Desde
México
27/Enero/2013
Los retos urbanos
de Guerrero y Acapulco
Xavier Carreto A.
Gracias
a la más importante temporada turística decembrina de la última década, lograda
esencialmente por el trabajo del gobierno estatal, podemos sentirnos congratulados
los habitantes de esta entidad, lo cual puede ser el punto de partida para
comenzar la superación de nuestros múltiples rezagos. Lo importante es echar
mano de todas las ideas, innovar, dar lugar al pragmatismo y la
experimentación; los guerrerenses siempre hemos salido adelante y este éxito
reciente es un buen ejemplo.
Un
lugar fundamental para esta recuperación guerrerense es el municipio de
Acapulco por tratarse del más importante, en donde vivimos uno de cada cuatro
de sus pobladores. Agregaríamos, en orden descendente al tamaño de su
población, a Chilpancingo, Iguala, Chilapa, Zihuatanejo, Taxco, Tlapa, Coyuca
de Benítez, Ayutla y Tecpan; en estos 10 municipios (tres de la Costa Grande,
dos de la Centro, dos de la Norte, uno de La Montaña, uno de la Costa Chica y
Acapulco el único que es región y municipio), viven más de la mitad de los
guerrerenses, específicamente en sus cabeceras.
Acapulco
es la décima quinta zona metropolitana más poblada de las 59 que registra este
país, con cerca de 865 mil habitantes. Hoy
ocho de cada 10 mexicanos habitan en zonas urbanas y seis de cada 10
viven en estas zonas metropolitanas en 367 municipios, en nuestro caso cinco de
cada 10, lo cual marca una tendencia importante a morar en las ciudades, pues
en los últimos 50 años esta población se ha triplicado. Esta situación ha
propiciado que los habitantes urbanos mexicanos y guerrerenses enfrentamos
actualmente serios problemas de pobreza, inseguridad, abasto de agua,
transporte, vivienda y gobernabilidad, entre los más preocupantes; lo cual se
ha hecho sin una planeación adecuada, en muchos aspectos.
Por
los datos contenidos en el informe
Estado de las ciudades en México 2011, hecho por la Sedesol, en coordinación
con el Programa Habitat de la ONU, se prevé que el crecimiento de la población
ocurrirá en las ciudades intermedias, así en 2050 habrá 20 ciudades en la
república mexicana, entre ellas Acapulco, con más de un millón de habitantes,
en lugar de las 10 actuales. Los retos que habrán de enfrentarse para tener un
mejor desarrollo económico y social, sobre todo en Acapulco, Chilpancingo,
Iguala, y Zihuatanejo, ciudades de más de cien mil habitantes, son por requerir
transporte masivo eficiente y ambientalmente sostenible, vivienda,
infraestructura urbana, agua, espacios recreativos, instalaciones adecuadas de
salud.
Ante
la falta de planeación, lo cual se aprecia en nuestras principales ciudades
guerrerenses, en materia de transporte público el nuestro está muy desordenado,
destacadamente por la actitud poco civilizada de los prestadores de este
servicio y la ineficiencia de la autoridades al no exigirles requisitos para
mejorar su desempeño y menos sancionarlos; en este tema el gobierno del estado
y los municipales no han previsto una política de transporte sustentable urbano
y se ha privilegiado el automóvil particular. Acapulco se caracteriza por la
presencia de asentamientos irregulares y grandes conjuntos habitacionales en su
periferia alejados del centro de la ciudad y de los sitios laborales: Renacimiento,
la Zapata, el Coloso, la Colosio, el Jardín, entre otros, lo cual es causa de
que estas personas gasten alrededor del 40 por ciento de su precario ingreso en
transporte.
Asimismo,
es preocupante la inequidad social y los niveles de pobreza extrema que ubican
a Acapulco, con más de 108 mil de sus habitantes que la padecen, como la
segunda ciudad del país que confronta este problema. Igualmente, urge se
atienda el desabasto del agua potable, en la capital del estado y en Iguala; en
este aspecto, la Conagua señala que en las principales ciudades del país, entre
las cuales se encuentran las guerrerenses, se pierde el 40 por ciento del
suministro de agua potable por las fugas en la red de distribución. Mención
especial, merece el tema de los residuos sólidos de los cuales se deben hacer
compostaje como lo realizan en los municipios de Guadalajara y Mérida, al igual
que en la Ciudad de México; y no seguir enviando al relleno sanitario ya
obsoleto como sucede en Acapulco. En cuanto a la inseguridad, Acapulco se ubica
entre las 10 ciudades más violentas del planeta con una tasa de 128 asesinatos
por cada 100 mil habitantes.
A
la problemática urbana enumerada, habría que agregar el desempleo, la
deficiente calidad educativa, el abasto de alimentos, la contaminación que
propicia la existencia de perros y gatos callejeros, el estrés y la depresión.
Esto es lo que nos acecha ahora y empezar a remontar esta situación, es el reto
urbano que urge atenderse.
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