Desde México
29/Octubre/2012
Barato y caro
Miguel
Ángel Mata Mata
El
diputado priísta Héctor Astudillo exige cárcel a los ex presidentes municipales
que saquearon las finanzas de sus respectivos
ayuntamientos. En su boca la exigencia parece osada. Él mismo es un ex
alcalde. También le acusan de un boquete financiero durante su administración
como primer ex edil de la capital del estado.
La
espectacular exigencia del priísta no pasará del terreno mediático. La crisis
que se vive en los 81 ayuntamientos de Guerrero, y que en Acapulco cobra
singulares espacios en los medios, no deja de tener su origen en los cambios a
las leyes electorales, operados en el sexenio pasado, y que han sumido a las
administraciones de las comunas en una espiral de confusión y las ha dejado sin
dinero.
Este
año fueron renovados los 81 cabildos de Guerrero, lo mismo que el poder
legislativo. La reforma propuesta por el ejecutivo el pasado sexenio, tenía el
objetivo de empatar las elecciones federales con las locales. “Asi gastaremos
menos dinero”, recuerdo que dijo en muchas veces el ex gobernador Zeferino
Torreblanca Galindo. “Gastar menos”, insitía.
Su
propuesta de reforma fue aprobada por dóciles diputados locales que no
modificaron ni una coma a la iniciativa del gobernador, a quien en privado le
gustaba lo comparasen con Dios. Por eso
nadie le dijo que a la reforma le hacían falta dos o tres detalles como los de
revisar las fechas de inicio y fin de las respectivas administraciones
municipales, para evitar esos saqueos a los que hace referencia el diputado
Astudillo.
Este
año en que fueron cambiados todos los cabildos hubo una gran coincidencia: los
alcaldes que han asumido no tiene un centavo en caja; quienes se marcharon se
gastaron hasta el último centavo y los nuevos cabildos deben esperar hasta el
mes de diciembre para saber cuánto les tocará en el reparto de la ley de
ingresos y egresos que habrá de discutirse a fin de año tanto en el Congreso de
La Unión como en la Cámara Local de Diputados. ¿Una
elección a mitad de año y la aprobación de sus misceláneas fiscales hasta el
fin de año? De locos. Sencillamente de locos.
El
pretendido ahorro a las finanzas del gobierno estatal y los respectivos
ayuntamientos saldrá mucho mas caro. La imprudencia, ignorancia y necedad de la
pasada administración al forzar una reforma política, sin percatarse de los
daños colaterales a los municipios, merece una reflexión para quienes insisten
en respaldar una reforma a la Constitución Política del Estado de Guerrero.
Lo
barato le salió caro a los reformadores del sexenio pasado. Como aprendices de
brujo son ellos los responsables de la crisis en que viven todos los municipios
de Guerrero. No hay porqué voltear a los “saqueadores” a los que hace
referencia el diputado Astudillo. Los responsables de las crisis municipales
están en otro lado.
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