Desde
México
11/Octubre/2013
PAN, PRI y
PRD, Listos Para Debate Energético
Rodrigo
Huerta Pegueros*
Este
lunes el Partido de la Revolución Democrática (PRD) dio a conocer en voz de
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su iniciativa de ley de reforma energética, con
lo cual se cierra el círculo en cuanto a las propuestas que el Congreso de la
Unión recibirá para iniciar formalmente el debate legislativo y en su
oportunidad votar en consecuencia por las presentadas por el Partido de Acción
Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Como
se dice popularmente, la pelota está en la cancha de los senadores de la
República y los diputados federales, quienes indudablemente tendrán que
enfrascarse, primero, en leer las tres iniciativas, encontrar sus puntos de
fortaleza y debilidades así como las coincidencias que tendrán sin duda en
estos proyectos.
Lo
que está claro, porque así se ha manifestado ya en diferentes formas y debates
públicos, es que hay tres puntos de vista diferenciados entre la propuesta del
panismo, del priismo y del perredismo.
Primero:
El PAN propone una reforma energética totalmente abierta a los mercados
nacionales e internacionales, con una pálida intervención del Estado mexicano
para regular la extracción y venta tanto del petróleo como electricidad y gas,
a través no de contratos sino de concesiones, lo cual obligaría al legislativo
a llevar a cabo reformas a varios artículos de la Constitución Política de
México, particularmente el 25, 27 y 28.
Segundo:
El PRI, al presentar su iniciativa de ley, dio a conocer la situación operativa
en que se encuentran tanto Petróleos Mexicanos como la Comisión Federal de
Electricidad, lo que ha obligado al Estado mexicano (léase gobierno) a importar
gasolina y gas y a que cada vez mayor número de empresas particulares sean
generadoras y mercantilizadoras de electricidad para lograr tener cubierta la
demanda nacional, lo que les obliga, como gobierno y partido a replantear la
forma de operar de estas dos empresas paraestatales, lo cual obliga a plantear
reformas a los artículos 27 y 28 constitucional pero sin introducir cambios en
el modelo de contratos a concesiones y si a proponer contratos con la
iniciativa privada nacional e internacional para firmar contratos de utilidades
compartidas y no de producción compartida, lo cual mantiene al Estado mexicano
como dueño absoluto de los recursos nacionales.
Frente
a estados dos posiciones, el PRD presentó sus cartas credenciales, donde hace
énfasis en rescatar a estados dos paraestatales de su operación deficiente y de
ser un ente bajo el yugo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
para el pago de impuestos y subsanar su administración con la salida de
personal del gobierno federal como del sindicato petrolero (en cuanto a Pemex
se refiere) a fin de que dejen de ser juez y parte en la conducción de estas
empresas.
Por
lo tanto, para modernizar y elevar la productividad de estas paraestatales no
necesariamente se requiere hacer reformas a la Constitución y menos al artículo
28 Constitucional, diría Cárdenas, ya que se corre el peligro de que con esos
cambios pueda darse en un futuro la venta total de Pemex y de la CFE.
Entonces,
la propuesta perredista enmarca los cambios sustanciales en una reforma a
varios artículos de las leyes secundarias, haciendo posible la firma de
contratos con empresarios nacionales y extranjeros, sin que se deje en manos de
estos el destino de los hidrocarburos y la electricidad de México.
Por
lo visto, los días subsecuentes, habrán de ser de un intenso debate dentro y
fuera de los recintos legislativos y de una gran movilización ciudadana para
presionar que quienes voten en el senado y la cámara de diputados, lo hagan
viendo y poniendo en primer lugar los intereses del pueblo y no de los grupos
empresariales nacionales y extranjeros que lo único que desean y aspiran es a
obtener las mayores ganancias posibles.
El
perredista Cuauhtémoc Cárdenas, haciendo un ejercicio de prospectiva, lanzó, a
la vez, un exhorto al pueblo de México para que se sume a un referéndum
nacional vinculatorio a fin de que si son aprobadas las reformas contrarias a
la presentada por el PRD, puedan ser reconvenidas y para ello, dijo, es
necesario recolectar más de dos millones de firmas para presentarlas a las
instancias respectivas y frenar el saqueo a la nación.
Hoy,
las iniciativas de la tres principales fuerzas políticas de México están en la
cámara de senadores (cámara de origen) para ser debatidas y discutidas y
posteriormente será trasladada al recinto de la cámara de diputados para que
ahí también se analicen y debatan y posteriormente se voten.
Los
mexicanos debemos estar alertas y sobre todo informados sobre la evolución de
estos debates para que cuando sea necesaria la participación de todos podamos
acudir a movilizaciones, referéndums o plebiscitos a los que seamos convocados
y con ello evitar ser presa fácil de cualquier intento de manipulación de
grupos, personas o partidos políticos interesados en esta amplia discusión que
será casi como un ejercicio parecido al de una nueva nacionalización del
petróleo y de la electricidad en México.
Periodista/Analista
Político*
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