuncian la contaminación minera.
En
las zonas de la Sierra, es común que las lagunas y ríos se encuentren
infestados de relaves mineros, ya que normalmente son utilizados como represas
por las empresas mineras cercanas. Un claro ejemplo es el Lago Junín, el cual
se encuentra dentro de la Reserva Nacional de Junín. Este lago, actualmente,
contiene gran cantidad de residuos de metales como hierro, arsénico, cadmio,
mercurio, zinc, plomo, manganeso y cobre, provenientes del Complejo Metalúrgico
de la Oroya, los cuales ocasionan la muerte de la mayoría de la flora y fauna que ahí habitan. No solo ocurre esto por
infección o contacto con los minerales, pues también está el caso de la
oxidación del manganeso y el hierro proveniente del río San Juan. Las
partículas de la oxidación de estos metales, además de darle una tonalidad roja
al agua, recubren la superficie del lago, lo que impide que las algas y plantas
acuáticas realicen la fotosíntesis y finalmente les produce la muerte.
El lago Junín como centro de
contaminación ha afectado la pesca, la flora y la fauna
Además,
los minerales del lago Junín, aunque en menor cantidad, también llegan a los
ríos afluentes, lo cual ha llevado a la prohibición de la pesca en estos
lugares ya que la fauna suele estar infectada. Por otro lado, según las
estadísticas, en el año1978 en la Reserva Nacional de Junín existían 368
especies de plantas y 98 especies de aves, pero en el año 1998 tan solo
quedaban 26 especies de plantas y 36 de aves. En otras palabras, la flora y
fauna se ha reducido en un 80%. La contaminación tan agravada en esta zona no
es nada fácil de remediar pues ya 80 hectáreas alrededor del Lago se encuentran
inutilizadas. Por ello, el diario El Comercio señaló que aunque se dejara de
verter los relaves en la laguna de Junín, tendrían que pasar 500 años para su
rehabilitación. Asimismo, es importante resaltar que el río Mantaro se
considera como uno de los ríos más contaminados del país, sus aguas están
contaminadas desde su nacimiento. Además, en su recorrido el mismo Complejo
Metalúrgico de la Oroya incrementa este grado de contaminación, ya que vierte
cada día en las aguas del río Mantaro 1000 toneladas de bióxido de azufre, 2500
toneladas de plomo, 2500 toneladas de arsénico, 20 toneladas de cadmio y 20
toneladas de material particulado. Por ello, se dice que el río y el valle del
Mantaro están 100% muertos.
El
suelo es un complejo sistema que se ha formado en millones de años y muchas
veces factores negativos influyen en su normal desarrollo, algunos de los
cuales son provocados por la actividad humana, como la minería. Por ejemplo,
una de las consecuencias negativas que ésta trae al subsuelo es la eliminación
excesiva de nutrientes al momento de realizarse las excavaciones para elaborar
los túneles que conducen los relaves mineros. Otra de las consecuencias ocurre
cuando la empresa no toma las medidas de precaución necesarias para evitar este
tipo de contaminación que ocasiona la infertilidad de la tierra, que es de un
nivel sumamente alto, lo que a su vez trae consigo pobreza en localidades como
Yauri, ya que la principal fuente de recursos para los pobladores de Junín es
la agricultura. Por otro lado, en algunos sectores aún las tierras no son
totalmente infértiles, sin embargo, estos sembradíos crecen con notable
deficiencia y, como es de suponerse, éstos se encuentran contaminados debido a
los desechos tóxicos que absorben de la tierra. El consumo de estos
sembradíos ha producido enfermedades
letales como el cáncer, tanto para la población de estos sectores, como para
aquellas zonas donde han sido distribuidos.
Extinción de la rana gigante que habita
en las lagunas de la cuidad de Junín
En
el año 1996, el primer Centro Experimental de Ranas en Latinoamérica se inició
un proyecto, que tenía como objetivo evitar la extinción de la rana gigante,
batracio que habita en las lagunas de la cuidad de Junín. El resultado de este
esfuerzo fue la reproducción de 10 000 ejemplares en cautiverio, sin embargo,
casi todas han muerto o han disminuido de tamaño como consecuencia de la
contaminación causada por los relaves mineros, lo que las lleva a estar
nuevamente en extinción. Este es uno de los ejemplos de las irremediables
consecuencias que trae esta contaminación a gran escala; no obstante, existen
muchos más casos.
Por
lo expuesto en este texto, se puede notar que la contaminación de Junín por
relaves mineros no solo afecta la fauna y flora acuática por motivo de la
contaminación de lagos y ríos, como es el caso del lago Junín y el río Mantaro,
sino que también afecta gravemente al subsuelo, lo cual ocasiona infertilidad de
la tierra y además provoca efectos negativos en la salud de la población de
esta zona. Es por ello que se debe tomar conciencia y prestar especial cuidado
al medio ambiente, para de ese modo evitar daños irremediables.
sylviaubal@gmail.com
Publicación Barómetro 16-10-14
Los contenidos de los análisis publicados por
Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores. Gracias.
internacional.barometro@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario