Desde Guerrero, México
12/Diciembre/2014
De Frente Lindo Gatito
Por: Miguel
Ángel Mata Mata
¿Sacarás tú al Leviatán con el anzuelo,
o con cuerda que le eches en su lengua? Pregunta Job en 41:01. ¿Leviatán? ¿Qué es eso? Es el monstruo bíblico de poder descomunal: "Nadie hay tan
osado que lo despierte. De su grandeza, tienen temor los fuertes. No hay sobre
la Tierra quien se le parezca, animal hecho exento de temor. Menosprecia toda
cosa alta; es rey sobre todos los soberbios". Así se lee en la Biblia. Así
se lee en el Talmud.
Leviatán, del latín bíblico Leviathan, y
este del hebreo liwyatan, es un monstruo marino fantástico. Es una cosa de
grandes dimensiones y difícil de controlar. "Este Estado es un
leviatán", escribió Thomas Hobbes, filósofo inglés, en su crítica al
contrato social elaborado por Juan Jacobo Rouseau, y donde están las bases del
Estado, tal y como le conocemos hoy en
día, un Leviatán.
La esencia del contrato social es: para
vivir en sociedad, los seres humanos acuerdan un contrato social implícito que
les otorga ciertos derechos a cambio de abandonar la libertad de la que dispondrían
en estado de naturaleza. Los derechos y deberes de los individuos constituyen
las cláusulas del contrato social, en tanto que el Estado es la entidad creada
para hacer cumplir el contrato.
El que se define por un espacio
territorial. El que tiene el monopolio de la violencia. El que nació ante la
tiranía y el poder absoluto. El que es la República. El que debe atender a los más.
El Estado, descrito por Hobbes como ese monstruo bíblico contra el que nadie
puede oponerse. Porque es el contrato social firmado por todos.
AYOTZINAPA
De la escuela normal rural de Ayotzinapa
han egresado miles de maestros. Algunos famosos: Lucio Cabañas, Genaro Vásquez,
Othon Salazar. Otros no tanto como, por ejemplo, el diputado local Nicanor
Adame del PRD o mi vecino del 202. Muchos otros anónimos que dan clases en
lugares apartados y remotos de las ciudades. Todos orgullosos de pertenecer al
gremio de los maestros rurales.
Esa escuela, al igual que casi dos
decenas más regadas por todo el país, fueron creadas por el Estado Mexicano,
con Vasconcelos a la cabeza, ante la
imperiosa necesidad postrevolucionaria por educar en masa a los mexicanos que
despertaron de más de treinta años de ignorancia y oscuridad a las que fueron condenados
durante el Porfiriato.
Lo que fue necesidad en el México rural
de hace cien años hoy es obsoleto para quienes creen que nuestro país es
urbano, citadino, cosmopolita y educado por completo. No es así. Aun hay
lugares donde la ignorancia hace presa a los pobres de los más pobres. Entre
esos lugares está Guerrero.
Triste paradoja: el Estado que las creó
para abatir la ignorancia hoy pretende desaparecerlas para fundar un nuevo
modelo de educación que atienda la realidad global en la que se halla inmersa
nuestra Nación. El Estado Mexicano cree que ya no hay ignorancia. No es así.
CIFRAS TRÁGICAS
Los sucesos de Iguala son crudos. Se
convirtieron en el escenario de una lucha entre fuerzas políticas que
pretenden mantener el modelo educativo
de la Revolución Mexicana contra el neoliberal de cruda competencia y
capitalismo brutal. La pelea la han ganado los maestros. El estado
Mexicano reculó en algunas entidades
como son Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Ahí han aplazado la aplicación
de la Reforma Educativa, recién aprobada, por la presión magisterial, cuya
bandera de los desaparecidos les ha redituado impresionantemente.
Magnificadas las cifras trágicas nos
permitieron ver, más allá de la mezquindad de unos y otros la realidad en que
vivimos los más. Nuestra cotidiana vida llena de sangre por doquier. La cruel
realidad salta al conocer las cifras dolorosas:
-
Han
sido 43 normalistas desaparecidos por sicarios en Iguala.
-
En
todo México van 30 mil desaparecidos.
-
En
Guerrero fueron tres los normalistas muertos por sicarios.
-
Han
sido 120 mil en todo el país.
-
En
Guerrero han quemado palacio de gobierno, Congreso Local, sedes de PRD, PAN y
PRI.
-
En
el país quemaron la puerta de Palacio Nacional.
Las cifras nos dejan ver una realidad
triste: la violencia del narcotráfico deja miles de víctimas anónimas por las
que nadie hace un mitin, un bloqueo o un manifiesto. Ahí están en cientos de
fosas clandestinas. Fueron levantados, torturados y ejecutados por los mismos
que se llevaron a los normalistas. ¿Quién les llora? ¿Quién les hará justicia?
El paradigma en que se han convertido
los estudiantes ha dejado casi una centena de detenidos. De entre los famosos
el alcalde de Iguala. Un gobernador caído. Decenas de policías y sicarios
encerrados. Pero nadie ha volteado en sentido contrario: ¿Lo que en sicarios,
policías y funcionarios es justicia se convierte en impunidad cuando llega a
las puertas del edificio de la escuela Normal Rural? ¿Quién subió a los jóvenes
a los autobuses y los llevó a Iguala a provocar al monstruo? ¿Recuerdan el
dicho del que le agarró la pata a la vaca?
Parece un guión perfectamente trazado para conseguir un fin. Y lo han
conseguido.
EL TRIUNFO QUE USO COMO MEDIO A LA
TRAGEDIA
La lucha de los maestros es justa y
legitima. Han usado la tragedia de Ayotzinapa para reivindicar sus demandas: más
presupuesto a las normales rurales y más plazas a los egresados de las mismas.
La reforma educativa aprobada por los diputados, y propuesta por el gobierno de
Enrique Peña Nieto, les había cancelado muchas canonjías. Gracias a los muertos
y desaparecidos las han recuperado.
Apenas la semana pasada el Congreso de
la Unión autorizó un presupuesto extraordinario para las escuelas normales
rurales. A la de Ayotzinapa le fueron autorizados un 300% mas que a otras de
sus similares. Incluso les construirán un edificio nuevo.
A partir de la primera quincena de enero
del 2015 sería el gobierno federal el que pagase los salarios a los maestros de
todo el país, mediante depósitos a sus cuentas personales. Toda falta o
ausencia sería descontada. Pero, gracias a las manifestaciones derivadas de la
tragedia de Iguala, en Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas esa medida serás
aplicada hasta el mes de marzo. Han ganado.
¿Y NOSOTROS QUE CULPA TENEMOS?
Las manifestaciones, bloqueos,
incendios, saqueos, encabezadas por violentos encapuchados, han dejado una
victoria para los derechos de los maestros. Pero han dejado víctimas
colaterales. La más dañada, la actividad turística, motor de la economía de
Guerrero, ha recibido mortal golpe:
-
14
mil reservaciones canceladas.
-
Desplome
de hasta un 40% en la actividad económica
-
Pérdidas
por miles de millones al sector empresarial.
-
Recomendación
del gobierno de Estados Unidos a no viajar a Acapulco ni por aire ni por la
Autopista del Sol.
-
Cancelación
de vuelos internacionales a Acapulco.
Los trabajadores del sector turismo en
Guerrero han sido ofendidos. Más de la mitad de los empleados de servicios
turísticos no tienen un ingreso fijo. Viven de las propinas. Del pago al taxi.
Del ambulante. Del que mueve la panza. Del que toca corridos y canciones de
amor. Del parachute. De las enchiladas de aire. Del masaje. De las trencitas.
Del aceite de coco. Del agua de coco. Del Clavado en La Quebrada. De la
michelada. Del crédito en el mercado de mariscos al restaurantero.
Los bloqueos a la Autopista, la
violencia en el aeropuerto, el desplome en la actividad los dejó sin ingreso.
No hubo ni habrá dinero en sus hogares. Tendrán una triste Navidad.
Los encapuchados no dirán lo mismo.
Ellos cobran puntualmente su quincena en cheques que les paga el gobierno.
Ellos no perdieron. Ellos han ganado al pasar por encima de los derechos de la
sociedad para lograr sus legítimos, pero mezquinos intereses. Les importó un
comino asfixiar la economía. Han ganado. Pero han ofendido a la sociedad.
EL ¿ESTADO? MEXICANO
Hobbes define el origen del Estado en el
estado natural del hombre. De aquel que por ambición y mezquindad desea poseer
lo que es propiedad del vecino. Del que usa la fuerza física para someterle y
quedarse con sus propiedades. Con las cosas que le son ajenas. Y, como puede
mediante sus instintos naturales, tiene poder. Entonces nos condena a la
oscuridad e ignorancia.
A esos instintos individuales es a los
que está obligado a doblegar el Estado, llamado Leviatán por Hobbes.
"Nadie hay tan osado que lo despierte. De su grandeza tienen temor los
fuertes. No hay sobre la Tierra quien se le parezca, animal hecho exento de
temor. Menosprecia toda cosa alta; es rey sobre todos los soberbios".
Pero el Estado Mexicano abdicó al
instinto de unos cuantos que se han quedado con un pedazo del presupuesto. Han
usado su fuerza física para someter al contrato social y salirse con la suya.
El Estado Mexicano, el que debió garantizar la libre circulación en la
autopista. Que debió usar la fuerza pública, que es su monopolio, para
desalojar a quienes bloquearon el aeropuerto, no existe. Nos ha condenado a la
ignorancia y a la oscuridad. Ha abdicado.
De aquí en adelante la fuerza del
mezquino y sus instintos naturales por poseer, pasando encima de los demás,
prevalecerá. El Estado, omiso y que ha abdicado, es cómplice del desplome de la
principal actividad económica de Guerrero.
Es compinche de las hordas de encapuchados. Les teme y les ha hecho sus
compañeros de viaje.
"¿Sacarás tú al Leviatán con el
anzuelo, o con cuerda que le eches en su lengua?" Pregunta Job en
41:01. La respuesta, de parte de quienes
encabezan el Estado Mexicano, es negativa.
El Leviatán bíblico. El Leviatán de Hobbes es, en México y Guerrero,
como sentenció Piolín: "un lindo gatito".
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