Desde Chile
29/Octubre/2012
En memoria de Salvador Allende y los
caídos en la Zona Cero
del TWC de historia
De aviones y otras
infamias
Lic. Carlos Maldonado
39 en uno y 11 en el otro, son los
años que nos separan de dos hechos dramáticos en la historia inmediata. El
golpe de Estado contra el insigne gobierno socialista de Salvador Allende en
Chile perpetrado por Augusto Pinochet a la cabeza del ejército nacional pero
auspiciado tras bambalinas por Washington y, el derribo de las Torres Gemelas
del Centro Mundial del Comercio en Nueva York por supuestos “terroristas” de Al
Qaeda.
En ambos acontecimientos los aviones fueron protagonistas
fundamentales. En el primero sirvieron para quebrar la férrea resistencia de
los que salvaguardaron la dignidad nacional ante el ataque artero de las
huestes golpistas bombardeando sin piedad, en una asimetría frenética y
aberrante, el Palacio de la
Moneda donde el legítimo presidente defendía la democracia;
en el otro, para penetrar las estructuras de las emblemáticas torres y sembrar
en la opinión pública estadounidense la decisión de ir a la guerra contra los
“terroristas” allende del océano los cuales se refugiaban en cuevas y aldeas
remotas de las montañas asiáticas, cuyos habitantes nunca estuvieron
conscientes de estas tramas infernales hasta que tuvieron a las tropas yanquis
matando a sus gentes.
No obstante, máxime en estos tiempos, la historia ha
dejado paulatinamente de ser la que se escribía por encargo de los dominantes.
Conforme pasaron los días y los frenesís de los encartados directa o
indirectamente en los hechos anteriormente mencionados se van apaciguando,
versiones, testimonios, documentos escritos, fílmicos, fotográficos, de
protocolo, incluso aquellos de archivos secretos que poco a poco van siendo revelados
por grandes y pequeños, han servido para ir conociendo las interioridades de
estos acontecimientos demostrándonos a todos que las motivaciones y las
consecuencias no fueron forjadas en el “fervor” patrio de defender o extender
la democracia. Sino, para preservar el estatus quo de los que dentro y fuera
han visto a los diferentes pueblos como lacayos. Y, nomás alguna de estos,
trata de romper esa condición para enrumbar su propio camino, la manu militari
imperialista cae sobre él para volverlo al redil. O en otras circunstancias,
convertir a otros fuera de su alcance hasta el momento, en nuevos tributarios
de su esquema imperial y patrocinadores con sus riquezas del desarrollo de las
potencias imperialistas, repitiendo el esquema de despojo colonial de siglos
anteriores.
Al principio, la historia dominante oficial empapó el
ideario mundial, a través de sus medios de intoxicación, con el argumento de
que en el primer hecho histórico acá traído, Allende era un comunista que
llevaba a Chile por la senda de la
pobreza y el aislamiento. Que su pueblo lo aborrecía y que la gesta
“libertaria” de Pinochet que culminó con un baño de sangre, empezando con el
bombardeo al Palacio de La
Moneda por parte de aviones caza de las Fuerza Aérea Chilena,
donde resistía heroicamente su presidente inmolado y finalizando con casi 3,000
muertos y 36,000 torturados y exilados, fue un acto cruel pero necesario. Hoy,
sabemos que eso no fue así. Que los que aborrecieron a Allende y al pueblo
chileno, lo derrocaron y no tuvieron empacho en asesinarlo también, pese a ser
el presidente constitucional, no fueron otros que los dueños de Chile, los
señores del cobre, la tierra y la
ITT. Los mismos que siguen reprimiendo a los chilenos entre
estudiantes, mapuches y obreros para cerrarles el paso hacia el disfrute de la
felicidad.
En otro espacio temporal y geográfico, 28 años después
del derrocamiento de Allende dos aviones -¿o drones?- se estrellaron contra
cada uno de las Torres Gemelas del World Trade Centre, un 11 de septiembre de
2001, cuyas estructuras cayeron estrepitosamente a pesar de estar construidas
para que soportaran precisamente atentados de esta magnitud tal y como hace 67
años el Empire State Building, en ese entonces el rascacielos más alto del
mundo, soportó la embestida de un avión militar, un bombardero Mitchell B-25
que se estrelló en el lado norte del edificio, en la planta 79, a causa de una neblina
espesa. Con la tecnología de ese entonces el fuego fue apagado en 40 minutos
lamentando que 14 personas murieran en el accidente.
Empero esa comparación, apenas 11 años han pasado desde
el derribo de las Torres Gemelas y la madeja de ese suceso no ha dejado de
desenrollarse a tal punto que la versión oficial se ha trastocado a favor de
las fuertes sospechas de que ésta no fue más que otra conspiración al estilo de
Pearl Harbor maquinada por la inteligentsia norteamericana que un ataque
terrorista.
Testigos presenciales como Kurt Sonnefield,
documentalista oficial y cameraman designado por el gobierno norteamericano para
filmar en el Ground Zero, Torres Gemelas como miembro de FEMA (Federal
Emergency Management Agency), y equipos de investigación serios como los
Truthers (partidarios del movimiento estadounidense por la verdad sobre el 11
de septiembre) o la
National Transportation Safety Board (NTSB), han opinado en
sus estudios, todos al unísono, que la versión gubernamental es una gran
infamia.[1]
Incluso Sonnenfeld vive hoy en Argentina exiliado y
perseguido por el propio gobierno de Estados Unidos por ser “testigo clave” de
la conspiración que filmó.
Lo
anterior significa que los aparatos que se estrellaron contra el World Trade
Center no pueden ser los aviones de pasajeros que cubrían los vuelos United 175
y American 11.[3]
A través de los documentos de la NTSB , desclasificados a pedido de Pilots For 911
Truth, ya habían permitido saber anteriormente que la puerta de la cabina
de pilotaje del vuelo American 77 se mantuvo cerrada desde el momento del
despegue hasta el instante en que se perdió todo rastro del avión, del que finalmente se dijo que se había estrellado contra
el Pentágono. Lo cual demuestra que los supuestos piratas aéreos no pudieron
penetrar en la cabina de pilotaje para desviarlo de su ruta.[4]
Estas investigaciones han ido desentrañando pistas que
revelan la trama de las situaciones previamente planificadas dieron al traste
con el gobierno legitimo de Allende y con las colosales edificaciones. A partir de este último hecho, sabemos que el
pretexto fue perfecto para que los imperialistas amos del mundo emprendieran la
nueva campaña contra el “terrorismo” que no fue más que la excusa maestra para
iniciar la cruzada para la conquista y reconquista del mundo y sus recursos por
medio de la “guerra” y poder instaurar en el futuro el gobierno mundial que
tanto desean.
Por ello, mis queridas y queridos lectores, es primordial
que todas las informaciones que plagan los medios corporativos dominantes,
incluyendo los micro nuestros que no son más que apéndices de estos, no sean
aceptadas como la “verdad” absoluta, sino tras ella se esconde una
intencionalidad para seguir obedeciendo la pauta dominante.
Como Allende tenemos que construir “las grandes alamedas
por donde un día pasen las mujeres y hombres libres”. Como él, resistirnos a
que el mundo sea gobernado por un gobierno totalitario. Pero para lograr esa
hazaña tenemos que ser buscadores insaciables de la verdad que no es
precisamente esa que se presenta en las primeras planas informativas. La verdad
muchas veces es ocultada para que no se sepan las infamias de los poderosos.
Estas dos historias de aviones de las cuales aún no se
sabe todo tienen que ser objeto de nuestras investigaciones para ir encontrando
sus otras piezas para así armar el rompecabezas real que nos haga comprender
las auténticas razones que existen detrás de cualquier hecho histórico.
Que esta entrega sirva de homenaje al que una vez fue el
compañero presidente constitucional de la República de Chile, el heroico Salvador Allende y
su pueblo así como a las victimas inocentes tanto dentro como fuera de Estados
Unidos. Las que han caído y siguen cayendo a manos de sus ejércitos alrededor
del mundo por las desmedidas ambiciones de sus líderes los cuales debieran ser
juzgados por sus abominables crímenes de guerra y los actos deleznables contra
la humanidad.
También un llamado a las mujeres y hombres decentes de
este mundo que, independientemente de su ideología y filiación política, desean
un mundo mejor para los suyos donde la justicia y la equidad sean el común
denominador entre todos los habitantes del planeta, incluyendo aquellos que no
tienen similar inteligencia a la humana como las plantas y los animales en su
hábitat pero que por lo mismo merecen ser respetados y protegidos. Al final,
todos somos seres cósmicos y todos tenemos una relación intrínseca en esta
grandiosa dialéctica universal.
[2] 11 de septiembre: naves que
se estrellaron contra las torres gemelas no eran Boeing 767. Informe oficial de
la National
Transportation Safety Board (NTSB).
Red Voltaire. 5 de agosto de 2010
[3] Ibid
4 Ibid
Publicación
Barómetro 17-09-12
Los contenidos de los análisis
publicados por Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores
Agradecemos la publicación de estos artículos
citando esta fuente y solicitamos favor remitir a nuestro correo el Link de la
pagina donde esta publicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario