Desde Venezuela
07/Diciembre/2013
La Guerra de Cuarta Generación
Oscar Rotundo
Venezuela, como la mayoría de los países a los que el imperialismo
norteamericano ha definido como parte de “sus intereses estratégicos”, está
sumergida en la dinámica de la Guerra de Cuarta Generación. Antes de la
revolución, sujeta a las estrategias de la “Guerra Fría” y la “Doctrina de Seguridad Nacional” el destino del país
estaba atado al del imperialismo, gracias al servilismo de una clase política
corrupta e inescrupulosa que se sentía confortable en su rol de vasallo de los
intereses extranjeros.
En la última década del siglo pasado, se concreta una opción de
independencia y soberanía con la irrupción de la Revolución Bolivariana que
encarna un desafío histórico para los planes de EE. UU, y éste, se plantea la
interrupción y conclusión del fenómeno bolivariano. El control y la apropiación
de los recursos naturales, están en el centro de las políticas hegemónicas del
imperialismo y en la configuración políticoestructural de la globalización, los
Estados Nacionales no existen, el mundo es un territorio universal sobre el
cual capea el capitalismo y el imperio norteamericano coherente con su
convicción primigenia inspirada en la concepción del “Destino manifiesto” piensa
que el planeta está a su disposición.
“La frase “Destino Manifiesto” apareció por primera vez en un artículo que
escribió el periodista John L. O’Sullivan, en 1845, en la revista Democratic
Review de Nueva York. En su artículo, O’Sullivan explicaba las razones de la
necesaria expansión territorial de los Estados Unidos y apoyaba la anexión de
Texas. Decía: “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por
todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el
desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como
el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el
desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como
destino”.
Vivimos en la época del más alto nivel de concentración de riquezas y de
capital por parte de una minoría que jamás haya vivido la humanidad. Las
primeras 8 empresas más grandes del mundo son norteamericana y su
capitalización bursátil asciende a 1.823.5 MM de Euros y el PIB de EE.UU es de
15.653.366 MM de Dólares situando a Norteamérica como lapotencia económica más
poderosa del mundo, seguida por China que tiene un PIB de 8.250.241 MM de
Dólares, según datos del F.M.I 2012
Según la revista Forbes el mexicano Carlos Slim, dirigente de un imperioamericano
de telecomunicaciones, es la persona más rica del mundo conuna fortuna de
73.000 millones de dólares . Si bien la expropiación por parte de las mayorías
explotadas y empobrecidas todavía no se alcanza a vislumbrar, la lucha de los
pueblos, en resistencia a la imposición de un futuro plagado de injusticias, ha
generado, año tras año, fenómenos político‐sociales que
han sacudido la “paz de los cementerios” y desde las entrañas de la
confrontación se han levantado gobiernos populares con políticas
revolucionarias, desafiantes al status quo de las doctrinas neoliberales.
Las políticas inclusivas y de reivindicación social han elevado en muchos
países el nivel de vida de las mayorías empobrecidas históricamente generando
mejoras en su calidad de vida mediante el acceso gratuito a la educación, la
salud y el deporte, a los bienes de consumo y la posibilidad de tener vivienda
y trabajo estable.
En Venezuela, la socialización de la renta internacional del petróleo,
sostén principal y fundamental de la economía del país, ha generado
modificaciones en las relaciones sociales de manera inimaginable en la década de
los noventa, cuando el neoliberalismo era dueño y señor de los destinos de la
patria de Bolívar. A diferencia de otros momentos en los cuales la bonanza
petrolera beneficiaba al país, en estos 14 años se han sentado las bases para
la construcción de una patria protagónica en el escenario internacional, que ha
tendido puentes a las naciones hermanas de la región y del mundo y consolidado
una sociedad profundamente democrática mediante un rescate histórico de las
instituciones y de la constitución, con una visión revolucionaria de la
necesaria unión del pueblo y sus Fuerzas Armadas en el marco de la construcción
de la identidad nacional.
Desde estas páginas hemos hablado sobre las características fascistas,
antidemocráticas y terroristas de los sectores que, hoy por hoy hegemonizan a
la oposición antichavista y también nos hemos hecho eco de las denuncias sobre
los planes para acabar con la revolución, fundamentalmente después del
fallecimiento del Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Hemos hablado
de los intentos de magnicidio, sabotajes y la penetración de paramilitares y
mercenarios, pero además de estas estrategias para derrocar al gobierno y
abrirse paso en el desmonte de la revolución, existen otras alternativas para
el logro de esos fines que no necesariamente requieren de la utilización de
armas de fuego o explosivos.
Todo accionar militar cuenta con un cuerpo de ideas que lo sustenta, así
como se conoce el tratado “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu o “De la guerra” de Karl von Clausewitz la Guerra de Cuarta Generación (Fourth
Generation Warfare ‐ 4GW) es el término usado por los analistas y
estrategas militares para describir la última fase de la guerra en la era de la
tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas. En 1989 comenzó la
formulación de la teoría de la 4GW cuando William Lind y cuatro oficiales del
Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, titularon
un documento: "El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta
generación", publicado simultáneamente en la edición de octubre del
Military Review y la Marine Corps Gazette. La teoría de la cuarta generación
segmenta la historia occidental en cuatro períodos, a cada uno de los cuales le
correspondió una generación de la guerra.
Estos períodos son:
a) clásico (entre tropas),
b) medieval (tropas, dispositivos tecnológicos e inteligencia),
c) moderno (tropas, tecnología, inteligencia, contrainteligencia y
capacidad de fuego remoto), y
d) posmoderno (desinformación, comunicación borrosa, cibernética,
nanotecnología y formas de control de la población).
La estrategia de la guerra de cuarta generación privilegia el uso de los
medios de comunicación y las Tecnologías de la Información y Comunicación para
conseguir sus objetivos. ¿Cuáles son estos objetivos?, el control social,
político o militar, sin llegar al uso de la armas, según sea la etapa de la
confrontación social y política en el lugar en que se desarrolla. Su definición
técnica de "Guerra Psicológica", o "Guerra sin Fusiles" la
caracteriza por el empleo planificado de la propaganda y de las acciones
psicológicas orientadas a direccionar conductas mediante el accionar de
expertos en comunicación y psicología de masas. El país agredido es víctima de
campañas de desinformación, descrédito y aislamiento a nivel nacional e
internacional. Su propósito confundir, desmoralizar y romper la unidad del
frente interno y los aliados en el exterior. La gran difusión y proliferación
de noticias, propagandas y opiniones en desmerito de las políticas, las obras o
la imagen de los dirigentes del gobierno, así como de las instituciones, por
radio (AM‐FM), Televisión, Internet y las redes sociales, son su
herramienta más idónea, pero fundamentalmente la propagación boca a boca, de
informaciones sin verificación de fuente, ni certeza sobre su veracidad, las
más efectivas. La globalización del mensaje y las capacidades para influir en
la opinión pública mundial, convertirán a la Guerra Psicológica Mediática en el
arma estratégica dominante de la 4GW.
La comunicación e información manipulada mediante el desarrollo de
estrategias de marketing, desinformación y terror psicológico fundadas en el
estudio sobre los comportamientos individuales y grupales de sectores y/o
estratos poblacionales considerados vulnerables, genera la posibilidad de
captar elementos que, consciente o inconscientemente, se sumen a un discurso o
acción pre establecida dentro de la estrategia “maquiavélica” de "divide y
reinarás".
La libertad como argumento
“Los Estados Unidos parecen
destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la
libertad”. -Simón Bolívar (1783‐1830)-.
La libertad ha sido, como se plantea en el ya citado “Destino Manifiesto”,
el caballito de batalla que los Estados Unidos en su afán de imponer el
capitalismo en todo el mundo han usado para invadir, derrocar gobiernos y
masacrar a los pueblos resistentes. Dentro de la concepción de la “guerra
psicológica” y “la guerra de cuarta generación”, la “libertad” cobra un papel
fundamental a la hora de la lucha subversiva contra los gobiernos populares,
democráticos, o simplemente contrarios a los intereses de los Estados Unidos.
¿De qué “libertad” hablan los Estados Unidos? Fundamentalmente de la que
relegue al Estado de toda responsabilidad con respecto a la garantía de
contención social (salud, educación, protección a la vejez y a la niñez) de los
sectores más pobres de la ciudadanía. En su concepción de “democracia y
libertad” impera el criterio de la sobrevivencia del más fuerte, del individuo
más apto. El mundo es para “los mejores”, según sus parámetros morales “Desde
su origen como nación, el sueño de Estados Unidos ha sido encontrar la
perfección social a través de un triple compromiso: con la divinidad
(cumpliendo con el destino impuesto por Dios), con la religión (observando una
moral intachable) y con la comunidad (defendiendo su libertad, su seguridad y
su propiedad)”. 6 , y del resto que se apiade Dios. La palabra libertad figura
en cada evento de agresión a los pueblos, en
Argentina la alianza que derrocó al gobierno del general Juan Perón en
1955 de la mano de la oligarquía se llamaba “Revolución Libertadora” en
Venezuela la oposición fascista ataca al gobierno Chavista en nombre de la
falta de “libertad” de prensa, de oportunidades, de los supuestos presos políticos, etc.
La libertad desde el punto de vista revolucionario es la posibilidad que
tiene los pueblos de salir de la miseria, de la explotación, de la ignorancia,
es la posibilidad de poder construir un futuro con soberanía e independencia.
Para el imperialismo es la posibilidad de relacionarse económicamente
favoreciendo al dueño del capital y al dueño de la tierra, esta “libertad” es
sinónimo de desamparo para el que nada tiene, es la “libertad” de morirse de
hambre y aceptar sumisamente las reglas del juego que impone el patrón, el
Capital. Este argumento de la “libertad” tan difundido también en la campaña
contra el comunismo en todas las épocas, apuntaba a derrotar la concepción de
la existencia de la lucha de clases enarbolada por el marxismo y que coloca la
relación capital‐trabajo en el marco de una confrontación entre los explotadores
y los explotados, desde la cual se configura una percepción de la sociedad
totalmente distinta a como se plantea en el capitalismo.
Esta contradicción antagónica entre estos dos proyectos de sociedad, en
última instancia, configura la lucha por la supervivencia de la humanidad y la
vida en el planeta, es por ello que la guerra de cuarta generación, como última
reflexión sobre la dominación y derrota del enemigo, se plantea en el terreno
psicológico y cultural, es entre el modelo de desarrollo occidental capitalista
y sus antítesis, expresadas a través de los modelos alternativos como el modelo
planteado en la alternativa bolivariana.
La guerra de cuarta generación también comprende la ofensiva mediática
internacional destinada a debilitar el apoyo hacia el gobierno objeto de la
desestabilización, tratando de cortarle el acceso a fuentes que garantizan sus
sistemas vitales (alimentación, suministros, transporte, energía, sistemas de
salud entre otros) y desvirtuar la situación político‐ social en los
foros internacionales, con el fin de causar sanciones y presiones de los
organismos internacionales y las potencias extranjeras. Su propósito legitimar
la futura confrontación violenta y el uso de armas de fuerte impacto en la vida
del país.
La articulación entre los grandes multimedios medios masivos de
comunicación, como soporte de los planes conspirativos de dominación, tiene
como objetivo destruir el pensamiento reflexivo (información, procesamiento y
síntesis) y sustituirlo por una sucesión de imágenes sin resolución de tiempo y
espacio (alienación controlada). Como en la confrontación militar, el plan de
guerra psicológica está destinado a: aniquilar, controlar o asimilar al
enemigo. Estas unidades de Guerra Psicológica son complementadas por Grupos
Operativos, infiltrados en la población civil con la misión de detonar hechos
de violencia y conflictos sociales que incremente el estado de malestar y el
enfrentamiento entre bandos, generando un espiral de violencia progresivo.
El bombardeo mediático con informaciones sesgadas está destinado a afectar
la psicología del receptor, no manipula su conciencia, sino sus deseos y
temores inconscientes. No se quiere que este piense información, sino que
consuma información: noticias, títulos, imágenes, que excitan sus sentidos y su
curiosidad y que luego él difundirá entre sus relaciones sociales, mediante
twitter o Facebook o en charlas ocasionales y que sentaran un precedente
creíble para otros receptores desprevenidos, o aturdidos por la vorágine de la
vida cotidiana. Esta estrategia actúa sobre los tres pilares fundamentales para
el funcionamiento del Estado; la gobernabilidad política‐institucional,
la estabilidad económica, y la paz social. Cuando se altera el funcionamiento
del sistema mediante el ataque desestabilizador a alguno de estos pilares la
oligarquía y el fascismo comienzan a presionar nacional e internacionalmente
para el restablecimiento del "orden" y eso no es otra cosa que el
llamado a un golpe de Estado o una intervención extranjera.
Esto que ilustramos desde la doctrina de la Guerra de Cuarta Generación es
la hoja de ruta que hemos visto en manos de los fascistas en estos 14 años y
fundamentalmente desde marzo de este año y configura su accionar para los
próximos meses. Lo vemos a diario en las propagandas del Partido Primero
Justicia y en las declaraciones de los más connotados representantes
opositores, de las que solo se puede sacar una conclusión:“estos es un caos,
hay que salir del gobierno, hay que salir del chavismo”.
Vemos como delante de nuestros ojos se desata una guerra económica que
induce a la desesperación y a la confusión, como agitadores y provocadores tratan
de ganar las calles para promover la violencia y como desde los medios de
información privados “lo malo lo hace el gobierno y lo bueno lo hacen las
empresas privadas y las Ongs”.
Para que esta estrategia colonialista de la Guerra de Cuarta Generación dé
resultados positivos es necesario contar con lo que ellos llaman “Alienado
Programado” (AP) o “individuo‐masa”, sujeto manipulado que responde a la realidad
virtual que reflejan los medios y que actúa en consecuencia con lo que ve, sin
meditar, o cuestionar la falsedad o realidad de lo que recibe, pero aún peor,
sin reflexionar si lo que recibe atenta contra sus verdaderos intereses, sus
intereses de clase.
Sin el estudio de la realidad en función de los intereses de clase es
complicado tomar parte hacia uno u otro proyecto de país, es por ello que la
oferta del capitalismo y del fascismo siempre aparece de manera engañosa, en un
claroscuro sinuoso que tiende a la confusión, por ejemplo dicen que en un
gobierno de ellos habría pleno empleo, pero no dicen si mantendrían la actual
ley orgánica del trabajo y de cuanto seria el salario , entre otras cosas,
tampoco hablan de si mantendrían el subsidio a la economía, cosa que posibilita
y complementa el salario y el consumo para los sectores de menores recursos,
como en el caso Mercal.
Obviamente a esto hay que sumarle el prejuicio que genera en los sectores
más reaccionarios de la comunidad el ascenso social de los indígenas, los
pobres estructurales y los inmigrantes latinoamericanos y caribeños a los que
estos “nuevos mantuanos” siempre han visto con recelo y desprecio. Este coctel
explosivo y fácil de manipular al calor de los problemas reales que existen en
el proceso revolucionario, nos debe llamar a la reflexión y a la prudencia, y a
estar atentos y organizados, en un proceso de discusión permanente, ante los
sucesos que puedan desarrollarse hacia finales de año y comienzos del 2014, ya
que como lo demuestra la historia en Venezuela, esa es una fecha de alta
sensibilidad social, que en el 2002 ha sido explotada por los fascistas para
provocar una situación violenta y a la que este año, se sumara la realización
de un evento electoral al que estos caracterizan como plebiscitario.
La revolución no solo ha generado una mejora incuestionable en los niveles
de vida de la población, también nos ha puesto ante una responsabilidad
histórica en la lucha por la emancipación de los pueblos y es nuestro deber
asumirla.
oscar.rotundo.caracas@gmail.com
PIA: :www.noticiaspia.com.a
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