Desde Uruguay
29/Julio/2013
Después de Cochabamba y de la OEA
Cumbre del Mercosur: digna
respuesta de América Latina
Niko Schvarz
La XLV Cumbre del Mercosur y Estados asociados, efectuada en Montevideo
los días 11 y 12 de julio, constituyó una formidable respuesta de América
Latina, tanto a la provocación de cuatro países europeos contra Bolivia (que
todo el continente asumió como propia), como al sistema de espionaje practicado
por Estados Unidos en todo el mundo, incluidos los países de nuestra región, y
Brasil en primer término. Este pronunciamiento, de elevado contenido político e
intensa repercusión internacional, abarcó no solamente a los países miembros
del organismo integracionista (MERCOSUR), más los estados asociados y los que
están en proceso de incorporación plena, sino de hecho a la América Latina y
caribeña en su conjunto. Se reprodujo y se acentuó, de este modo, lo que ya
había sucedido en la reunión de Unasur en Cochabamba, apenas Evo Morales pudo
regresar a Bolivia, y muy poco después en la reunión extraordinaria de la
propia OEA en Washington.
Rasgos característicos de estas decisiones políticas fueron su inmediatez,
su contundencia, ajena a las medias tintas, y
la unidad sin fisuras exhibida por toda la América Latina y caribeña,
que en el caso de la OEA dejaron aislados una vez más a Estados Unidos y
Canadá. Ambos debieron enfrentar en solitario la firme decisión de los pueblos
y gobiernos de todos nuestros países, actuando de consuno y sin excepción. Más
allá de notorias diferencias entre ellos, se pronunciaron en estas instancias
en forma unificada y con una sola voz, un hecho notable en la actual realidad
internacional.
Es lo que destaca un comentario de fuente cubana, centrado en la reunión
de Washington. Bajo el título “La rebelión latinoamericana estremece a la OEA”,
incorpora este acertado juicio: “Ésta es una clara señal del cambio de época
que vive nuestra región según la feliz definición del presidente ecuatoriano
Rafael Correa. La correlación de fuerzas al sur del Río Bravo se inclina a
favor de la independencia de sus Estados y pueblos respecto a Estados Unidos.
Es así por más poder militar que posea, más descarado que sea su espionaje y
más amenazas que profiera contra los
gobiernos que no se le subordinan”. Concluye con una expresión de franco apoyo
a los países latinoamericanos que han ofrecido asilo político a Edward Snowden.
Recientemente, al asumir su cargo como Secretario de Estado, John Kerry
declaró que EEUU debía prestar atención a lo que sucede con América Latina
porque los territorios al sur del Río Bravo constituían su “patio trasero”.
Volvió a esta periclitada fórmula, pero tendrá que variar su criterio.
Venezuela en la presidencia del Mercosur
En la Cumbre de Montevideo, la número 45, el viernes 12 de julio Uruguay
transfirió la presidencia pro témpore del Mercosur a Venezuela por seis meses.
El martillo de madera pasó de manos de José Mujica a las de Nicolás Maduro, que
la sostuvo con la izquierda, mencionando en palabras emocionadas al presidente
Chávez. Antes había hecho lo propio Mujica, que evocó la memoria, el legado, el
recuerdo y la enorme imagen del presidente bolivariano. Esto ocurrió a las
16:15 horas, y la nota gráfica circuló por el mundo. Venezuela había ingresado
al organismo el 31 de octubre 2012. En la reunión se dieron pasos adelante en
el proceso de incorporación plena al organismo de Bolivia y Ecuador. Se
adhirieron también Surinam y Guyana. Maduro abogó por fortalecer y extender los
vínculos del Mercosur con organismos de integración de otras regiones de
América, tales como el Alba, Petrocaribe, el Sica, incluso el Brics. Asumió el
compromiso de resolver el reintegro de Paraguay al grupo (del que fue excluido
tras el golpe de estado contra el presidente Fernando Lugo) a partir del 15 de
agosto, día en que Horacio Cartes asume la presidencia. Esta propuesta recibió
unánime aceptación. Con la nueva integración, el Mercosur con sus 276 millones
de habitantes eleva su rango en la economía mundial y pasa a ser una potencia
desde el punto de vista de los recursos energéticos.
En la reunión, la presidenta Cristina Fernández recordó el papel de Néstor
Kirchner y de Lula en la génesis del Mercosur, y destacó la vigencia del
derecho de asilo. La presidenta Dilma Rousseff extendió su plena solidaridad con
Evo Morales, se refirió a la próxima incorporación de Bolivia, a Surinam y
Guyana como estados asociados y al retorno de Paraguay dentro de un mes; dijo
también que en la nueva estructura, Venezuela podría oficiar de engranaje entre
el Mercosur y la cuenca del Caribe. El presidente Evo Morales formuló un relato
detallado de las vicisitudes que debió padecer en Europa; agradeció la actitud del gobierno de Austria
y se preguntó qué habría pasado si este país no hubiera autorizado el
aterrizaje de su avión. Reveló que su aparato aterrizó en Viena a las 19 y 30
hora boliviana del martes y a las 19 y 17 horas del mismo día ya había llegado
el pedido de EEUU de extradición de Edward Snowden. Dijo también que debía
analizarse el empleo de medidas tecnológicas para impedir el espionaje
practicado por Estados Unidos.
Para que se advierta la amplitud de la reunión y del número de invitados a
participar: se escucharon luego exposiciones de los presidentes de Surinam y de
Guyana; del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, que adhirió a todas las
resoluciones, que ya se habían anunciado; del vicepresidente de Ecuador, Jorge
Glass, que representó al presidente Rafael Correa; del vicepresidente del
Consejo de Estado de Cuba (país que ejerce actualmente la presidencia de la
Celac), Ricado Cabrisas; del delegado de Chile, que trasmitió el saludo del
presidente Sebastián Piñera y expresó solidaridad con Evo Morales; del
vicecanciller de Colombia, aludiendo al diálogo que se desarrolla en La Habana
entre su gobierno y las FARC y que reconoció la actitud de Cuba y Noruega, de
Chile y Venezuela como garantes de un acuerdo de paz; del vicecanciller de
Perú, Hernando Rojas, con la adhesión del presidente Ollanta Humala; del
vicecanciller de Costa Rica, José Enrique Castillo, que aludió a la vinculación
del Mercosur con el Sica; de Luis Fernando Carrera, canciller de Guatemala; de
José Antonio Goytía, que trajo el saludo de Enrique Peña Nieto, presidente de
México, país que ha cumplido fielmente con el derecho de asilo (como bien lo
sabemos los uruguayos); del representante de Nicaragua, en nombre del
presidente Daniel Ortega y de Rosario Murillo; e incluso de un representante de
Corea del Sur. Todos, sin excepción, condenaron la actitud de los cuatro países
europeos y se solidarizaron con Evo Morales. Se repitió la unanimidad de la
reunión de la UNASUR en Cochabamba, Bolivia. En la parte final, la sesión fue
presidida por el canciller de Venezuela, Elías Jaua.
Las resoluciones aprobadas por los presidentes al término de la Cumbre,
preparadas en una reunión previa de los cancilleres y cuya nómina fue leída por
el canciller uruguayo Luis Almagro, se refieren a los siguientes temas: una
declaración de condena a los países que perpetraron la agresión contra el
presidente Evo Morales; otra declaración reafirmando la vigencia plena del
derecho de asilo como expresión del derecho humanitario (que Ecuador,
Venezuela, Bolivia y Nicaragua se declararon dispuestos a aplicar respecto a
Edward Snowden, lo que motivó total apoyo de los participantes); una tercera
declaración de rechazo al espionaje a escala planetaria ejercido por EEUU por
todas las vías y con la complicidad de determinadas agencias, lo cual ha
sacudido la conciencia pública en el mundo entero. Se reafirmó la decisión de
reincorporar a Paraguay (que fuera suspendido en la reunión de julio de 2012
efectuada en Mendoza, República Argentina) a partir del 15 de agosto próximo.
Se resolvió asimismo respaldar la denuncia efectuada por el presidente Morales
ante el Alto Comisionado de DDHH de la ONU; citar a los embajadores de Francia,
España, Portugal e Italia en los respectivos países en reclamo de explicaciones
y de que estos países expresen sus excusas a Bolivia, y a la vez llamar a
consulta a sus embajadores en las respectivas capitales europeas. Se harán las
gestiones respectivas ante la ONU y se solicita a Argentina que promueva el
tema ante el Consejo de Seguridad. Se reclamó asimismo la adopción de medidas
de seguridad cibernética, el cese del sistema organizado de espionaje y el reclamo
de enmarcar la lucha contra el terrorismo en las normas del derecho
internacional.
El espíritu que predominó en la reunión fue el de la unidad de los países
de América Latina y el rechazo frontal a las nuevas formas de colonialismo que
buscan fomentar divisiones y afectar el funcionamiento del bloque
latinoamericano. Los mandatarios reafirmaron “la decisión estratégica de la
integración regional, basada en valores compartidos y orientada al desarrollo
de las áreas económica, comercial, social, política y ciudadana” y
reiteraron “su compromiso con la
democracia, el orden constitucional y el estado de derecho, el respeto
irrestricto de los derechos humanos y la consolidación de la región como una
zona de paz”. En los puntos 7 y 8 de los 59 que integran la resolución final,
los presidentes condenan el incidente con el avión del presidente Morales y el espionaje de todas las comunicaciones
realizado por Estados Unidos como violatorio del derecho internacional.
Un punto especial, que mucho nos interesa, expresa el apoyo del bloque a
la iniciativa de Uruguay de construir un puerto de aguas profundas.
En directa relación con el caso Snowden, el documento rechaza “las
acciones que puedan menoscabar la potestad de los Estados de conceder e
implementar de forma plena el derecho de asilo, y en ese sentido rechazan todo
intento de presión, hostigamiento o criminalización de un Estado o de terceros
sobre la decisión soberana de cualquier nación de conceder asilo”.
El chantaje de EEUU por el caso Snowden
Esto nos trae de lleno al caso del ex agente de la CIA, que reveló ante el
mundo el espionaje ejercido por EEUU y que desde el pasado 23 de junio sigue
en el aeropuerto Sheremetievo de Moscú.
De paso sea dicho, en la reunión del Mercosur el canciller argentino Héctor
Timerman reveló que a ese sistema de espionaje han estado sometidos también una
nómina elevada de políticos argentinos de primer nivel, que citó por su nombre
y apellido.
Como es sabido, a este respecto el gobierno de Estados Unidos y el
Departamento de Estado están ejerciendo un chantaje indecoroso ante los países
que manifestaron su disposición a otorgarle asilo (como ya lo ha hecho Ecuador
en el caso de Julian Assange, el creador de WikiLeaks, refugiado en la embajada
de este país en Londres). Lo intentaron primero con Ecuador, precisamente, y ya
se conoce la digna respuesta que les propinó el presidente Rafael Correa. Lo
mismo ocurrió con Bolivia. Una oscura funcionaria del State Department llamada
Jen Pski ocupó las pantallas para proferir estas amenazas. Pero ha trascendido
incluso que el presidente Obama le ha solicitado a Vladimir Putin que entregue
a Snowden, a lo que Rusia se ha negado. Al parecer, éste estaría a la espera de
un salvoconducto que le permita viajar a uno de los países de nuestro
continente que le otorgó el asilo. Se
han barajado varias posibles vías al respecto. Estados Unidos no ceja en su
empeño de capturarlo por cualquier medio, porque no le perdona que haya puesto
en descubierto toda su amplísima red de espionaje ante el mundo entero. En todo
caso, la cumbre del Mercosur demostró que nuestros países asumen como propia la causa del asilo de Edward
Snowden y consideran que ha rendido un gran servicio a la humanidad con sus
denuncias, que no se han interrumpido y agregan a diario nuevos elementos.
nikomar@adinet.com.uy
Publicación Barómetro 18-07-13
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