07/Diciembre/2013
La teoría de la sumisión a la
conquista
Federico
Meléndez Valdelamar
La historia
descriptiva, esa que privilegia la mayoría de los historiadores, glorifica a
Vasco Núñez de Balboa (1475-1519) atribuyéndole el rango de descubridor del mar
del Sur, descripción que despierta
algunos asomos de inquietud y malestar en aquellos panameños que se resisten a
ponderar un hecho donde prevaleció la codicia y los apetitos insaciables por el
despojo del oro y otros minerales preciosos a nuestros pueblos originarios.
Sobre Balboa,
un perfecto desconocido en la península ibérica, reposan pocos referentes de su
infancia y procedencia familiar. No obstante, pese a sus limitaciones
cognitivas, Balboa, motivado por las faenas exitosas de Cristóbal Colón,
acumuló mucha experiencia a partir de su primer viaje con Rodrigo de Bastidas
en 1501.
Luego de
vencer a Cémaco y tras lograr un valioso botín, en septiembre de 1510, conforme
al voto efectuado, los españoles fundan la población de Santa María de La
Antigua del Darién. El éxito de la batalla contra el cacique, dio a Balboa
prestigio creciente sobre sus
compañeros, lo que iba en detrimento de la autoridad del Bachiller Enciso,
quien se desempeñaba como Alcalde Mayor de Nueva Andalucía.
En tierra
firme, Balboa se vio envuelto en varias escaramuzas por el poder y dominio de
las tierras descubiertas lo que devino en su decapitación en enero de 1519
“acusado de traidor y usurpador de los territorios de la corona”.
Aún cuando a
Balboa se le procura ubicar como un personaje menos agresivo, su agenda no dista de los apetitos voraces de los demás
conquistadores, mismos que seguían a pie juntillas las disposiciones de la
corona española la cual era el dominio, pillaje y saqueo a costa de lo que fuera de los nuevos
territorios avistados.
“En los
primeros 150 años de conquista, 17 mil toneladas de Plata y unas 200 toneladas
de Oro arribaron a España y potenciaron el incipiente desarrollo comercial y
manufacturero, que abrió las puertas a la Revolución Industrial y al desarrollo
capitalista de Europa”, sostiene Bernardo Veksler, investigador argentino.
En menos de
una década, los españoles exploraron casi todas las islas del Caribe,
especialmente Cuba, Jamaica; Puerto Rico y La Española. En 1513 Balboa avistó
el Pacífico. De 1520-30 se inició la conquista de México y Centroamérica. Y en
la siguiente, le tocó a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. (Vitali, 1998)
“Un siglo
después de la llegada de Cristóbal Colón al mar Caribe, de los más de 70
millones de indígenas, sólo quedaban tres millones y medio”.
A sabiendas de
esta radiografía, que marcó un antes y un después en la historia de la América
mestiza, en Panamá los “teóricos de la sumisión al invasor” destacan al
conquistador Balboa en Avenidas, estatuas y monedas, ignorando las luchas
legitimas de Cémaco, Bayano y Kibian que en su instinto natural ubicaron con
pertinencia los objetivos de dominación que animaba a los conquistadores
europeos. Seria honorable ponderar y
reconocer en la fecha de celebración de los 500 años de este
encontronazo de dos culturas el coraje de nuestros pueblos originarios por la
defensa de su dignidad.
Cordiales
Saludos Torrijistas
Movimiento de
Bases Torrijistas [MOBAT]
Coordinación
Nacional
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