Desde AgenPress
Fecha: 20/Abril/2016
La Llegada A Cuba De
Obama Sin Restricciones
Por Rafael Ángel Ugalde
Cuando el avión de la Fuerza Aérea norteamericana, aterrice el próximo
21 de marzo en Cuba con el presidente Barack Obama a bordo, el periplo iniciado
por el jefe de la Casa Blanca revelará qué tan sincero es el acercamiento de
Washington con La Habana.
Para mi viejo colega Jorge, quien actualmente vive en Washington y desde
que cursaba la carrera de periodismo en la Universidad de Costa Rica soñaba con
ser gringo, las posibilidades de una normalización de relaciones entre Goliat y
David son reales y marchan viento en popa.
Arguye elementos que de entrada parecen irrebatibles. Obama quitó en
2009 a los cubanos restricciones a las remesas, a visados, al intercambio de
paquetes y ayuda tenuemente con cierto grado de integración familiar, deportiva
y cultural.
Obama ciertamente dejo atrás la noche aquella de tragos de George Bush,
cuando tuvo la “revelación divina” de meter a Cuba entre los países promotores
del terrorismo, el narcotráfico y, por ende, parte del “eje del mal”, junto a
una lista de naciones que si no fue más extensa, fue solo porque ya a esas
horas de la madrugada no se sostenía en pie.
Sin embargo, sí ponemos en contexto las palabras recientes del
Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, “de que la política de los
Estados Unidos hacia Cuba se transformó en un obstáculo para sus relaciones con
América Latina”, las “ buenas intenciones” de Obama empiezan a tambalearse.
No había conferencia hemisférica o encuentro latinoamericano con
Washington en que no surgieran reclamos, sobre todo en los últimos 15 años, por
la anquilosada y terrorífica diplomacia estadounidense con respecto a La
Habana.
Fue década y media perdiendo influencia en la región, cuya reconquista
busca la Casa Blanca después que la partida de ajedrez no sale tan perfecta
invadiendo Siria, intentando borrar políticamente a Irán y las fuertes patadas
en el trasero sufridas por esta y otras administraciones en Iraq, Libia, etc.
Cuba ofrece una plataforma para lanzarse a la reconquista de América
Latina, donde al parecer las armas callarán, quién sabe por cuánto tiempo en
Colombia; mientras la llamada “izquierda” latinoamericana está sumida en una
crisis de sus paradigmas y sin encontrar modelos que empoderen a sus pueblos,
transparenten las actuaciones de sus revolucionarios y fiscalice objetivamente
la eficiencia productiva .
Si el objetivo no fuera la subversión en Cuba desde adentro, Obama ya
hace tiempo hubiera cicatrizado la herida que significa la base de Guantánamo,
terminado el bloqueo a todas luces inmoral e iniciado el dialogo para
indemnizar a la Revolución con unos $ 96 mil millones por daños y perjuicios
ocasionados en 50 años de sabotaje continuo.
Las “buenas intenciones” de Obama para Cuba, por el contrario, de
acuerdo con lo que se informa y desinforma diariamente, incluyen un
endurecimiento de las ya existentes restricciones financieras, así como más
sanciones a la banca internacional que se atreva a negociar directamente con
los aparatos oficiales de Cuba. Ya restringió además unilateralmente el
limitado comercio que habían acordado hace poco ambos países.
Decisiones todas unilaterales que van por la línea del empoderamiento de
ONGs que brotarán en Cuba como abejones en mayo, así como sectores internos que
Washington utilizaría en el “cambio de régimen” en Cuba, cuyo fin último
promueven hoy a Demócratas y Republicanos desesperados por la Casa Blanca.
Por eso le comentaba a mi amigo que Obama debe ser prudente en este
primer periplo a Cuba si no quiere sufrir más de la cuenta. Antes del viaje, le
dije a Jorge, cerciórate de que tu líder te regale la foto familiar más
reciente, porque el Skype está del carajo por otra causa que no sea el bloqueo,
el euro suplió con más fuerza al dólar desde que Bush en su borrachera
desarrolló un olfato capaz de saber cuáldólar huele a cocaína y cuál está
indultado por la mafia de Chicago y las tarjetas de crédito, para colmo, el
mismo Obama las restringió.
rafaelangelu@yahoo.com
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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