DESDE MÉXICO
29 NOVIEMBRE 2012
Día de
Muertos: Historias y Leyendas Urbanas Mexicanas
Emilio
Nahín Rojas Madero*
“Mi
vida por una mejor Nación”
“No
puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar buenos frutos. Todo
árbol que no da buen fruto es cortado y
echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”. –Mateo 7: 18, 19 y
20–
Estas fechas son
para recordar nuestras raíces, nuestro pasado y no para temas “políticos”,
después de todo; para qué andar advirtiendo que tanto navidad, como día de
muertos y torneos deportivos, son perfectos para que el poder legislativo tire
y apruebe iniciativas retrogradas en contra del pueblo si éste aun sabiéndolo
no hace nada por evitarlo. Por lo tanto, mejor hablemos de nuestras raíces. El
día de muertos o fieles difuntos es una celebración muy antigua, remota a
nuestras culturas prehispánicas, donde nuestros ancestros celebraran con gran fiesta,
llena de flores, canticos y danzas autóctonas dignas para los dioses. Una de
las leyendas mexicanas tan antiguas expresa que –Hace mucho tiempo; la muerte
bajo a la tierra para recorrerla, visito los países europeos pero no encontró
nada que la satisficiera, llego a los países asiáticos y allí solo le lloraban,
visito los países africanos y su presencia era discreta. Así llego a los países
americanos, del norte al sur, pero solo en México encontró esa algarabía tan
espectacular en honor a su nombre; por lo que desde entonces juro concederle
deseos a los hombres de la gran ciudad–. –Sin embargo; por aquel entonces Pedro
de Narváez, quien se horrorizo de estas fiestas a las que califico de “paganas”
y abusando de estar a cargo de las tropas mientras Hernán Cortez se encontraba
fuera de la gran Tenochtitlán, asesino a
los celebradores, impregnando las calles de Tlatelolco con el aroma de la
sangre, pero su osadía le costó, pues fueron atacados y expulsados de la ciudad.
Esa misma noche, Cortez lloro al pie del Ahuehuete al que se de dio el nombre
de: Árbol de la noche triste.
La leyenda concluye
expresando que esa misma noche por la gran ciudad se dejo escuchar por primera
ves el lamento de una mujer que hasta el día de hoy sigue causando estupor:
“¡Haaaaaay mis hijos!”–. Otra leyenda muy popular es la del hombre incrédulo
de que los fieles difuntos vinieran a
visitarnos las primeras noches de noviembre. Por lo que un día antes decidió
burlarse; colocando en el altar una vara de ocote como vela y desechos de vaca
como pan de muerto y subió al árbol más cercano a esperar. Dando los primeros
minutos del día primero de noviembre, solo escucho el murmullo de personas
entre las que se escuchaba decir: –“Apúrate mujer o te vas a quedar”– y la voz
que le antecedió se le hizo familiar; la cual exclamo –“Ya voy; la luz que me
dejo mi hijo casi no me permite ver bien el camino y esta ofrenda esta muy
pesada”– desde entonces el hombre dio un mejor trato a sus seres queridos.
Leyendas hay muchas; algunas mas populares que otras, pero todas ellas
enriquecen a la cultura mexicana. Hoy existe una disputa tan infantil
¿Halloween o día de muertos? La primera; producto de la implantación
extranjera, la otra nativa del México prehispánico, pero las dos siempre usadas
por el consumismo global. Aquí el punto no es dejar de celebrar las fiestas de
noviembre, sino preocuparnos porque nuestras propias raíces no mueran. Estados
Unidos cuando quiso conquistas Vietnam; le fue contraproducente, perdió la
guerra no porque Vietnam estuviera mejor equipada en armamento, sino porque
todos los vietnamitas preferían morir antes que ser conquistados.
El secreto que
desentraño Norteamérica fue que las costumbres estaban tan arraigadas en esos
hombres y mujeres, amaban lo que les hacia ser vietnamitas, lo que les hacia
tener amor y patriotismo por su nación. Una nación sin historia, una nación sin
pasado y sin raíces; es una nación débil, frágil y por consecuencia, fácil de
ser conquistada. El objetivo no es quitarle el disfraz a los niños y las bolsas
para pedir dulces, sino recordarles a nuestros hijos el valor de ser mexicanos.
Venezuela es el ejemplo mas claro del porqué Estados Unidos no ha podido
imponer a sus candidatos en esa nación. Todas las naciones del mundo deben
abocarse a fomentar su historia entre su pueblo y cuando digo naciones, no me
refiero a sus gobiernos, muchos de estos son paleros del Capitalismo
Esclavista. Es obligación de la familia el orientar a nuestros hijos, pues no
podemos estar quejándonos de nuestros malos gobiernos si en el ceno familiar no
los amamantamos con verdaderos valores y amor por su patria. La escuela solo
tiene la obligación de dar las herramientas académicas, intelectuales, el
despertar del análisis y sobre todo el valor de la ética. Los presidente, senador,
diputado y jueces no nacieron por generación espontanea; y por lo que recuerdo,
esta teoría quedo rebasada; hubo alguien los trajo al mundo. En el film de el
Gladiador; cuando el rey es muerto a manos de su propio hijo deja en claro una
frase –“No puedo culparte por tus acciones; pues tus errores como hijo, son mis
errores de padre”–.
No nos
desentendamos de nuestras obligaciones, para con nuestros hijos, ellos el día
de mañana serán nuestros maestros, médicos, bomberos, empresarios y por qué no,
gobernantes y si queremos buenos gobiernos que velen por su pueblo,
eduquémoslos con valores como, el amor, la moral y el patriotismo, pues estos
no se implantan. Por ello es importante que nuestros niños y niñas miren
siempre hacia su pasado, en ellos ya están nuestros genes intelectuales,
nuestras experiencias y miles de cosas que tal vez no nos podamos imaginar,
pero ¿Quién de nosotros usaba un celular a los 7 años? O entraba al cerebro
principal de una PC, o navegaba por la internet sin pedir apoyo de alguien. Los
niños de hoy están más abiertos al mundo, pero los estamos reprimiendo, los
estamos desatendiendo por vivir nuestras vidas egoístas. Pero irónicamente
queremos que sean hombres y mujeres de bien, que no caigan en las drogas o que
no se conviertan en sicarios de la delincuencia, que no terminen de prostitutas
o de halcones, pero sobre todo que no sean malos gobernantes. ¿Te haz
preocupado por la formación moral, ética, civil y religiosa de tus hijos? Si no
es así; no pidas milagros, esta es la otra forma más sana de hacer la
revolución. Vamos hacia una globalización cultural; pero de manera degenerada,
por lo que no podemos esperar a que la división de clases desaparezca. Primero
tenemos que fortalecernos como nacionalistas, para poder prepararnos en vías de
la siguiente transformación; y cuando eso llegue, el hombre deberá estar
preparado ya; para dejar de ser mexicano, estadounidense, africano, alemán o
venezolano y darse cuenta de que es algo mas grande: Un Ser Humano.
Comentarios: romaen73@hotmail.com
* Estudiante de Posgrado en Derecho Laboral
(UAG); Ejecutivo Estatal y Coordinador Municipal (PT).
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