DESDE ARGENTINA
28 NOVIEMBRE 2012
CRISTINA EN SU
PAÍS DE LAS MARAVILLAS
GUSTAVO ROBLES
Cada vez está más
clara la fantasía que nos quiere meter en la cabeza el kirchnerismo a todos los
que habitamos este suelo. Cuando habla la "señora" pinta un
"país de las maravillas" que sólo existe para ella y sus cortesanos.
Evidentemente ellos no sufren los avatares que nos hacen pasar a los demás.
Seguramente a ellos no se les
corta nunca la luz y, en todo caso, tienen generadores a su disposición. Sin
embargo, los permanentes cortes que sufre el pueblo, más allá del gran apagón
de esta semana, SON CULPA EXCLUSIVA DE SUS POLÍTICAS. Subsidiar con el erario
público a las empresas privadas que brindan un pésimo servicio, mientras no
invertían un sólo peso para mantener y renovar la estructura de distribución
energética, es responsabilidad del gobierno. El DESASTRE que han hecho las
administraciones desde los '90 hasta aquí en el área, incluido (y magnificado
por) el kirchnerismo, requerirá varios años de reparación para lograr que el
servicio sea medianamente normal.
Por eso, el apagón del
miércoles no fue casualidad, sino CAUSALIDAD. El mismo gravísimo problema
existe en otras áreas. Y por supuesto, "ellos", que han construido
esta realidad, no lo sufren. Jugarse la vida cada vez que se toma una formación
ferroviaria, porque se favorece el NEGOCIO de los concesionarios privados en
lugar de los derechos del pueblo, ellos no lo sufren.
Abrir una canilla y que salga
un chorrito de agua (y encima no totalmente "limpia") porque sólo se
emparcha y no se hacen las obras que deben hacerse, ellos no lo sufren.
Enfermarse y hacerse atender
en un hospital que no tiene insumos, después de hacer horas de cola para pedir
turno en la madrugada y conseguirlo para meses después, ellos no lo sufren.
Mandar a sus hijos a escuelas con paredes derruidas o techos a punto de caer,
sin calefacción en invierno ni refrigeración en verano, ellos no lo sufren.
Ellos no tienen problema para acceder a la canasta familiar, la que superan
largamente sus dietas. No tienen problema en acceder a una vivienda más que
digna (más bien fastuosa), y en barrios cada vez más aislados y lejanos de los
conglomerados donde la inseguridad, provocada por ellos, no es una sensación
sino una realidad palpable.
Estas cosas pasan “A PESAR” DE
QUE CLARÍN O CUALQUIER “CORPO” LAS DIFUNDA. Y el pueblo las sufre, mientras
“ellos” no “Ella” (y “Él”) lo hicieron posible, y se tardará décadas en repararlo.
Por eso nadie puede sorprenderse si "la gente" sale a la calle por
cientos de miles, para gritar su descontento Porque en el "País de la
Maravillas" que discursea Cristina Fernández viven solo ella y los
cortesanos.
Gustavo Robles
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