Desde México
Fecha: 28/Jun/2015
Fecha: 28/Jun/2015
Guerrero Está En Movimiento Desde
Sus Entrañas
Carlos
Reyes Romero
"El orden y la paz sólo se logran a sangre y
fuego"
Rafael Leónidas Trujillo, dictador dominicano de 1930
a 1961.
En Guerrero, el
PRI se reagrupa. Bajo la presión directa de su presidente nacional, César
Camacho, del secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong y del presidente
Enrique Peña Nieto, los cacicazgos locales del revolucionario institucional han
sido obligados a limar asperezas, a perdonarse agravios y a pactar impunidades,
para asegurar el triunfo de Héctor Astudillo en la actual contienda electoral.
Vienen con todo
y por todo. Doblegaron hasta la vergüenza a la mayoría de los figueroístas y de
los aguirristas y a los que todavía se resisten los someten a fuertes presiones
y amenazas, que no excluyen los levantones ni las amenazas de muerte por
personeros del crimen organizado.
Es muy
sintomático que las plazas fuertes de la narcodelincuencia más brutal, estén
ubicadas donde gobierna el PRI. Véanse Chilapa, Chilpancingo y las Regiones
Norte y Tierra Caliente.
Los priistas
están poniendo en marcha la más amplia, perversa y costosa compra de votos de
la historia del país.
Lo que vimos en
la campaña electoral de Peña Nieto es nada comparado con lo que los priistas
están poniendo en práctica en Guerrero.
Héctor Astudillo
se ubica a sí mismo dentro del ala progresista del PRI, ¿pero si él es del ala
progresista, cómo andará el ala más reaccionaria?
Astudillo
asesinó la obra legislativa de don Francisco Ruiz Massieu, al ser el principal
promotor del cercenamiento en la actual Constitución del estado, de los
avanzados postulados del exgobernador de Guerrero ultimado por otros priístas
en 1994.
Héctor Astudillo
fue quien más activamente cabildeó para que no se admitiera en la legislación
electoral local, la igualdad de género en las candidaturas para Ayuntamientos.
Mediante un
juicio defensa de derechos ciudadanos, tres valientes mujeres le hicieron
morder el polvo de la derrota. Aun así, con total descaro se dice defensor de
los derechos de las mujeres; pero su verdadera alma es misógina.
Astudillo
autorizo la construcción de unidades habitacionales en zonas de alto riesgo de
Chilpancingo, como se da a conocer el Diario Oficial de la Federación. Ahora
simplemente se hace como que la virgen le habla.
Héctor Astudillo
se reputa a sí mismo de honrado, pero siempre anda rodeado de mapaches
electorales y de enriquecidos a costa del erario público como Manuel Añorve
Baños "El Chocky", René Juárez Cisneros y otros. Eso se lo reclaman
hasta sus propios compañeros de partido.
Lo único que
Astudillo garantiza, es el retorno al régimen de autoritarismo, impunidad,
corrupción y contubernio con el crimen organizado que ha caracterizado al
priismo, en todos los años que ha gobernado.
En la casa de
enfrente, las cosas no van mejor. Los "Chuchos", los "Perros del
Mal" como los autodefinió uno de sus dirigentes, Guadalupe Acosta Naranjo
en reciente entrevista con Carlos Puig de Milenio, están pagando las
consecuencias de haber estirado demasiado la liga.
Se los comió la
soberbia, la prepotencia y la patriotería de gran partido, que los ha llevado a
romper con el cardenismo y con el lopezobradorismo, por fidelidad a su vocación
de mercenarios políticos al servicio de quien gobierna y de los poderosos que
mandan en el país.
Confiados en sus
acuerdos con Peña Nieto y el PRI, según lo cual se les respetaría ser gobierno
en el DF, Morelos, Guerrero y Michoacán, trataron con excesiva petulancia y
desdén a sus antiguos aliados del Movimiento Ciudadano, para doblegarlos y que
aceptaran ser sometidos a sus designios. Como lo intentaron hacer también con
el senador Armando Ríos Piter.
Se equivocaron
rotundamente. El Movimiento Ciudadano está mostrando en Guerrero y en el país,
que puede caminar solo y seguir haciendo el papel digno y decoroso que los ha
singularizado dentro de la izquierda y ahondado su distancia respecto de un PRD
cada vez más corrupto y entregado al poder.
Dante Delgado,
Luis Walton y el Movimiento Ciudadano, ni han sido beneficiarios de los dos
gobiernos perredistas en Guerrero, ni se han manchado las manos de sangre con
los asesinatos de normalistas y la desaparición de los 43; ni han criminalizado
al movimiento social, ni han llevado a las cárcel a reconocidos activistas
sociales, ni han encubierto a los asesinos de Arturo Hernández Cardona y de la
barbarie de Iguala.
La realidad se
impone. A los "Chuchos" no les alcanza para derrotar con las fuerzas
del PRD-PT a Héctor Astudillo y al PRI-PVEM. Tampoco les alcanza el
reagrupamiento de perredistas y experredistas que se está dando alrededor de
Beatriz Mojica. En Guerrero nunca han ganado ni ganarán solos.
Beatriz Mojica,
es una mujer de valía y empuje, que logró remontar la misoginia, las
zancadillas y los perversos acuerdos de los "Chuchos" con Osorio
Chong y Peña Nieto, que en su momento le impidieron ser gobernadora interina de
Guerrero; pero tiene poco respaldo y está muy dejada a su suerte por las tribus
perredistas como para ganar por su propio carisma.
La moneda está
en el aire. Todavía no está definido quién va a ganar la elección de gobernador
en Guerrero. La madre de todas las batallas todavía está en veremos. Se
requiere actuar con prontitud y pertinencia.
Urge que Beatriz
Mojica, Luis Walton y Pablo Amílcar Sandoval se reúnan por iniciativa propia y
acuerden las bases de un gobierno de coalición para Guerrero y que lo hagan con
base a un programa mínimo de gobierno, que debe contener cuando menos los
siguientes compromisos:
Promoción y
defensa de los intereses y recursos naturales de Guerrero dentro del pacto
federal.
Gobierno de
coalición, honesto, abierto al escrutinio social, eficaz y eficiente, menos
costoso, sin impunidades y que gobierne para todas y todos los guerrerenses; Seguridad
pública efectiva y coordinada con el gobierno federal y con los municipios, con
controles de confianza veraces y con la más amplia participación popular; Justicia
pronta y expedita; dignificación del poder judicial; implantación de sistemas
de justicia alternativa, cotidiana y comunitaria en municipios y comisarias; Eliminación
del fuero en faltas administrativas y delitos cometidos por servidores
públicos; Cero tolerancia contra la delincuencia común y de alto impacto; Obra
pública sin moches ni comisiones, licitada a precios justos y verificables y
con efectivos controles de calidad.
Con base en esta
posible Coalición de facto y en el programa mínimo que finalmente se acuerde,
se debe convocar a los candidatos de otros partidos a ser parte de este
esfuerzo coalicionista, a cerrar filas y llamar a la población a votar de facto
por un candidato común, que encabece las legítimas aspiraciones de todas y
todos los guerrerenses. Hay que derrotar al PRI.
Hay que avanzar,
aunque haya que brincarse a las burocracias partidarias, en la integración de
un sólido frente popular que eche abajo la pretensión priista de volver a hacer
de Guerrero, el paraíso de la corrupción, la impunidad, el contubernio con el
narcotráfico y el enriquecimiento ilícito de unos cuantos a costa del erario
público y de la miseria de las mayorías.
Debe ponerse fin
al Guerrero de la marginación y la pobreza, al Guerrero que ocupa los últimos
lugares de todo lo bueno y los primeros de todo lo malo.
Guerrero está en
movimiento desde sus entrañas; urge darle rumbo y sentido a sus aspiraciones de
gobierno honesto y transparente con libertad, justicia, igualdad y prosperidad.
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