Desde México
28/Enero/2013
Silla
Vacía, Presidente Sin Soberanía y el Nacimiento de Cristo el Caudillo
Emilio
Nahín Rojas Madero*
“Mi
vida por una mejor Nación”
“A
balazos llegamos al poder y solo con balazos nos van a sacar; no con votos”
–“Fidel Velázquez Sánchez”–
“Los locos abren el camino; que más tarde
recorrerán los sabios”
–“Miguel
Ángel Pérez Acuña”–
Siempre que
escribo; es para dirigirme al hombre, pero hoy por primera vez le estoy
escribiendo a una silla. Claro; debemos recordar que esta silla vacía jamás ha
leído en su vida, por lo que es obvio que ni siquiera sabe ¿Qué es la
Soberanía? Así que tratando de instruir la ignorancia y el analfabetismo de esa
silla vacía, comencemos con los diversos conceptos: Algunos tratadistas como
Thomas Hobbes y Jean Bodin; plantean que la soberanía es el “poder absoluto que
reside en un determinado individuo, emanado de la ley natural y la ley divina.
Para el romantisísta de la ilustración Jean-Jacques Rousseau la soberanía es el
“poder absoluto que reside en el pueblo, poder que le transmite a una
determinada persona para que lo represente”. Y para el clérigo Sieyès; la
soberanía es el “poder absoluto que reside en una nación, depositada por ésta
en un individuo”. La primera definición puede ser considerada como Soberanía
Centralista, la segunda como Soberanía Popular y la tercera como Soberanía
Nacional.
Con todos estos
conceptos históricos debemos establecer que la soberanía que hoy se manifiesta
y se reconoce es una Soberanía Mixta: “el poder absoluto que reside en la
nación y su pueblo, quien deposita la fe, la confianza y las facultades en un
determinado individúo para que lo represente y conduzca el destino de la
nación”. En términos jurídico; la Soberanía es un “Pacto Social”, donde el
pueblo acepta y reconoce a un determinado individuo producto del proceso
democrático o en base al cumplimiento de los usos y costumbres de una sociedad;
otorgándosele así la legitimidad. Pactándose al mismo tiempo un Contrato de
Mandato; porque el pueblo (poderdante) le otorga a un determinado individuo
(mandatario) los derechos, obligaciones y facultades sobre los recursos
económicos, humanos y naturales de la nación, en beneficio del mandante. Así el
mandatario tiene la facultad de ser el representante legal frente a las fuerzas
armadas para preservar la paz social y la seguridad nacional frente a las
perversas ambiciones de enemigos internos y externos a la nación.
Esperando que a la
silla vacía le haya quedado en claro lo que es soberanía, ahora se hace preciso
decir que México no tiene presidente; por lo que el que quiere ser reconocido
como tal; buscará legitimarse como lo hizo erróneamente el extinto Calderón.
Después del fraude del 2006; Felipe Calderón Hinojosa sabía que no tenía la
soberanía, que no era reconocido por el pueblo mexicano, por lo que uso la
narcoguerra para alcanzar esos dos objetivos (soberanía y legitimidad). El
movimiento revolucionario mexicano de 1910; jamás fue impulsado por los
adultos, menos por los académicos y de reputación intachable, fue la juventud
que se sentía prisionera, rechazada, marginada al no permitírseles trabajar,
jugar, actuar, o desarrollar cualquier sueño, los mejores lugares en estas
áreas de esparcimiento se les era designadas solo para los hijos de los poderosos.
Por lo que esa juventud se revelo en contra de los “científicos”; grupo que
respaldaba al gobierno de Porfirio Díaz. Sin embargo, la lucha juvenil no
hubiera tenido grandes resultados sin el respaldo de otros grupos contrarios al
gobierno.
Fueron los
traficantes de alcohol y tabaco; los ladrones y cuatreros, los pistoleros y
demás gavilla quienes financiaron con armas y dinero a la lucha de nuestros
héroes patrios. Con las armas esos jóvenes tomaron el poder; como ya lo dijo
Fidel Velázquez y sin embargo a cien años de la revolución, sus descendientes
olvidaron los preceptos y legados por los que sus antecesores lucharon. Y hoy
se perpetúan en el poder sometiendo a la marginación a otras nuevas
generaciones; en el 68’s arremetieron contra ellas y las aplastaron. Pero la
generación 2012; es similar a la de hace cien años y si vivieran algunos
revolucionarios, no aprobarían que esta generación fuese apaciguada por la
fuerza, pues se ciñe la muerte de la clase caciquil soberanoaristocrática
(caciques que creen ser únicos con poder supremo); el fin del siclo anárquico.
El pasado 1 de Diciembre del 2012; el PRI en contubernio con los traidores del
PRD (Marcelo-Mancera) orquestaron un movimiento desestabilizador de la protesta
pacífica, se formaron escuadrones vestidos de civiles con el único objetivo de
destruir la ciudad al paso de los manifestantes para inculparlos.
Los policías
federales y del DF, solaparon a los vándalos, reprendieron y arrestaron a los
inocentes; fueron más de cien arrestados, a los estudiantes los desnudaron en
las prisiones provisionales y a las estudiantes las ultrajaron sexualmente.
Ningún joven con guante negro, ropas de color determinadas o integrantes de la
pandilla negra (anarquistas financiados por el crimen organizado); y quienes
provocaron los disturbios, fueron detenidos. La historia tan solo es el reflejo
de nuestro futuro y el siclo hoy se está cerrando frente a un cacicazgo
nacional que pretende robarse la soberanía del pueblo. El 1 de Diciembre fue una probadita de lo que
el “nuevo” sanguinario PRI pretende darle a la nación con tal de perpetuarse
otros 75 años en el poder; –“espionaje, fraude, mentira, corrupción, represión,
secuestro, prisión, censura, halconázos, porrísmo, militarismo, y grupos
Olimpia, ese es su estilo”– Como lo expreso Alberto Anaya Gutiérrez. Debemos
ser claros en que el último presidente soberano que tuvo México; aun padeciendo
de sus facultades mentales; fue Vicente Fox, pues efectivamente fue elegido
democráticamente por el pueblo.
Pero hoy en el país
existe un analfabeta que quiere que le llamen presidente; sin embargo, todo
aquel príncipe que adquiere su reino mediante el hurto, la mentira y el fraude;
y con la fuerza se impone ante el pueblo, tiende a ser odiado. Y Maquiavelo
advirtió que todo príncipe que es odiado por el pueblo; mas nó temido, es un
eslabón débil como su imperio, por lo que un presidente sin soberanía, no es
presidente. Para legitimar su gobierno Felipe Calderón Hinojosa provoco la
muerte de 90 mil hombres con su narcoguerra y 90 mil niños de regiones
indígenas producto del hambre y la pobreza ante la ineficiencia de sus
subalternos para hacer efectivos los programas sociales de alimentación.
¿Cuántas vidas arrancará este analfabeta presidencial para legitimarse y
complacer a Barack Obama el premio nobel de la paz? Más con el hecho de que
respaldo una reforma laboral que –“esclaviza, provoca hambruna, miseria,
pobreza, delincuencia y fortalece al crimen organizado”– como lo expreso el Dr.
Arturo Huerta, economista y catedrático de la UNAM.
–“El que tenga
oídos que entienda”– Sin embargo y a pesar de los crímenes cometidos el 1º de
Julio y el 1º de Diciembre del 2012; todavía hay un pueblo esperando a que
venga algún caudillo y los dirija, un Emanuel (salvador), un Jesucristo que los
libere. ¡Para qué quiere el pueblo que resurja un Zapata o un Villa! ¡Para que
los vuelvan a traicionar y los fusilen! De qué sirve que cristo nazca cada
Diciembre si ese libertador no nace en cada uno de nosotros. Y si cristo
volviera; ¿El pueblo creería que es él? No, mediocremente le volveríamos a
crucificar. Pues el pueblo esta tan acostumbrado al dolor que siempre vota por
su verdugo; así que no debe esperar a que su Jesucristo venga a liberarlo si él
no quiere ser liberado. El cristo ya vino de afuera hacia adentro y si queremos
ser libres ahora el cristo lo tenemos que traer desde adentro de cada uno de
nosotros hacia afuera; ahora el pueblo debe de liberarse solo. Disculpadme por
la parábola que hoy te doy, pero tampoco estoy dispuesto a perder si vosotros
no estáis dispuestos a luchar.
Solo me resta
felicitaos por haber llegaos al final de este sexenio y al final de este año,
dadle gracias a vuestro Dios por no haber sido víctima de esos 18 mil muertos
de Calderón. Por lo pronto ¡Feliz Navidad! Y que vos tengáis un desdichado año
2013, pues deseaos prosperidad, seria burla y cinismo de vuestra parte ante lo
gris y negro que se vislumbra vuestro futuro; el futura de vuestra nación. Lo
más probable es que vuelvan a ser los locos, los idiotas, los cuatreros, asalta
caminos, bandoleros, defraudadores, traficantes y jóvenes estudiantes quienes
vuelvan a tener que morir por una patria de cobardes en manos de gobernantes
tiranos, para darle libertad a ésta nación; pues “solo los locos abren el camino
que más tarde recorrerán los Sabios”; ¡Porque México, no tiene presidente…!
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* Estudiante de Posgrado
en Derecho Laboral (UAG); Promotor Nacional Juvenil, Ejecutivo Estatal y
Coordinador Municipal (PT).
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