Desde México
27/Enero/2013
Jerarcas Olvidan
en Guerrero Trabajo Espiritual
IGLESIA TERRENAL
Rodrigo Huerta
Pegueros
La iglesia es una institución
reconocida por su labor a favor de los seres humanos y su misión en la tierra
es espiritual, por lo tanto, sus representantes deben provocar entre la
feligresía un cambio de actitud frente a los hechos que ocurren cotidianamente
a su alrededor o allende sus fronteras, teniendo como referencia principal los
sucesos históricos de hace más de dos mil años. Y este recordatorio lo hacemos
porque aún y cuando el Papa Benedicto XVI hace esfuerzos supremos para que los
jerarcas de las Diócesis distribuidas en todo el mundo, incluida la de
Acapulco, retome el discurso pastoral de la llamada NUEVA EVANGELIZACION para
fortalecer el tejido social de las familias.
Aquí los jerarcas de la
iglesia hacen mutis, ven para otro lado, se desatienden de sus deberes
primordiales y utilizan el púlpito o los diversos medios de comunicación para
hacer política, politiquería o simplemente grilla terrenal. Esto es lo que
sucede en el estado de Guerrero en donde los representantes de Cristo, en lugar
de promover la paz, la pasión, los sublimes sentimientos que surgen de la
palabra de Dios, van en sentido contrario.
El pasado 12 de Diciembre, los
mexicanos festejaron fervorosamente con miles de procesiones a la Virgen de
Guadalupe, la llamada patrona de México. Esta presencia espiritual desde hace
más de 481 años (de su aparición en el cerro del Tepeyac) ha acompañado a miles
de fieles que creen en ella y tienen puesta toda su fé en sus múltiples
milagros. Esta figura no ha tenido la atención ni la difusión merecida de parte
de los jerarcas católicos en la entidad y en contrario han desgastado su
energía y promoción en temas vacuos que son prototipo de quienes se
desenvuelven en los círculos de la política local o nacional.
Luego entonces, la aportación
de la iglesia católica en el estado de Guerrero para contribuir a que sus
habitantes puedan promover, provocar o asirse a la buena conducta o la paz
social, no es la correcta y sí en cambio contribuye a la confrontación entre el
bien y el mal, entre los buenos y los malos ciudadanos, cuando la misión
pastoral es hacer entender a todos por igual
que deben enmendar errores y reconocer desaciertos o las malas acciones
que contradicen lo escrito en la sagrada biblia.
El arzobispo Carlos Garfias
Merlo desde su arribo a estas tierras guerrerenses ha actuado en forma
discordante con la línea del PAPA BENEDICTO XVI, quien en sus constantes
peroratas desde el Vaticano o en los lugares que visita anualmente, difunde la
nueva buena, critica los desvíos de conducta de mandatarios, de gobernantes y
fieles y los invita a recuperar la buena conducta, reincorporarse a la ruta del
bien común y a persistir en la tarea de hacer de sus responsabilidades una
herramienta que coadyuve al bienestar de todos para con ello configurar un
mundo socialmente mas articulado y menos enfrentado, teniendo como meta lograr
que el universo sea mas amigable y menos conflictivo.
Solo así, como lo promueve el
Papa de Roma, las sociedades podrán encontrar un punto de coincidencia para
poner fin a las constantes guerras, hechos de violencia, sabotajes, corrupción,
injusticias, e impunidad, que diariamente son registrados y denunciados a
través de los medios de comunicación de masas. En un mundo global, es imposible
no atender una línea de conducta o nueva praxis para hacer que las
instituciones eclesiásticas cumplan su labor en el terreno espiritual y no
confundirse y mucho menos mimetizarse por el constante contacto con los
políticos profesionales.
Es imposible no comentar estas
cuestiones cuando vemos casi a diario que en Guerrero los políticos hacen sus
constantes declaraciones sobre temas comunes y corrientes y tratan a toda costa
de evadir sus responsabilidades y con ello dejar de ser sujetos de una
evaluación final por parte de la sociedad a quien debieron servir y servir
bien. Y si esto es lo común entre la sociedad política, no debería ser lo mismo
con la sociedad religiosa, pues su terreno espiritual lo han cambiado por el
espacio terrenal en donde al parecer se sienten mejor y con ello pierden no
solo el objetivo primordial de hacer de la palabra de Dios un apostolado, sino
también la confianza que la feligresía había depositado en ellos.
Basta hojear los medios de
comunicación locales para constatar lo que aquí decimos. Esto, reiteramos, no
es un asunto particular, personal o privado, sino es una cuestión de comunión
social, pues si bien lo sabemos, el respaldo espiritual es sin duda una de las
bases mas fuertes para que el hombre pueda seguir adelante pero con una visión
distinta para promover y provocar a su paso el bien común y la convivencia
entre pueblos y naciones. No es un discurso desgastado, al contrario, es un
discurso que se renueva cada vez que las sociedades se ven en situaciones de
conflicto y de peligro, causado por el hombre o por fenómenos naturales que
ahora con mayor constancia se presentan en diversas y diferentes regiones del
planeta tierra.
El papa BENEDICTO XVI así lo
ha entendido y así lo ha difundido constantemente. Teólogo reconocido y
disputado, conoce la fortaleza de la palabra de Dios y no ha confundido su
trabajo pastoral sino que lo ha fortalecido y transformado para servir mas y
mejor a la sociedad en general, convirtiéndose en un PAPA ECUMENICO y quien sin
remilgos ni arrepentimientos ha puesto ante el mundo lo que él llama la NUEVA EVANGELIZACION
que aquí en Guerrero, ni por asomo se ha dado a conocer por parte de los
jerarcas de la iglesia quienes están mas ocupados en los conflictos mundanos
que en el trabajo espiritual.
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