GOBERNANTES DESACREDITADOS; PIFIAS OFICIALES - RHP


DESDE MÉXICO
28 NOVIEMBRE 2012


Gobernantes Desacreditados; Pifias Oficiales
Rodrigo Huerta Pegueros

La credibilidad es uno de los valores mas reconocidos por la ciudadanía en hombres y mujeres que desempeñan una función pública en cualquiera de los tres niveles de gobierno. Ser reconocidos por esta que se podría decir es una virtud que muy pocas personas ostentan, es llevar la delantera a los políticos o administradores que diariamente nos brindan una serie de señalamientos, declaraciones o acciones contradictorias y muy apartadas de la realidad. Solo basta abrir cualquier portal en internet, escuchar la radio, ver los informativos en la televisión o leer declaraciones en la prensa escrita para darnos cuenta de la ausencia de ética política o de una auténtica praxis deontológica tanto de viejos como nuevos políticos.

La mayoría de las veces, los que se dicen profesionales de la política no lo son tanto o merecen ser reconvenidos en esta categoría ya que más de las veces rayan en el cinismo o la desfachatez para no decir que en la desvergüenza y creen que todo lo que digan los ciudadanos le van a creer y los periodistas, particularmente cuando hacen las veces de intermediarios entre este y la sociedad, le cree su versión. Nada más incorrecto que esto. Y me explico con unos cuantos ejemplos:

Hace unos días el secretario de gobernación federal, Alejandro Poiré declaró sin rubor alguno que en el puerto de Acapulco y en el resto del estado de Guerrero, la violencia había sufrido una sensible disminución, cuando tenía en sus manos un informe ya publicado de que por segundo mes consecutivo Guerrero ocupaba el nada agradable primer lugar nacional en ejecuciones y cuando en Acapulco los muertos diariamente se cuentan entre tres y diez ejecutados, sin tomar en cuenta lo que sucede en el resto de los otros 80 municipios.

Si esto no es mentira, entonces no sabemos que es. Usted juzgue y califique. Otra perla de esas que no se pueden dejar pasar es la que protagonizó el defenestrado y renunciado, a la vez que señalado como culpable de los asesinatos de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa el pasado 12 de Diciembre del 2011, Ramón Almonte Borja, quien al ser cuestionado sobre s el juicio político que se le debe abrir en el Congreso del Estado por dichos sucesos, respondió que ‘’no sabía que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos había solicitado al Congreso de Guerrero que se le abriera juicio político’’.

¿Desfachatez o valemadrismo? Sí, eso podría ser, ya que cuando fue interrogado por los reporteros Almonte Borja estaba por ingresar al Congreso del estado y dijo que su presencia se debía a que iba a visitar ‘’a una señorita’’. Esperemos que no haya calificado su inteligencia (de la mujer) en función de su belleza, como en una pasada ocasión las calificó.

Por cierto que hay cuestiones que no son nada agradables de dar a conocer, sobre todo cuando se tiene que hablar de personas que han sido víctimas de la violencia como son los casos de los funcionarios del Ayuntamiento de Acapulco del departamento de catastro, a quienes asesinaron por el prurito de negarse a revelar los datos de dicha oficina que son sensibles por la infinidad de información que se tiene sobre personas u organizaciones que tienen bajo su nombre inscritos bienes inmuebles.

En este caso la pifia fue que sin transcurrir horas de los hechos, tanto la Procuraduría del estado como funcionarios del primer nivel del gobierno municipal desecharon cualquier nexo de los crímenes con la delincuencia organizada, declaraciones que fueron mas tarde desmentidas por los propios gobernantes, léase gobernador y alcalde. La pregunta obligada es ¿a quién tratan de confundir estos personeros de la procuraduría y del ayuntamiento?

Por si fuera poca la credibilidad de los gobernantes y funcionarios del servicio público en el estado de Guerrero, el secretario de finanzas del gobierno estatal, Jorge Salgado, dejó sin responder una acusación que en forma directa le formuló el asesor de asesores del gobernador Aguirre, Ricardo Castillo Barrientos, en el sentido de que renunciaba a continuar con la coordinación del programa estatal de alfabetización (prioritario para el mandatario y un compromiso ineludible) por la falta de cooperación de dicho funcionario. Jorge Salgado se limitó a decir que no sabía nada al respecto, cuando todo mundo sabe que es una de las personas mas informadas y sobre todo mas asediadas por propios y extraños pues es el quien maneja los cuantiosos y opacos recursos financieros de la entidad.

A quién le podremos creer. Pues podríamos decir que al arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlo, pero quizá hasta el representante de la iglesia católica no las tenga todas con él pues también se ha metido en camisas de once varas y ha tratado de desmentir lo que todos estamos viendo dentro de la función pública estatal o municipal. Los bonos van a la baja y no es nada recomendable para el vicario de Cristo.

Dicen que hay mentiras piadosas y que estas deben ser de alguna forma aceptada por la ciudadanía aunque sean mentiras. Un ejemplo de esto es lo que declaró el general Guillermo Moreno Serrano, comandante de la novena región militar, sobre los acontecimientos ocurridos en la región de la montaña y particularmente en los municipios de Olinalá y posteriormente en el de Cualac  donde los habitantes, ante la ola de violencia y la presencia de personas identificadas con el crimen organizado se habían armado para su defensa, éste respondió afirmativamente y hasta elogió la actitud de quienes habían hecho valer sus armas ante la ausencia de protección de parte del gobierno municipal, estatal o federal. La cuestión es que políticamente podría decirse que el general estuvo correcto con sus observaciones, pero legalmente y dentro de un estado de derecho esto es reprobable e inconcebible, ya que los gobiernos han sido constituidos para ofertar seguridad pública a todos los habitantes del territorio nacional. Por lo tanto esta obligación es irrenunciable ni permite transferencia alguna.

Por ello, la ausencia de seguridad pública en estos territorios es una falta grave del Estado Mexicano (con mayúsculas) y si bien el aliento fue para decir que no se actuará contra quienes sacaron a relucir sus armas para defenderse en vía pública, también debemos reprobar la indefensión en que se encuentran estas comunidades y particularmente algunas jóvenes que han sido ahora expuestas por revelar datos de los criminales que operaban en dicha región. Por lo tanto, en política ni las mentiras piadosas pueden ser aceptadas y esto que le quede claro al propio general Moreno. Gastarse así la credibilidad es poco menos que imperdonable.

No deberíamos sorprendernos de que los gobernantes quieran parecer mas inteligentes que la mayoría de los ciudadanos y por ello quizá su descuido en decir lo que se les ocurre y no lo que es en realidad, como si los ciudadanos no pudieran corroborar al momento lo que pasa en su territorio, sobre todo ahora que las nuevas tecnologías de la información nos dan este plus y que en realidad ha logrado llevar a un mayor nivel de conciencia a la sociedad quien mas y mas se interesa en lo que ocurre con sus gobernantes.

Ante esta nueva realidad los gobernantes y sus colaboradores deberían hacer un alto en el camino y reflexionar sobre sus discursos pues hoy no son válidos muchos de ellos y particularmente los que representan a los partidos políticos u organizaciones sociales, pues están todavía en la creen cia de que todo lo que salen en los medios son cuestiones creíbles cuando esto no ha sido así nunca y mucho menos en estos nuevos tiempos.

Como por ejemplo, no se puede creer que en el PRI no pasa nada y que el berrinche de Héctor Astudillo solo fue eso. O que el caciquito Figueroa haya venido solo por ocurrencia a Acapulco o que el acelere de Añorve es solo su nerviosismo de que pueda perder el control de Acapulco cuando esto no es así ya que este control lo perdió hace mucho tiempo. O cómo se debe interpretar lo dicho por el alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno en el sentido de que los priistas no deben salirse sino quedarse porque van a ganar la próxima gubernatura? ¿Mensajes cifrados para unos cuantos y no para el grueso de la población? ¿Son mentiras sublimes o solo un freno para que no se desgaje mas el tricolor en el estado?

No hay a quien creerle. Son pocos los hombres y las mujeres que podrían dar luz a lo que acontece en el estado y en el país pero no quieren entrarle al juego por lo sucio que está todo. La mentira socorrida en estos tiempos de la transición es que ‘’a partir del primero de Diciembre todo va a cambiar’’. ¿Y usted que tiene la última palabra me podría decir a quién sí y a quien no le cree en este estado o en México? Si tiene respuesta favor de compartirla pues como lo vemos desde aquí, no hay mucha tela de dónde cortar. Seguiremos en esta línea para conocer las pifias diarias de nuestros políticos y de nuestros gobernantes.
Vale.

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