Desde Agencia Indoamericana de Prensa
23/Marzo/2013
El Legado Catastrófico Del
Capitalismo Neoliberal
Eduardo
Andrade Bone
La verdad es
que en la Europa occidental, una vez sufrida y asumida la derrota de la caída
de los llamados países del “socialismo desarrollado”, muchos, y también algunos
izquierdistas revisionistas, pensaron y creyeron que con la implementación del
capitalismo neoliberal iba a llegar el
“paraíso” a los ex países del Pacto de Varsovia.
También
pensaron y se creyeron el cuento de que el mal llamado Estado del Bienestar en
la Unión Europea iba a pasar a una etapa superior en cuanto al mejoramiento de
las condiciones de vida de una parte de los pueblos europeos.
Por razones
laborales quién suscribe esta nota suele tener contacto permanente con personas
que proceden de la ex Yugoslavia, Polonia, Hungría, Rumania, por citar algunos
de los países que formaron parte de la comunidad de los ex países socialistas
desarrollados. Los ciudadanos de estos países que suelen viajar al reencuentro
con sus familias en los meses del verano europeo, y lo lugares que los vio
nacer, hoy solo cuentan noticias catastróficas con respecto al empeoramiento
generalizado de las condiciones vida que
les ha legado el sistema capitalista neoliberal y sus falsas promesas.
Al menos en
estos países los problemas básicos estaban resueltos, como el acceso a la
actividad laboral, la obtención de un salario digno, el derecho a la salud y la
educación enteramente gratis
el derecho a
una vivienda digna donde se pagaba una suma simbólica como arriendo, el desarrollo
integral de las diversas expresiones deportivas, culturales y artísticas,
además el derecho de disfrutar vacaciones dignas en los diversos centros de
veraneo con los cuales contaban los sindicatos y el Estado de estos países. Hoy
todo esto se ha venido desboronando gradualmente para transformar los países en
un negocio más, en donde todo se tiene que pagar y privatizar.
De allí que el
legado catastrófico y criminal del sistema capitalista europeo, ha significado
el empobrecimiento generalizado de la población, el aumento paulatino del
desempleo, el empeoramiento a propósito de los servicios de salud y educación,
con el objeto de que estos posteriormente puedan pasar a manos privadas.
Otro aspecto
que se hace notar en la vieja y maleada Europa, es la perdida de la
tranquilidad y la seguridad de la
ciudadanía, que observa con estupor como se incrementa la criminalidad, la
delincuencia, las actividades económicas delictivas y la corrupción en el
sistema financiero y bancario, en la autodenominada clase política y los altos
directivos de los servicios públicos.
En el caso de
la población de los ex países socialistas europeos, en más de un 60% ahora
añoran
el viejo
sistema ya casi desmantelado en su totalidad. Y en la Europa del bienestar
social, crece la incertidumbre ante una crisis económica premeditada del
sistema capitalista, con el objeto de barrer con todas las conquistas sociales
de la clase trabajadora.
La cifra
oficial de desempleo en la Europa comunitaria, bordea los 30 millones de
parados y en donde los más perjudicados son la juventud y las mujeres
integradas en la actividad laboral. El futuro inmediato para optar a una nueva
plaza laboral es casi inexistente, y los que lo consiguen solo obtienen un
trabajo temporal y mal pagado.
Las exigencias
de las mafias del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, el
Banco Mundial y otras entidades similares, solo saben hablar en el lenguaje de
la implementación del “recorte en el gasto público o social”, con las
concebidas consecuencias que esto trae para el conjunto de la población.
Tanto en los
ex países socialistas como en la Europa del bienestar social, una vez que
comienza la enajenación de las empresas y servicios públicos, las primeras
medidas que toman los capitalistas o nuevos dueños, es la reducción
presupuestaria, el despido de personal y el empeoramiento de los salarios y
condiciones de trabajo.
Lo cierto es
que en la actual situación de crisis económica generalizada que vive el
capitalismo este se ha tornado arcaico,
peligroso, sobrevive con demencia senil y se torna explosivo. Lo que está
configurando además una situación de inestabilidad generalizada en el planeta,
con graves consecuencias sociales, económicas y de seguridad para la mayor
parte de sus habitantes.
Los
capitalistas y sus ciervos, vale decir la clase política a su servicio, exigen
el no pago de impuestos a los más ricos u oligarquías locales, no más impuestos
para las grandes empresas.
Mientras tanto
crece la deuda pública y privada, no hay crecimiento económico en Europa, y
en el caso de los Estados Unidos su
crecimiento es paupérrimo, va y viene, para luego volver a retroceder, por ende
no hay creación de empleo seguro y real.
También
observamos que hay una carencia de inversiones en el sector manufacturero, o
también llamada economía real, generando además una gran incertidumbre en el
desarrollo de la crisis económica del sistema. Además existe una gran
desconfianza de los inversores ante economías que son inestables a corto y
largo plazo.
En otro ámbito
los Bancos Centrales emiten y emiten billetes, sin que esto esté produciendo
una real y efectiva reactivación de la economía capitalista. Ello está
contribuyendo además que la tensión vaya creciendo más y más dentro del propio
sistema, con consecuencias insospechadas para la paz mundial.
En este legado
catastrófico del capitalismo neoliberal, podemos observar además que las
llamadas democracias representativas del sistema, están siendo debilitadas,
menoscabadas por el poder del dinero, por los poderes facticos, los políticos
corruptos y las mafias bancarias. De allí que la participación de los
ciudadanos se encuentra en franco deterioro y la soberanía de los pueblos
menoscabada.
La crisis
social que está produciendo el capitalismo neoliberal se está agudizando, tiene
como resultado, la destrucción de las familias por razones económicas, el
empobrecimiento gradual de los estratos sociales medios, 70% de los hogares
altamente endeudados en créditos de consumo, el aumento de los suicidios también
por razones económicas, el aumento de la criminalidad y la delincuencia, el
aumento del alcoholismo, la drogadicción y diversas formas de prostitución, son
el resultado de toda esta catástrofe capitalista.
El crecimiento
de la brecha entre unos pocos ricos y la gran mayoría de pobres, crece día tras
día, el crecimiento en Europa de la pobreza infantil, de los pensionados es el
pan de cada día, es el legado del capitalismo inhumano y criminal.
Finalmente a
partir de esta crisis económica premeditada, con recesión tras recesión y en
donde los bancos y financieras están ganando a destajo, se viola de forma
sistemática e integral los derechos humanos de los habitantes con menor poder
adquisitivo del planeta.
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