Desde República De Francia
Fecha: 24 / Febrero / 2015
La masacre de Charlie Hebdo y el
peligro de la islamofobia
Por Leandro Albani.
Un furioso ataque terrorista contra una polémica revista en Francia dejó
12 muertos. El repudio mundial y el peligro de un aumento de la islamofobia en
Europa.Los disparos que escupieron los fusiles de guerra retumbaron en la calle
Richard-Lenoir, rodeada de edificios y hasta ese momento pulcra y ordenada. El
pánico se apoderó de quienes caminaban. El sonido de los perdigonazos no se
silenció y las muertes ocurridas ayer en Francia seguramente sonarán como balas
por muchos días, aunque el impacto de lo sucedido todavía no es claro a cuántos
alcanzará.
Pero algo se configura luego de estos asesinatos en París: una inyección
de islamofobia correrá por el torrente sanguíneo de muchas personas, volviendo
peligroso “porque sí” al pueblo musulmán y permitiendo que las posiciones más
reaccionarias en Francia (y en toda Europa) tengan excusas nuevas para castigar
al otro, un otro que siempre es sinónimo de “peligro para Occidente”.
Vestidos de negro, con capuchas y aferrando sus armas automáticas, varios
hombres descendieron de un Citroen que quedó en medio de la calle. A partir de
ese instante la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo se transformó en
el blanco principal. La cacería dejó un saldo de 12 personas muertas, entre las
que se encuentran los caricaturistas Jean “Cabu” Cabut, Stephane “Charb”
Charbonnier, Georges Wolinski y Bernard “Tignous” Verlhac, miembros de la
revista.
Charlie Hebdo se hizo conocida mundialmente en 2012, luego de publicar
varias caricaturas de Mahoma, hecho que desató un amplio repudio entre quienes
profesan el Islám. Horas antes del ataque, el semanario había publicado una
caricatura del líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr Al Baghdadi.
Conocida la noticia del ataque, el presidente francés, François Hollande,
se trasladó a la sede de la revista y aseveró que “sin lugar a dudas” se trata
de “un ataque terrorista”. Automáticamente, en toda la nación gala se elevó la
alerta terrorista y se inició un operativo con tres mil policías para dar con
los autores de los crímenes.
Al cierre de esta edición, las fuerzas de seguridad mantenían rodeado un
edificio de Reims donde se encontrarían los asesinos. En el trascurso del
miércoles, medios internacionales difundieron las identidades de los supuestos
implicados: los hermanos Saïd y Chérif K., nacidos en París en 1980 y 1982 y de
origen argelino, y Hamyd M., nacido en 1996 y cuya nacionalidad se desconoce.
Los acusados, según las cadenas de comunicación, tienen “antecedentes por
cooperar con redes yihadistas”. Chérif K fue juzgado en 2005 por formar parte
de una célula de envío de mercenarios a Irak, por lo cual fue condenado
entonces a tres años de prisión. La cadena de noticias Russia Today afirmó que
los hermanos “participaron en el conflicto armado en Siria combatiendo junto
con los opositores del presidente Bashar Al Assad” y ambos regresaron a Francia
meses atrás.
La posibilidad de que los autores de los crímenes estén vinculados al EI o
a algún grupo terrorista similar también fue señalada por la cadena libanesa Al
Manar, que aseveró que en Francia se produjo un “atentado takfiri”, en
referencia a una de las líneas ideológicas del Islám basada en la máxima
ortodoxia. Bajo esta ideología, relacionada a posiciones de extrema derecha,
combaten muchos de los grupos mercenarios que intentan derrocar al gobierno
sirio.
Repudio desde el mundo musulmán
Perpetrado los asesinatos de los miembros del semanario Charlie Hebdo, un
repudio generalizado se escuchó en todo el mundo. En Francia se efectuaron
movilizaciones espontáneas en rechazo al atentado.
Desde el mundo islámico también el repudio fue claro. La posición más
contundente fue expresada por el gobierno de Irán, a través de la vocera de la
Cancillería, Marzie Afjan. La funcionaria expresó que “todos los actos
terroristas contra el pueblo son ajenos a la doctrina y las enseñanzas del
Islam”. Afjan remarcó que es “inaceptable” toda forma de mal uso de la libertad
de expresión, el radicalismo intelectual y la difamación contra personalidades
que son veneradas por las religiones y naciones, en referencia a las
publicaciones de Charlie Hebdo sobre Mahoma.
La vocera iraní señaló que los crímenes ocurrido son “la continuación de
una ola sin precedentes de extremismo y de violencia física y de pensamiento,
que durante la última década se ha desarrollado en el mundo”, generada por “las
políticas erróneas y de doble rasero en la lucha contra la violencia y el
extremismo”. Afjam pidió a los ulemas y personalidades del mundo del Islam que
encabecen un “combate ideológico contra los nefastos fenómenos del sectarismo y
el extremismo”.
En tanto, el presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán y rector de
la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, condenó “en nombre de los
musulmanes” de la nación gala el “horror del crimen” cometido. Boubaker rechazó
cualquier intento de “vincularlo a mi religión, mis correligionarios y el Islam
de Francia”.
A su vez, el jefe de la revista Asie-Afrique, Majde Nehmeh, explicó que el
“atentado terrorista tiene lugar en una atmósfera de islamofobia transmitida
por los medios franceses, especialmente Charlie Hebdo”. Citado por Al Manar,
Nehmeh llamó a que exista una cooperación real entre Francia y Siria para
combatir al terrorismo.
El periodista Georges Sessine, de origen libanés que reside en Francia,
recordó que lo ocurrido se debe a que el “apoyo de Francia a los grupos
takfiris en Siria e Irak ha repercutido contra Francia”. “Más de 350
terroristas takfiris franceses que combatieron en Siria e Irak han vuelto en la
actualidad al país”, denunció el periodista. Sobre este punto, la Organización
de Naciones Unidas (ONU) viene alertando sobre el creciente número de europeos
que se enrolan en el EI para ir a combatir a Medio Oriente. La Unión Europea
estimó que al menos diez mil ciudadanos del viejo continente se trasladaron a
Siria para sumarse a grupos mercenarios y terroristas. El año pasado, el
gobierno de Damasco denunció que unos 250 mil mercenarios fueron reclutados por
el EI, el Ejército Libre Sirio (ELS) y el Frente Al Nusra, de los cuales la
gran mayoría son estadounidenses y europeos.
La pista del Estado Islámico
No es curioso que todos los cañones apunten contra el Estado Islámico. El
proceder de este grupo terrorista es similar al de Al Qaeda: sus atentados y
asesinatos poco tiempo más tarde sirven como justificación para intervenciones
militares por parte de Estados Unidos y sus aliados. El caso de Siria es el más
conocido. Sin capacidad para derrocar al Al Assad, la aparición del EI permitió
que Washington bombardeara a esa nación árabe. Si bien las operaciones
estadounidenses no son de gran magnitud, sus “daños colaterales” ya se observan
y crecen las denuncias sobre que los blancos en territorio sirio son pozos de
petróleos o infraestructura para almacenar alimentos.
Pocas horas después de la masacre de Charlie Hebdo, la agencia Reuters
difundió el testimonio de Abu Mussab, miembro del EI. “Los leones del Islam han
vengado a nuestro Profeta”, manifestó el mercenario, que agregó: “Estas son las
primeras bajas, seguirán más”. Mussab dijo que no conoce a los hombres armados
que llevaron a cabo el ataque, pero aseveró que “ellos están en el camino del
emir (en referencia a Al Baghdadi) y de nuestro jeque Osama (Bin Laden)”.
Igualmente, el EI no realizó ninguna declaración oficial adjudicándose las
muertes.
En septiembre pasado, Al Baghdadi llamó a atacar a ciudadanos europeos y
americanos en sus países “como sea”. “Si pueden maten a un infiel americano o
europeo, especialmente a los vengativos y sucios franceses, o a un australiano,
un canadiense o cualquier infiel de los que promueven la guerra infiel,
incluidos los ciudadanos que han entrado en la coalición contra el Estado
Islámico”, subrayaba Abú Muhamad al Adnani, portavoz del EI.
Las posibles consecuencias
Haciendo una lectura rápida, y con la información difundida desde Francia,
no sería extraño que el EI cargue con todas las culpas por este hecho. El
Estado Islámico es un grupo terrorista con un poder económico y de fuego que
desde hace mucho tiempo no se veía. Y a su vez es un conglomerado de
mercenarios (que cobran entre 500 y 600 dólares mensuales) que profesan una
línea del Islam repudiada por la mayoría del mundo musulmán, salvo excepciones.
Y esas excepciones son Qatar y Arabia Saudita, financistas del EI.
Tampoco sería extraño que las fuerzas políticas de la derecha francesa,
como el Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen y la Unión por un Movimiento
Popular (UMP) de Nicolas Sarkozy, ya saquen cuentas y cálculos de cómo
capitalizar estas muertes. Y es sabido que los posibles ataques no serán contra
el EI, sino contra los sectores musulmanes más humildes de Francia.
Mientras todo esto sucede, Estados Unidos repudió las muertes y el
presidente Barack Obama se puso a disposición de Hollande para combatir el
terrorismo. Por supuesto, combatir el terrorismo que azota a Francia, pero no
el que divide con sangre a Libia o asesina civiles en Siria.
leandroalbani@gmail.com
Publicación Barómetro
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