Desde
Guatemala
11/Diciembre/2015
Petardo:
¡Ley En Igualdad De Condiciones!
Dr.
Leonel Guerra Saravia
Es
importante que quienes son condenados por haber transgredido la Ley, sean rehabilitados
para su reingreso en la sociedad civil, al cumplir su condena; es decir, se les
debe enseñar tanto en el ámbito escolar desde primaria, secundaria, magisterio,
carreras profesionales, hasta ser empresarios, etc.
Los
reclusos, como los llaman algunos, no deben ser encarcelados y algunos dejados
al olvido, mientras otros gozan de privilegios, inmerecidamente. Todos los
reclusos deben gozar de los mismos derechos carcelarios. Se recomienda evaluar
su comportamiento, a condición de disminuir sus años de encierro. Se debe tomar
en cuenta que las personas que cumplen una condena en prisión, ya no participan
de la vida en sociedad libre.
Desde
1998, en cárceles alemanas se permite a los presos tener un aparato de
televisión en la celda. Las reglas para hablar por teléfono son estrictas y
controladas. Conociendo los alcances tecnológicos como las computadoras y el
Internet, es diferente.
En
cuanto al uso de Internet, nada ha cambiado. Los reclusos de la prisión de
Gera, en Turingia, Alemania, tienen derecho a una selección de ofertas en la
red, pero solo a páginas con contenidos que puedan ser de utilidad al ser
ciudadanos libres. Las páginas elegidas sirven para la resocialización, por
ejemplo, páginas de la Agencia de Empleo y del servicio de asistentes sociales
a presidiarios, según explica el Ministerio de Justicia de Turingia en su web.
La
tecnología necesaria para el uso de la red es provista, entre otras, por una
empresa de Hamburgo que se especializa en equipos de comunicación para
cárceles. La compañía construyó el sistema “Multio”, una computadora que
también capta señales de radio y televisión, y con la cual se puede hacer
llamadas telefónicas y acceder a Internet de manera “limitada”. Todo lo que los
presos hacen es vigilado estrictamente por las autoridades carcelarias.
En
las prisiones se está pensando en instalar “escritorios con un acceso
controlado a Internet”, para que los internos puedan estudiar a distancia. En
el Estado de Renania del Norte-Westfalia, por ejemplo, las autoridades no
quieren ir tan lejos. “Hemos tenido malas experiencias”, dice Detlef Feige, del
Ministerio de Justicia de ese Estado. Se han manipulado los discos duros, y se
hallaron “programas cuyo uso no está permitido”.
Los
presos intentan por todos los medios acceder a la red, y usan para ello
teléfonos inteligentes que les traen los visitantes a la cárcel. A pesar de las
malas experiencias, la ciudad de Colonia, en Renania del Norte-Westfalia,
ofrece cursos de computación a los reclusos, para que puedan aprender a usar
Internet. Este tema es para meditarlo y evaluar las famosas extorsiones.
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