25/Abril/2014
Desde Uriguay
Doble derrota en la propia OEA
NikoSchvarz
La sede de la OEA en Washington fue escenario el viernes 21 de marzo de
una nueva derrota de Estados Unidos y de su amanuense, el gobierno panameño
de Ricardo Martinelli, al rechazar la presencia de María
Corina Machado, vocera de los golpistas venezolanos, que pretendía promover
acciones intervencionistas contra el gobierno legítimo de la República
bolivariana. Este episodio se suma a la derrota estrepitosa del imperio del
norte y de su socio panameño en la reunión del Consejo Permanente de la OEA del
viernes 7 de marzo, que tras rechazar una moción intervencionista de Panamá
aprobó una resolución propuesta por Bolivia de plena solidaridad con Venezuela,
de apoyo al diálogo de paz promovido por su gobierno y de respeto al principio
de no intervención, que fue apoyada por 29 votos a favor y dejó aislado en la
negativa a EEUU, acompañado solamente por Panamá y Canadá. Ambos episodios
demuestran que la OEA de hoy ya no es la misma de ayer.
No es la misma que, por ejemplo, impuso en marzo de 1954 la invasión de la
Guatemala democrática de Jacobo Arbenz por las huestes de Castillo Armas, con
la presencia del secretario de Estado John Foster Dulles en la reunión de la
OEA en Caracas, precisamente, en la cual Guillermo Toriello se erigió en el
canciller de la dignidad de la América Latina y caribeña. La actual OEA tampoco
es la misma que cohonestó todas las invasiones de Estados Unidos contra los
países americanos que se alzaban a la conquista de la libertad. Algo ha
cambiado en nuestro continente, y ello se refleja en la propia OEA.
Ahora, en la sesión del viernes 21, el Consejo Permanente de la OEA
rechazó por 22 votos en contra, 9 abstenciones y 3 votos a favor, que la
diputada venezolana del partido derechista Un Nuevo Tiempo, María Corina
Machado, fuera la voz para tratar la situación de Venezuela en el seno de la
organización. El gobierno de Panamá perpetró la maniobra, pretendiendo que la
diputada venezolana hablara en su nombre, con el obvio propósito de
desacreditar al gobierno venezolano. Esto fue rechazado de plano. La diputada
debió conformarse con una conferencia de prensa a la que la CNN le abrió sus
espacios, y con dirigirse a un grupo de venezolanos opositores en las afueras de
la sede de la OEA en Washington. El embajador de Venezuela ante el organismo,
Roy Chaderton, dijo que constituye “…una aberración que la OEA, que invoca la
Carta Democrática, diera la palabra a un personaje que apoya la
desestabilización en Venezuela”. Y agregó: “Hoy recibieron una derrota más, tal
cual ocurrió el 7 de marzo pasado”. A su juicio, la diputada realizó “un show
mediático” inconducente.
En el debate originado en torno a estos hechos se invocó un precedente: en
el pasado, el líder panameño Omar Torrijos colocó en la delegación de su país
al padre Miguel D’Escoto con el objetivo de defender a las fuerzas sandinistas
contra la dictadura de Somoza. Aquí ocurre exactamente al revés: se trataba de
abrirle paso a un sector golpista que busca derribar por la violencia a un
gobierno constitucional y apoyado por el pueblo.
En este caso, de todos los países integrantes de la OEA solamente tres
apoyaron la maniobra, los mismos que el pasado 7 de marzo: EEUU, Panamá y
Canadá.
Es evidente que en este caso fracasó otra tentativa urdida por sucesivos
gobiernos de Estados Unidos y sus agencias, que se viene desplegando desde que
Chávez accedió a la presidencia. Se recuerda, en este sentido, que EEUU
promovió y reconoció de inmediato el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y,
fracasado éste, el paro petrolero de diciembre 2002–marzo 2003. Estados Unidos
interviene en Venezuela a través de múltiples agencias, empezando por la CIA y
la National Endowment for Democracy, NED (Fondo Nacional para la Democracia).
Esta última fue creada por el Congreso durante la presidencia de Ronald Reagan,
y entre los miembros pasados y presentes de su directorio figuran Henry
Kissinger, Madeleine Albright, ZbigniewBrzezinski, Frank Carlucci (ex director
adjunto de la CIA), Paul Wolfowitz, el senador John McCain, así como Francis
Fukuyama, el teórico del “fin de la historia”.
La NED opera en Venezuela mediante diversos organismos y en su informe anual del año 2012 se revela que
destinó millones de dólares a la labor en este país. La especialista Eva
Golinger estima que desde 2002 se destinaron más de 100 millones de dólares
para financiar la actividad opositora al gobierno venezolano.
Venezuela ha insistido en que el organismo idóneo para tratar el tema es
la UNASUR, Unión de Naciones Suramericanas. Dice un cable al respecto:
“Venezuela ha insistido en que sólo la Unión de Naciones Suramericanas es el
organismo de integración regional apto y confiable en el que se puede hablar de
la situación que atraviesa el país, un golpe de Estado suave ejecutado por la
derecha venezolana, pero financiado desde Estados Unidos”. La Comisión de la
UNASUR para acompañar el diálogo político en Venezuela efectuará su primera
reunión en Caracas los días 25 y 26 de marzo, tal cual informó el canciller de
Ecuador, Ricardo Patiño.
Otro hecho relevante, en medio de las movilizaciones a favor del diálogo
por la paz promovido por el gobierno y dotado de una organización extendida a
todo el país: el sábado 22 se registró en Caracas una masiva manifestación de
estudiantes por la paz y la vida.
nikomar@adinet.com.uy
Publicación Barómetro
27-03-14
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