Desde México
21/Septiembre/2014
Obispos Cuestionan al Gobierno
Guerrero
al Borde de una Rebelión Social
Por Rodrigo Huerta Pegueros*
Hace unos días, los obispos de la
iglesia católica que operan en el territorio del estado de Guerrero, emitieron
un comunicado destinado a la opinión pública, en donde vertieron sus opiniones
sobre lo que ocurre actualmente en esta entidad y advirtieron que estamos próximos
a ser testigos de una rebelión social dadas las condiciones de vida que padece
la mayoría de la población.
El texto de los obispos, no tiene
un propósito político, más bien, retoma su misión social y han sido reactivos
al nuevo papel que está desempeñando el nuevo pontífice de Roma, el papa
Francisco, quien ha reiterado una y otra vez que los representantes de la
iglesia católica deben comportarse solidarios ante los pueblos y
particularmente aquellos que están en situaciones de dificultades sociales y
económicas.
La actividad pastoral de los
obispos en Guerrero ha servido para llevar el evangelio a los más apartados
confines del territorio, particularmente en estos tiempos que la competencia
religiosa y las confrontaciones entre sectas han proliferado, particularmente
en zonas indígenas donde todavía los dialectos son preponderantes ante el habla
castellana.
El conocimiento y reconocimiento
que tienen los representantes de la grey católica de lo que acontece en la
entidad es real y está próxima a ellos, pues no olvidemos que no hay lugar,
comunidad, región o espacios urbanos o rurales en donde no esté asentada una
iglesia o parroquia y donde los que las representan se constituyen en
solidarios con los pueblos que son afectados por las crisis sociales, políticas
y económicas que aquejan al país en general y a la entidad en particular.
Por lo tanto, las exclamaciones
que hacen a manera de advertencia los obispos de las diócesis de ciudad
Altamirano, Tlapa y Chilpancingo y que hace eco de estas el arzobispo de
Acapulco, Carlos Garfias Merlo, no es otra que la que a diario se replican en
casi todos los medios de comunicación y
que forma parte ya de la percepción intransferible de los ciudadanos de este
estado, como es la histórica situación de marginación que viven las comunidades
indígenas.
La ausencia de seguridad pública
que padecen los guerrerenses en general, la violencia promovida por la
delincuencia común u organizada, el desempleo galopante que padecen miles de
personas en todas las regiones y una cada vez más notoria colusión de las
autoridades locales con los grupos delincuenciales.
El panorama que describen los
obispos guerrerenses no se da de forma espontánea sino que es el resultado de
la ineficacia de los gobernantes por aplicar políticas públicas que puedan
coadyuvar a promover el desarrollo de los pueblos y por otro lado es también
parte de la corrupción política que priva en las elites del poder público con
el sector económico y que prohíja que las inversiones destinadas a obras y
servicios de beneficio colectivo sean desviadas o disminuidas con propósitos
aviesos y de pertenencia.
Guerrero no ha logrado despegar
de su postración de marginación, pobreza extrema y desigualdad social desde
hace ya varias décadas y los paliativos que han pretendido mitigar esta
situación que padecen más del sesenta por ciento de la población, han fracasado
rotundamente y por ello la entidad hoy tiene los más altos niveles de
conflictos sociales que los que se tenían en los años sesentas del siglo
próximo pasado.
La advertencia de los obispos
sobre una rebelión social en ciernes, ha sido tomada por la clase política
guerrerense como si fuese solo una expresión más de las que se hacen a diario
en los recintos legislativo, en las plazas públicas, en los mítines de los
partidos políticos o las declaraciones que a diario hacen los más diversos
personajes de nuestra vida social, económica y política, cuando deberían haber
levantado, cuando menos las vejas, a fin de analizar este grito de los
religiosos.
Los políticos, de los más diverso
grupos y tendencias ideológicas, andan ocupados en otros asuntos, que son,
sobre todo, de índole electoral, pues están próximos a quedar sin trabajo y por
lo tanto hacen hasta lo imposible por quedar bien con los hombres del poder público
o partidista que los pueda ubicar en una posición alterna a fin de seguir
dentro de la maquinaria o esfera de la
administración pública o en alguno de los puestos de representación popular que
estarán en disputa el próximo año.
Lo cierto es que el comunicado de
los religiosos católicos ponen los puntos sobre las íes respecto al desempeño
que ha tenido el gobernador del estado, Ángel Heladio Aguirre Rivero, durante
los tres años y días en que lleva despachando en palacio de Chilpancingo.
El desastre de la administración
estatal está más que documentada y los obispos de ciudad Altamirano (región de
la tierra aliente, donde la violencia está a flor de piel y no hay poder que la
frene) o el de la región de Tlapa (montaña alta que tiene entre sus municipios
los más míseros de América Latina) o el de Chilpancingo (la capital estatal que
vive hoy sus peores días de su historia en inseguridad pública y violencia
desmedida provocada por las organizaciones del crimen organizado que operan en
la región), así lo han hecho ver a propios y extraños.
El silencio de los gobernantes y
la clase política guerrerense no es mas que una aceptación tácita de que lo que
han referido los eclesiásticos es una verdad absoluta y que algo se tiene que
hacer para resolver esta situación si es que no queremos que la entidad se
convierta en algo peor de lo que han vivido y siguen viviendo los ciudadanos
del vecino estado de Michoacán.
Aquí el punto principal está en
la forma de que el gobierno estatal intervenga para frenar la confrontación
social y no sea omiso en la aplicación de la justicia, pues se tiene
documentado que en esta administración de Aguirre Rivero, han sido asesinados
decenas de líderes sociales en todas las regiones de la entidad y es fecha en que
ninguno de estos homicidios han sido favorablemente esclarecidos y más bien se
ha notado el desinterés gubernamental por acelerar las investigaciones y si en
cambio se percibe la intención de que estos casos formen parte de la herencia
que dejará el gobernante actual para su sucesor.
Solo baste echar una mirada a lo
que en los últimos días ha sucedido en Guerrero y daremos mayor credibilidad a
lo que los obispos han comunicado puntualmente. No hay día en que no se hable
de nuevos ejecutados, en el descubrimiento de fosas clandestinas, en que
autoridades locales estén inmersos en las operaciones de los miembros del
crimen organizado, en que las autodefensas se multipliquen en toda la entidad, incluida
la capital Chilpancingo , donde las protestas de maestros continúan sin cesar,
donde la justicia hacia los normalistas de Ayotzinapa no haya brillado, en que
las obras monumentales anunciadas sean activadas en forma ilegal sin importar
dañar el medio ambiente o la ecología, como sucede en Acapulco o que el Acabús
no alcance a operar tras más de año y medio de retraso, sin que se diga quien o
quienes tienen que pagar los costos de esta falta de cumplimiento a los
contratos o que las autoridades locales sean intervenidas en forma selectiva
para conformar los cuerpos policiacos y quienes estén al mando, lo cual ha provocado
inconformidad en las propias autoridades quienes ven disminuido su poder que le
otorgó el voto popular y así como esto, un largo etcétera.
Definitivamente los obispos de
Guerrero han sumido en el más absoluto silencio al gobernante en turno, quien
en días próximos estará presto a ocurrir ante el Congreso del estado para
informar sobre su actividad durante el último año de gestión.
Lo destacable de este acto
público del virrey estatal será lo que tiene que decir en positivo que en
realidad haya impactado a la población y que esta se sienta identificada con su
accionar. Difícil saber lo que sacará de la chistera el gobernante en turno,
pero sea lo que sea que saque, seguramente será causa de la hilaridad irónica
social.
Periodista/Analista Político*
porteno4964@gmail.com
Y SE UFANARON DE HABER ASESINADO A GENARO VÁZQUEZ Y A LUCIO CABAÑAS POR QUE ERAN LOS DESESTABILIZADORES Y HOY RESULTA QUE EL ESTADO ESTÁ SUMIDO EN LA VISPERA SANGRIENTA ¿Y AHORA QUIENES SON LOS CULPABLES? POR QUE YA NO LE PUEDEN ECHAR LA CULPA A LUCIO NI A GENARO YA ESTÁN MUERTOS.
ResponderEliminarSOMOS TODOS: UNOS AUNQUE VEAMOS A LOS GUERRERENSES EN MISERIA NO NOS IMPORTA NOS DIVERTIMOS EN SUS PLAYAS Y LAS ENSUCIAMOS A ELLOS NO LOS VEMOS, HACEMOS EVENTOS ESPECTACULARES ASISTIMOS Y DISFRUTAMOS A LO MÁXIMO ELLOS NO NOS IMPORTAN, SI ESTUDIAN O NO ES SU PROBLEMA, PARA ESO HAY PROGRAMAS ASITENCIALISTAS DEL GOBIERNO, LOS DIPUTADOS Y SENADORES CON GRANDES SUELDOS, AUTOS, RESIDENCIAS, Y LAS NORMALES RURALES Y PÚBLICAS SIN RECURSOS PARA INVESTIGAR Y DESARROLLAR TECNOLOGÍAS DE PUNTA, Y AL CONTRARIO HAY QUE DESAPARECERLAS PUES FORMAN MENTES CRÍTICAS Y REVOLUCIONARIAS, TRANSFORMADORAS. BUENO POR ESO EXISTE LA EDUCACIÓN PARTICULAR Y PRIVADA PARA FORMAR LOS CUADROS QUE TENEMOS AL FRENTE DE LAS INSTITUCIONES DE GOBIERNO, EGRESADOS DE ESCUELAS PARTICULARES O FUERON A HARVARD Y TIENEN LA FÓRMULA MÁGICA PARA QUE ESTE SISTEMA FUNCIONE. PODRIA SEGUIR, PERO HOY HASTA AQUÍ Y DEJO UNA PREGUNTA ¿ESTARIAMOS DISPUESTOS A NO BUSCAR SOLO EL BENEFICIO PERSONAL Y UNIRNOS EN UNA SOLA CAUSA COMÚN?
TODOS CON UN SOLO OBJETIVO LO PODEMOS HACER SI NO LO QUE VIENE NO SERÁ CASUAL NI EXTRAORDINARIO SOLO LO QUE NOS MERECEMOS.
1.-ORGANIZACIÓN SOCIAL.
2.-RESPETO A LOS DERECHOS DE LOS DEMÁS.
3.-EXIGIRNOS CUMPLIR CON NUESTRAS OBLIGACIONES SOCIALES.
4.-DEJAR DE BUSCAR SOLO EL BENEFICIO PERSONAL.
5.-APOYARNOS UNOS A OTROS, BUSCANDO ALTERNATIVAS EN COMÚN.
6.-EXIGIR RESULTADOS A DIPUTADOS, SENADORES, FUNCIONARIOS.
DE LO CONTRARIO QUE NO SE LES PAGUE.
7.-EDUCACIÓN Y SALUD PARA TODOS SIN DISTINCIÓN.
8.-GENERAR OPORTUNIDADES PARA TODOS ENTRE TODOS.
BUENO HASTA PRONT.