Desde
Prensa Internacional
Fecha:
10/Noviembre/2014
¿Quiénes comandan al Estado Islámico?
Por Leandro Albani
Orígenes,
composición y proyección del Estado Islámico, el nuevo factor de
desestabilización en Medio Oriente. Su rol como flamante “enemigo útil” de
Estados Unidos en el marco de la reconfiguración de la estrategia imperial de
la Casa Blanca en Medio Oriente.
La
obtención de los recursos energéticos, el control geopolítico, la destrucción
de los últimos gobiernos nacionalistas y díscolos a Washington, la preocupación
creciente del avance de la guerrilla de izquierda del Partido de los
Trabajadores del Kurdistán (PKK), la desestabilización y el terror como forma
de hacer política, conforman el actual panorama de Medio Oriente, atravesado
nuevamente por los bombardeos de Estados Unidos sobre Irak y Siria.
Desde
hace cuatro años, la Casa Blanca comenzó la reconfiguración de una región que
siempre consideró estratégica. Bajo el manto de la “Primavera árabe”,
Washington inició una política de dualidad, en la que profundizó su
enfrentamiento contra los gobiernos de Irán y Siria, mientras buscó poner paños
fríos en las naciones aliadas que vivieron (y viven todavía) revueltas
populares, como los casos de Egipto, Yemén y Bahrein.
El
nuevo factor de desestabilización en Medio Oriente ahora se denomina Estado
Islámico de Irak y el Levante (EIIL), organización terrorista conformada por
mercenarios y que levanta las banderas del Islam más ortodoxo. Su avance sobre
el norte de Irak y Siria, dejando miles de muertos, confirma el doble discurso
estadounidense. En Siria, organizaciones similares al EIIL todavía son
financiadas y protegidas por Washington y sus aliados; en Irak, el gobierno de
Barack Obama decidió “combatir” al Estado Islámico con una lluvia de bombardeos
que también caen sobre territorio sirio.
El
EIIL se convirtió en el “enemigo útil” de Estados Unidos, hecho que se repite a
lo largo de la historia de la principal potencia mundial. Los gobiernos de
Rusia, Siria e Irán vienen denunciando las fluidas relaciones entre el Estado
Islámico y Washington. Esta situación ya fue constatada en diversas
investigaciones, tanto de grandes medios de comunicación como de medios
alternativos. Una lectura diaria de noticias en las cadenas HispanTV, Russia
Today o Al Manar muestra que Estados Unidos, las monarquías del Golfo Pérsico,
Turquía y las potencias europeas son los financistas del EIIL. Y ese dinero
inyectado al Estado Islámico es el responsable de la violación masiva de
mujeres y los asesinatos masivos que perpetran los mercenarios que Estados
Unidos dice combatir.
El Califa
Detrás
del senador estadounidense John McCain, con los ojos entrecerrados por el sol,
Abu Bakr Al Baghdadi – o el ahora conocido Califa Ibrahim -, se mantiene en un
segundo plano de la foto. En otra imagen, ya con los ojos bien abiertos, Al
Baghadadi es parte de la comitiva que recibe al ex candidato presidencial de
Estados Unidos. McCain, miembro del partido Republicano, el año pasado viajó de
forma ilegal a Siria y mantuvo reuniones con jefes e integrantes de grupos
terroristas como el Frente Al Nusra y el Ejército Libre Sirio (ELS). En la
última foto difundida, Al Baghadadi, que por estos días comanda con mano de
hierro al Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), escucha atentamente las
palabras del senador. Una oficina iluminada, con cómodos sillones, es el lugar
de encuentro de los jefes terroristas con el ex candidato, ocurrido en mayo de
2013. Más allá de cierta conmoción mediática, el hecho de que un representante
de Washington ingresara a un país de forma clandestina para entrevistarse con
terroristas no generó demasiada condena internacional. El senador McCain
continúa ejerciendo su puesto en el Parlamento estadounidense y operando juntos
a los terroristas de Medio Oriente.
Por
ese entonces, Al Baghdadi, que ostentaba su verdadero nombre Ibrahim Al Badri,
figuraba desde de 2011 en la lista de los cinco terroristas más buscados por la
justicia estadounidense (Rewards for Justice). Según lo detalla el investigador
Thierry Meyssan, a partir del 5 de octubre de 2011 Al Badri también había sido
incluido en la lista del Comité de Sanciones de Naciones Unidas por ser
integrante de Al Qaeda. Meyssan agrega que un mes antes del encuentro con el
senador republicano, Al Badri ya había conformado el EIIL, mientras continuaba
siendo “miembro del estado mayor del ‘moderado’ Ejército Sirio Libre”. En ese
momento, el ahora autoproclamado Califa se responsabilizó por el ataque contra
las cárceles de Taj y Abu Graib, en Irak, hecho en el que se fugaron entre 500
y 1000 yihadistas que se unieron al EIIL.
Al
Baghdadi, considerado el hombre más peligroso del mundo, está doctorado en
estudios islámicos por la Universidad de Bagdad. Nacido en Samarra en 1977, el
Califa se unió a grupos yihadistas en 2003, luego de la invasión de Estados
Unidos a Irak en 2003. Un año después, fue capturado y estuvo 11 meses
prisionero en el centro de detención Camp Bucca, controlado por las fuerzas
estadounidenses. Liberado en 2004, y luego de establecer relaciones con ex
militares que respondían a Saddam Hussein, Al Baghdadi se enroló en Al Qaeda y
comenzó la creación del Estado Islámico. La unión entre ambas organizaciones se
rompió cuando el Califa cuestionó Aymán Al Zawahirí, líder de Al Qaeda y
sucesor de Osama Bin Laden.
Al
Baghdadi asumió el control del EIIL en abril de 2010 y el 29 de junio de 2014
se autoproclamó Califa, denominación que se le otorga al monarca absoluto del
Estado Islámico. A principios de julio de 2014, el ex miembro de Al Qaeda
realizó su primera aparición pública en la Gran Mezquita de Mosul, ciudad
iraquí tomada por los mercenarios del EIIL. Ataviado de con ropa negra y
ostentando una larga barba, Al Baghdadi llamó a sus seguidores a implementar la
Sharia (Ley islámica) y a combatir a los enemigos de Alá. Esos enemigos, para
el EIIL, son tanto los cristianos, yezadíes y kurdos, como también los árabes
de Siria y los iraníes que rechazan la interpretación del islam que impulsa el
Califa.
Los
interrogantes sobre Al Baghdadi se acrecentaron cuando el ex integrante de la
Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), Edward Snowden, reveló
los servicios de inteligencia británicos y estadounidense, junto al Mossad
israelí, trabajaron juntos para crear el EIIL. Según documentos filtrados, Al
Baghdadi recibió entrenamiento militar durante un año por parte del Mossad,
además de cursos de teología y el arte de la palabra. También se difundió que
la verdadera identidad del Califa es Elliot Shimon y se desempeña como agente
de la inteligencia israelí.
El pelirrojo
El
“yihadista pelirrojo” es el alias que le endilgan los medios de comunicación.
Omar Al Shishani es uno de los principales comandantes del EIIL y en las
últimas semanas sus fotos se difundieron profusamente. Sus características
sobresalientes son una frondosa barba roja que resalta su piel blanca y, por lo
escuchado hasta ahora, su capacidad en estrategia militar. Entre sus
“galardones” se encuentran la organización de la toma de la ciudad iraquí de
Mosul en junio pasado y los ataques a varias bases castrenses en los
alrededores de la ciudad de Aleppo, en el norte de Siria.
Nacido
en Georgia bajo el nombre de Tarkhan Batirashvili, hijo de madre musulmana y
padre cristiano, el comandante pelirrojo del EIIL se pasea rodeado de
guardaespaldas que portan los clásicos fusiles AK47. Desde el avance del Estado
Islámico sobre Irak, Al Shishani –un ex sargento de la inteligencia georgiana-,
fue apareciendo cada vez más e imponiéndose como uno de los líderes de la
organización que busca implementar un Califato en Medio Oriente. Hasta su
ingreso al EIIL, el comandante pelirrojo lideraba la milicia Jaish Al Muhajirin
Wal Ansar, compuesta por ciudadanos del Cáucaso Norte y que operaba en
Chechenia. Se calcula que la milicia de Al Shishani estaba compuesta por unos
3.000 mercenarios provenientes del Cáucaso Norte, Crimea y Ucrania, además de
algunos ciudadanos árabes. En una entrevista concedida al portal Beladusham, Al
Shishani confirmó que el EIIL recibió financiamiento del líder del Emirato del
Cáucaso, Doku Umarov, uno de los terroristas más buscados por Rusia.
La
escasa información dispersa sobre Al Shishani señala que ingresó al Ejército
georgiano para cumplir el servicio militar entre 2006 y 2007, y en 2008
participó en los combates de la guerra ruso-georgiana, por lo cual fue
ascendido a sargento. Abandonó las Fuerzas Armadas luego de sufrir
tuberculosis, enfermedad que le permitió salir de prisión sin cumplir su
condena, en la que estuvo 16 meses presos por portación ilegal de armas.
Nuevamente
en libertad, el comandante del EIIL pasó por Egipto y Turquía, y finalmente
llegó a Siria para encabezar los planes de desestabilización contra el gobierno
del presidente Bashar Al Assad.
Se estima que Al Shishani es uno de los
lugartenientes fundamentales de Al Baghadadi y su capacidad de influencia
dentro del Estado Islámico crece día a día. Medios internacionales citaron una
entrevista al comandante pelirrojo en la cual asegura que sus motivaciones para
el combate es debilitar a “un país amigo de Rusia”, en referencia a Siria. Al
Shishani también afirmó que su odio hacia Estados Unidos se debe a que es un
país “enemigo de Alá”. Su crudeza militar contra las poblaciones de Siria e
Irak le valió ingresar en la lista de 14 yihadistas y jefes terroristas más
buscados por Estados Unidos.
El segundo y los demás
Quienes
también aparecen en la lista difundida por Estados Unidos se encuentran Tariq
Al Harzi, segundo jefe del EI, y Amru Al Absi, quien a mediados de julio el
Estado Islámico nombró líder en la provincia siria de Homs, cuya capital es la
tercera ciudad en importancia en la nación árabe.
Al
Harzi, de origen tunecino, es acusado de planear cientos de ataques suicidas en
todo el mundo y organizar el ataque
contra el personal de Naciones Unidas en Líbano. El segundo del Califa, con
apenas 32 años, tiene la virtud de las buenas relaciones, ya que recaudó dos
millones de dólares en donaciones de patrocinadores provenientes de Qatar,
hecho que confirma la relación intrínseca entre la monarquía del Golfo Pérsico
con el EIIL.
Por
su parte, Al Absi es imputado de organizar secuestros en la ciudad siria de
Aleppo, una de las más afectadas por las masacres y atentados cometidos por el
Estado Islámico, como también por el Frente Al Nusra.
Otros
de los terroristas que operan junto al EI son Entre Salim Benghalem, un
ciudadano francés condenado a muerte que realiza “ejecuciones” en Siria;
Lavdrim Muhaxheri, un albanés de Kosovo que publicó imágenes de sus
decapitaciones; y Murad Margoshvili, un compañero checheno de Shishani que creó
una base de entrenamientos terrorista cerca de la frontera con Turquía.
Según
una investigación de Ana Sánchez Resalt, publicada en el portal Observatorio
Eurasia, Margoshvili integró las fuerzas
aéreas de defensa de la entonces Unión Soviética (URRS) en Mongolia. Al
desintegrarse la URRS, Murad se trasladó a Chechenia y en 1995 se unió a las
milicias de Al Khattab, compuesta por muyahidines extranjeros, mayoritariamente
árabes. En 2003, Margoshvili fue capturado el Ejército ruso y encarcelado
durante dos años y medio. Para 2008, el miembro del EIIL organizó un grupo de
milicianos en Daguestán y en 2012 llegó a Siria, donde creó Jund Al–Sham,
vinculado al Frente Al Nusra. En la investigación, Sánchez Resalt señaló que
Margoshvili está “conectado con varios atentados ocurridos en Osetia del Norte,
en Mozdok”.
La
participación de extranjeros en el EIIL, tanto en Siria como Irak, es una
verdad que desde hace cuatro años se conoce. Sobre este método, denunciado en
el seno de la ONU en varias oportunidades, se conoció una nueva confirmación
difundida por el diario inglés Mirror. El periódico afirmó que la británica
Samantha Lewthwaite, apodada “la viuda blanca”, entrena a mujeres del Estado
Islámico. Hija de un ex soldado británico, Lewthwaite brinda sus conocimientos
para perpetrar actos terroristas y enseña técnicas de comunicación. El Mirror
agregó que se sospecha que la mujer habría estado involucrada en la
decapitación de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, y
del miembro de la Fuerza Aérea británica David Haines.
Lewthwaite
se casó con Jermaine Lindsay, uno de los terroristas de los atentados del 7 de
julio de 2005 en el metro de Londres, que dejó un saldo de al menos 52 personas
muertas y cientos de heridos. En 2011, la policía de Kenia realizó un operativo
en un departamento alquilado por la mujer, en la cual se encontraron explosivos
similares a los utilizados durante el ataque al metro de Londres. La británica
está considerada como la instigadora de la masacre perpetrada por el grupo Al
Shabab en el centro comercial Westgate de Nairobi, capital de Kenia, donde
fallecieron al menos 72 personas. Aunque no se conoce con exactitud la cantidad
de británicos que integran el EIIL, se estima que entre 500 y 1000 ciudadanos
ingleses actúan como mercenarios en Siria e Irak.
leandroalbani@gmail.com
Publicación Barómetro 13-10-14
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