Desde México
11/Octubre/2013
Los Olvidados de Dios y el Grito Silenciado por las Tormentas
Emilio Nahín Rojas
Madero*
“Mi vida por una
mejor Nación”
“Entonces miró a todas partes y viendo que no había nadie, mató al
egipcio y lo escondió en la arena. Y al día siguiente salió y viendo a dos
hebreos que reñían, le dijo al culpable: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él
respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros?
¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo y dijo:
Ciertamente esto se ha descubierto.”–Éxodo 2:12 al 14–
"Exponer a los oprimidos la verdad de la situación, es abrirles el
camino de la revolución”. – León Trotsky
–
“Cuídate de los buenos que los malos ya están señalados” – Refrán Popular –
Erotomanía es un desorden
psicológico manifestado en aquellas personas que deliran por sentirse amados.
El síndrome de protagonismo; es aquel en el que las personas coaccionan, para
imponerse como el eje central; las personas que lo padecen, por lo regular caen
en el egocentrismo. El mesianismo se manifiesta en las personas que se sienten
elegidas por Dios. El síndrome de la carencia afectiva; a pesar de ser el más
común en los seres humanos, a algunas personas en el extremismo las lleva a una
personalidad bipolar. Según estadísticas; solo el 4.2% de la población mundial,
manifiesta estos síndromes al mismo tiempo. Cuando todos estos trastornos
emocionales y mentales se presentan en una persona con poder; pueden poner a
una nación al borde de la extinción y México está representado por uno de
ellos. Se hace extraño que ningún médico especialista, psicólogo o
psiquiátrico, lo haya advertido de la conducta del supuesto mandatario
mexicano.
México está viviendo la
devastación producida por Manuel e Ingrid y sus gobiernos no pueden
enfrentarlo, no estaban preparados para éste desastre. Muchos de hechos solo
tenían un plan de acción: “comprar votos” para ser primer mandatarios o ediles.
Pero nunca contaron con un proyecto de gobierno o de nación; nunca previeron
que durante sus administraciones acontecerían este tipo de situaciones.
Inclusive la federación al estar comprometida con quienes la llevaron al poder y
la impusieron; repartieron todo el erario público de la nación en los pagos
políticos. Perdonaron impuestos como el del Grupo Televisa ($3 mil 334
millones) o hicieron gastos absurdos como el Boeing 787 ($750 millones de
dólares); y hasta desaparecieron las ganancias de la renta petrolera con la
finalidad de poder justificas su deseo de privatizar los energético. Por lo que
el fondo nacional para desastres naturales (FONDEN) es insuficiente para
reconstruir los más de 23 estados de la república que se vieron afectados. Hoy
hace mucha falta lo que la presidencia de la republica le repartió a sus
aliados y es dudoso que estos devuelvan sus regalos.
Ante esa incapacidad de los tres
niveles de gobierno para enfrentar la contingencia ambiental y buscando evitar que
los pueblos se les vayan encima y los destronen; se les hace necesario ejecutar
uno de los preceptos milenarios que a la letra dice: -“política; es el arte de
postergar una decisión hasta que deja de ser importante”-. Montando un
espectáculo político donde a la población damnificada se le enclaustra en un
mar de burocratismo, encuestas, reuniones y registros con la falsa promesa de
que se les dará apoyo; para que recuperen sus viviendas, pertenecías y
negocios, mientras las constructoras borran todo rastro de ellas sin
autorización de los damnificados para
que éstos no tengan pruebas con las que obliguen a las autoridades a
resarcirles los daños. Restauranteros, ramaderos y pequeños comerciantes serán
los principales afectados, pues a la mayoría no se les reubicará ni
reconstruirán sus negocios. Solo les seguirán entregando migajas de $10 mil
pesos para entretenerlo, dándoles falsas esperanzas, hasta que se enfaden de ir
a pedir ayuda a los ayuntamientos y se levanten por sí solos de su desgracia.
Es falso que estos gobiernos vayan a regalar electrodomésticos, muebles, casas
y pequeños negocios; cuando mucho un 15% de la población afectada, pero su
prioridad es solamente reconstruir la infraestructura y la imagen urbana.
Pero tú mi estimado lector; probablemente
buscas culpables y si los hay, pero primero démosle orden cronológico a la
catástrofe que hoy vive México. El día 13 de Septiembre (2013), ya se sabía del
acercamiento de ambas tormentas a las costas del Golfo de México y el Océano
Pacifico. Lamentablemente la presidencia de la republica estaba más ocupada en
el desalojo del magisterio en el zócalo capitalino del DF. Para el día 14 de
Septiembre; los fenómenos atmosféricos ya dejaban a los primeros municipios
bajo el agua; lamentablemente la presidencia estaba más preocupada en llevar
acarreados a la fiesta conmemorativa de la independencia mexicana. Al amanecer
del 15 se Septiembre; las tormentas ya tenían bajo el agua a la mitad del país;
pero el supuesto mandatario estaba más preocupado en dar el “grito” más
silencioso en la historia de México. Pues la mitad de los mexicanos no lo
vieron ni lo escucharon; buscando supervivencia, llorándole a sus muertos y a
su pertenecías. Pero sobre todo por la falta de energía eléctrica que silencio
los televisores.
Sin embargo; el 16 de Septiembre
fue muy distinto; regreso la energía eléctrica y los televisores resucitaron
para que el México hundido en las aguas, fuera testigo del desfile militar,
rellenado con acarreados y familiares de los militares. Cuando a esas alturas;
todos estos militares ya deberían de haber estado ejecutando el plan de
emergencia para desastres naturales (DN-III-E). Pero lamentablemente al
gobierno federal le interesaba más su legitimación; que proteger y salvar
vidas. Fue hasta la tarde de ese 16 de Septiembre; durante la cena ofrecida a
las delegaciones extranjeras, para presumirles su preocupación por el pueblo
mexicano. Pero fue el hazmerreír de las naciones que tenían mejor información
de lo que en el país estaba ocurriendo. Cuando Norteamérica vive este tipo de
tragedias; aun cuando sea el mismo 4 de Julio, las fiestas patrias se cancelan.
Este hombre buscando satisfacer su ego esquizofrénico; no lo hizo.
Psicológicamente ¿Se encontrará bien la presidencia de la república? EPN recientemente
anuncio su visita a Panamá y participación en la XXIII Cumbre Iberoamericana
los días 18 y 19 de octubre; cuando su homólogo Barack Obama cancelo su
participación en Malasia para enfrentar la crisis norteamericana. ¿Olvidó EPN
que México también se encuentra en problemas? Las mejoras y recuperaciones del
país, solo se observan en televisión porque la realidad es otra.
Para hablar de los decesos; se
hace verdaderamente obligado parafrasear al más brillante teólogo que tenemos
en México; -“los mexicanos nunca nos esperamos el hecho de que “San Pedro” nos
enviaría tanta lluvia”- y por ende debemos suponer que “Tláloc” se encargó de
abrirle las puertas del paraíso a las miles de víctimas de Manuel e Ingrid.
Pues la única manera de poderle creer a Osorio Chong la irrisoria cifra de 157
decesos, es que la tragedia hubiese sucedido de día; pero fue de noche y México
estaba durmiendo. Tan solo en la comunidad de la pintada en Atoyac de Álvarez,
fueron más de 80 casas las que quedaron bajo el alud; estadísticamente, cada
casa representa una familia y cada familia está constituida mínimamente por
cinco integrantes. El darles el termino de desaparecidos, no extirpa el
calificativo de decesos. Pues ¿Se puede sobrevivir bajo el lodo tanto tiempo?
Así mismo; el día 15 de Septiembre; los vecinos de Cerrito Rico en
Chilpancingo, Gro., estaban siendo testigos de una escalofriante escena similar
a la del filme “La guerra de los mundos” de Steven Spielberg y Tom Cruise; en
cuya escena, Dakota Fanning observaba el transitar de miles de cadáveres sobre
el río.
Ahora bien: se hace justo
mencionar la frase de Nazario Moreno González; que a la letra expresa: -“Al
santo se le santifica; al beato se le beatifica y a las ratas, se les
ratifica”-. Ya que a pesar del apoyo económico internacional que el gobierno
federal ha recibido desde Venezuela hasta el Vaticano, la presidencia aparte de
rastrilla estos recursos; ha nombrado a los peores hombres y mujeres
(defraudadores), para que administren y entreguen los recursos. En Acapulco se
nombró a Manuel Añorve Baños; en Coyuca de Benítez y la Costa Grande en
Guerrero, al famoso Héctor Vicario Castrejón. Muchas de estas personas; solo
están haciendo sus ahorros para sus propias campañas y compra de votos. Y los
más finos se han disfrazado de instituciones como “Cruz Roja Municipal” para
beneficias a sus familiares y amigos. Otros más para hacer proselitismo
electoral, altruistas propagandísticos o acaparadores que esperan los tiempos
electorales para regalar las despensas o comprar votos con el dinero del FONDEN
y otros recursos monetarios. Es más; hasta la propia SEDESOL federal hace lo
propio, implementando estrategias de coordinación ciudadana pero con fines
meramente electorales (comités seccionales).
Pero no solo la clase política
ante las desgracias; refleja lo obscuro de su corazón; también el hombre común
demostró su bajeza humana. Pues ante la desgracia a la inversa de solidarizarse
con las victimas damnificadas; no le importo aumentar los precios a los
productos alimenticios hasta en un 200%
cumpliendo con la ley comercial y mercantilista de –“A mayor demanda;
mayor costo”–. Como arrendador siguió cobrando la renta por viviendas que aún
hoy yacen bajo el agua. Como damnificado de albergue se organizó con otros en
su misma condición y acaparó la poca ayuda que llego y le negó el acceso a los
damnificados que fueron acogidos por familiares y amigos; expresando que éstos
no lo necesitaban. Tuvo el gusto de regañar a los militares que le limpiaban la
casa mientras él descansaba en su hamaca; argumentando que para eso les
pagaban. Y cuando les preparaban la comida y se las dejaban es sus mesas; éstos
se negaban a sentarse en ella y pedían que se las llevaran hasta donde se
encontraban acostados, expresado ser damnificados y que se les tenía que dar
buen trato; padeciendo del síndrome del enfermo.
Cuando frente a un desastre
natural de tal envergadura, los damnificados somos todos; los que perdieron su
patrimonio, los que fueron objeto de retención del salario porque sus patrones
fueron afectados, los que perdieron sus pequeños negocios y los que dejaron de
percibir los apoyos sociales (progresa, prosigue o 70 y más). Se es damnificado
porque no se tiene dónde dormir; como los niños de la montaña en Guerrero que
aun duermen en hojas de plátano como cama, con bolsas plásticas negras como
sabanas para mitigar el frío y se es damnificado porque no se tiene dinero para
comprar de comer. La única diferencia es el nivel de afectación y los menos o
nada afectados siempre terminan acaparando los apoyos, muchas veces porque la
gente más damnificada no se mueve, está esperando honestamente a que la vayan a
tomar en cuenta. Algunos de los gobiernos municipales hacen su agosto
monetario; cobrando por el derecho de uso de lavaderos a damnificados en los
albergues. En algunas municipalidades de Guerrero; la policía comunitaria
vuelve a dar el ejemplo, siendo ésta la que recorría las calles, alertando a la
gente de la inundación. En Tixtla Guerrero, los estudiantes de Ayotzinapa, en
plena tormenta y de madrugada; ayudaron a los ciudadanos a sacar sus
pertenecías.
Para algunos municipios; la
tragedia aún no ha terminado, pues después de la devastación, se teme de un
posible brote epidemiológico. Más aun frente al hecho de que algunas
administraciones municipales y estatales no cuentan con el medicamento
suficiente para vacunar a toda la población y evitar un posible contagio. En
Tixtla de Guerrero los habitantes se sienten un poco más preocupados por las
condiciones en que se pueda encontrar la presa “El Molino”; según ello, podría
desbordarse y arrasar con lo que queda de ésta histórica ciudad. Ahora bien
hablemos del otro culpable de esta y todas las tragedias gubernamentales;
pasadas y vigentes en el país. Ya terminaron las elecciones y ahora se están
viendo los estragos de la apatía, el valemadrismo, el conformismo y la falta de
dignidad a la hora de emitir el voto, frente a su compraventa. Pero el pueblo y
sus hombres eso no lo ven; por lo que culpan a Dios, al diablo y a cualquier
otro ser mitológico, pero jamás aceptan su responsabilidad. Ellos
dicen:–“¡Estamos olvidados por Dios!”– como si Dios nos hubiese regalado las
despensas, laminas, tarjetas o los $1 mil 500 pesos por voto a favor del que
usurpa la presidencia de la república y todos los representantes populares.
El pueblo es el que ha llevado a
mediocres, narcisistas, dictadores, esquizofrénicos mentales al poder ¿Cómo
esperamos tener buenos gobiernos? Jorge Mario Bergoglio (Papa Francisco)
expresa que: –“A la gente la empobrecen para que luego voten por quienes los
hundieron en la pobreza”–. Los gobiernos no pueden seguir en manos de políticos
analfabetas; se requiere de políticos que sean académicos, investigadores e
intelectuales que estén en los congresos, los tribunales y en los poderes
ejecutivos en todo el país; pero ¿Dónde están estos? Así no tendríamos
administraciones con problemas psiquiátricos que buscando legitimarse,
arriesguen a toda una nación. En otras naciones a los gobernados se les da
calidad de contribuyentes y saben que mientras más contribuyentes haya en la
nación; son más los recursos que enriquecen el erario público, por lo que para
ellos es fundamental preservar la vida. Pero en México, los ciudadanos no son
considerados ni como hombres, ni animales, mucho menos como contribuyentes.
Gracias a ese voto del 2 de Julio del 2012 –“El pueblo; tiene el gobierno que
se merece, en eso Dios no tiene culpa alguna”–.
* Estudiante de Posgrado en
Derecho Laboral (UAG); Integrante de la Promotora Nacional Juvenil, Ejecutivo
Estatal y Coordinador Municipal (PT México), Miembro de la Organización
Internacional de Juristas en Derecho Laboral (Sede Nueva York).
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