DESDE ARGENTINA
28 NOVIEMBRE 2012
“CORPO” Y “KORPO”,
DOS CARAS DE LA DESINFORMACIÓN
GUSTAVO ROBLES
Los efectos de la
realidad que ella misma ha construido la tienen con los nervios crispados a la
presidenta. Ahora dice que la gente está desinformada ¡Vaya, descubrió la
pólvora, señora! El sistema que han creado los burgueses para su propio
beneficio en detrimento del 95% de la Humanidad se basa en la explotación y el
engaño de esas mayorías: necesariamente debe desinformar. Dentro de esa
institucionalidad y esa cultura impuesta por los patrones, obviamente los
medios de comunicación tienen un papel central. Y en ese área, por supuesto que
la "Corpo" tiene que ver: Clarín es una mierda que “deforma” más que
informa, para defender sus intereses particulares y los de la clase a la cual
pertenece. Pero no es la única: CFK también es factor principalísimo en la
desinformación popular y la tergiversación de la realidad.
En la cúspide del cinismo,
critica lo que fomenta, desde la cultura de la cual es parte ¿Qué confianza se
le puede tener a los que dicen que el vicepresidente Boudou no cometió los
actos de corrupción que todas las pruebas evidencian? ¿o a los que vociferan en
los estrados las estatización de las AFJP, pero callan que esos fondos son
utilizados para pagar una deuda que no asumieron los argentinos? ¿o a los que
le dicen buitres sólo a una parte de los buitres del sistema financiero
internacional? ¿o a los que miran para otro lado ante el monumental
enriquecimiento de la presidenta en sus años de ejercicio? ¿o a los que nos
quieren hacer creer que el juez Oyahrbide “casualmente” siempre es “sorteado”
en las causas en los que el oficialismo está comprometido? ¿o a los que se
callan la boca cuando votan leyes abrazados con el PRO? Vamos... Quien crea que
el kirchnerismo es garantía de informar con veracidad al pueblo, o es un
cándido, o es cómplice “Corpo” y “Korpo” son dos caras de la misma moneda, dos
expresiones diferentes de los diferentes sectores de la explotación. Se pelean
no porque alguno quiera favorecer a las mayorías asalariadas y marginadas, sino
para ver quién explota mejor, prevalece sobre el otro y obtiene mayores
beneficios.
Ahora, después de la
convocatoria que tuvo el “8N” para protestar en su contra, CFK se queja porque,
según ella, una gran parte de la población "quiere volver a los '90".
Seguramente la gente que piensa eso está desinformada, porque por culpa de los
'90 estamos como estamos. Pero si bien los convocantes pueden ser “nostálgicos”
de aquellos años, no todos los que salieron lo son y es más, muchos seguramente
votaron al oficialismo por confiar en que era “otra cosa”. Sin embargo, la
presidenta no es inocente, por supuesto, en la generación del mal humor de
millones de personas, sino también en la formación de la “consciencia” que
germina la protesta: ella no sólo desinforma, sino que su discurso genera los
caceroleros de los cuales se queja. Porque si no... ¿de qué modo puede
reaccionar un trabajador al que le dicen que puede y debe “consumir” porque el
“modelo” así lo permite y lo demanda, pero su salario no lo deja porque es
parte del 90% de los asalariados que ganan menos de $5400 (dato del Indec, EPH*
DEL 1er Trimestre 2012), cuando la canasta familiar calculada por la CTA y la
CGT opositoras supera los $6500? ¿Qué posibilidad de “consumir” más que lo
básico otorga el salario promedio en Argentina, de $3400? Según el propio
Indec, hoy, después de casi diez años de kirchnerismo, el 10% que más gana se
lleva el 30% de los ingresos, mientras que el 10% que menos tiene apenas el
1,4% (dato del Indec, EPH* 1er Trimestre 2012). Por supuesto que hay una
minoría que sostiene el consumo que mueve la economía, pero millones son los
marginados de ese “círculo virtuoso”.
El discurso, entonces, choca
con la realidad. La “señora” cacarea que el “capitalismo serio” proveerá, pero
la dinámica del modo de producción capitalista se mata de risa de los discursos
políticos, se desarrolla con la insensibilidad propia de las máquinas que
producen las mercancías y los deja generalmente en ridículo. La presidenta ha
contribuido grandemente a instalar los sueños burgueses de “la gente” y, cuando
esos sueños no se concretan, el bumerang que tiró se le vuelve en contra.
Mientras tanto, la pobreza y la indigencia se mantienen para millones a pesar
del discurso oficial, a los que el kirchnerismo intenta y muchas veces consigue
manipular con la ayuda social, que es un parche que siempre mantiene a los
pobres en su pobreza.
La presidenta entonces, ha
contribuido a crear su propio Frankenstein. Es el discurso histérico del que
quiere conciliar lo irreconciliable y se enoja cuando las cosas no salen como
quiere que salgan. El kirchnerismo está condenado a fracasar más temprano que
tarde, porque está basado en la mentira y en presuponer que los patrones van a
ceder siempre (aunque sea “un poco” y en “las formas”, porque nunca ganaron
tanto como con este gobierno) y los trabajadores se conformarán siempre con
migajas. La mentira se construye con aparato de difusión, de prensa y con leyes
para hacerla ver como verdad. La “Korpo” también miente, simplemente porque no
hay “corpos” buenas: todas quieren llenarse de plata a costa de la explotación
de millones de seres humanos. Por eso CFK se queja de los que quieren volver a
los ´90, pero en “los dosmiles” seguimos con el mismo régimen de
Flexibilización Laboral de aquellos años, el Sistema de los Buitres financieros
(TODOS los son) se mantiene con el mismo régimen de la Dictadura Genocida, la
Ley de Seguridad del Trabajo (que el FPV votó con el PRO) es peor que la de esa
década infame, los jubilados siguen sin cobrar el merecido 82%; se siguen
saqueando, pero en mayor medida aún, nuestros recursos naturales estratégicos;
siguen privatizados la luz, los teléfonos, el gas, los trenes y el 85% de la
explotación hidrocarburífera, se sigue pagando una "Deuda" ilegal,
ilegítima y fraudulenta al Sistema Financiero Internacional y los aliados
sindicales que decidió abrazar el gobierno son “los Gordos” que entregaron
todas las conquistas de la clase obrera y colaboraron con el saqueo de esa
década pasada.
Para ocultar todas esas
realidades y vender sus espejitos de colores, el gobierno debe desinformar al
pueblo. Por eso es tan importante para el oficialismo la Nueva ley de Medios:
para cambiar un monopolio por otro, este último que contribuya al engaño. Es
evidente que sí: el pueblo está desinformado. Porque si hay quienes quieren
volver a los '90, en esencia, esto que vivimos hoy es bastante parecido. Y los
que no quieren repetir aquella nefasta década deberían pensar muy en serio en
cambiar este gobierno cipayo que perfeccionó y aumentó de manera monumental el
saqueo de aquellos años, por otro que no prometa el cielo para muchos donde
entran pocos, sino que cree un mundo justo para todos
COMENTARIOS: gustavorobles@pctargentina.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario