Desde Agcia. Noticias
27/Mayo/2013
Los BRICS apuestan por el
Sur
Claudia
Fonseca Sosa
El naciente
Banco BRICS podría marcar el punto de inflexión en el objetivo estratégico de
las mayores economías emergentes del planeta de impulsar el desarrollo del Sur
y democratizar las instituciones de gobernanza global.
Cuando el economista
de Goldman Sachs, Jim O’Neill, acuñó el término BRICS para referirse al grupo
de las cinco naciones emergentes con mayores posibilidades de desarrollo, buena
parte de las instituciones financieras del planeta no calculaban el impacto que
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica llegarían a tener en el orden económico
global que ahora amenazan con subvertir, para bien.
El grupo
BRICS posee más de la mitad de las reservas de divisas del mundo —incluido el
oro— y aporta el 21 % del PIB global. En la declaración final de la recién
concluida Cumbre de Durban, los jefes de Estado y Gobierno de los BRICS
anunciaron la creación de un banco propio que actuaría como defensor y garante
de los intereses de los países en desarrollo.
La nueva
entidad financiera —destinada a invertir en proyectos de infraestructura y
desarrollo sostenible para sus integrantes y otras naciones— podría marcar un
punto de inflexión en el objetivo estratégico de los BRICS de impulsar el
creciente peso económico del Sur para democratizar las instituciones de
gobernanza global y desafiar la hegemonía del Fondo Monetario Internacional
(FMI) y del Banco Mundial (BM).
No obstante,
los BRICS aún deben ponerse de acuerdo sobre la suma que cada país aportará al
capital inicial, que según estimaciones de expertos podría ascender hasta 50
mil millones de dólares.
En la
anterior cumbre de Nueva Delhi, los BRICS ya habían solicitado una reforma de
los gemelos occidentales de Bretton Woods (FMI y BM), excesivamente controlados
por Estados Unidos y Europa.
Igualmente,
desde junio del 2012, cada una de estas economías ya había encomendado a sus
ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales estudiar la
posibilidad de construir una red de seguridad financiera con vistas a crear un
Acuerdo de Reserva Contingente del grupo BRICS. Este tema fue retomado ahora en
la cita anual del bloque, que en su conjunto posee más de la mitad de las
reservas de divisas del mundo —incluido el oro— y aporta el 21 % del Producto
Interno Bruto (PIB) global.
Otros convenios
firmados entre las naciones emergentes más pobladas del planeta comprenden la
complementariedad, transferencia tecnológica y cooperación en el desarrollo de
habilidades, la manufactura y la industrialización. Destaca, asimismo, la
inversión en estructuras de "economía verde", es decir, poco
contaminantes; un aspecto que para desgracia del planeta no le preocupó a
ninguna de las potencias occidentales que hoy conocemos durante sus
revoluciones industriales.
Más allá de
los acuerdos alcanzados en la esfera económica, el grupo de los BRICS —que
tiene ocupados dos asientos permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU
(Rusia y China)— también se pronunció por el derecho de los pueblos a su libre
autodeterminación y en rechazo a la militarización del conflicto en Siria,
promovida por Estados Unidos y sus aliados. Reconocieron, además, el derecho de
Irán al uso pacífico de la energía nuclear e instaron a disipar cualquier duda
al respecto mediante el diálogo, no la guerra.
Y es que
"la disposición de los países del grupo de los BRICS a ofrecer sus propias
nuevas iniciativas de desarrollo e ideas políticas es una clara señal del
cambiante panorama mundial", afirma Helen Clark, administradora del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
A una década
de creado el grupo, la ONU ha certificado que su desempeño contribuye al
desarrollo del Sur a través del comercio, las inversiones y la asistencia
bilateral. En Latinoamérica y África, han establecido nexos políticos y
económicos muy fuertes, llegando a desplazar a Estados Unidos y a otras
potencias del Viejo Continente, para convertirse en los principales socios de
muchos de estos países.
Coincidiendo
con el analista Pepe Escobar, la creación del Banco BRICS "supondrá el
principio del fin del actual sistema de gestión monetaria". "Una
alternativa al BM y al FMI es absolutamente esencial, esto es el inicio del fin
del sistema de Bretton Woods y debe ser apoyado por los posteriores
BRICS", subraya el también corresponsal de Asia Times.
"Las
placas tectónicas de la geopolítica y la geoeconomía están cambiando, y ya no
son más atlantistas", destaca Escobar para luego enfatizar en que se trata
del "surgimiento, la reaparición del Sur", que "ha comenzado a
organizarse".
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