Desde México
27/Mayo/2013
Calidad y gratuidad de la educación
Xavier Carreto
A.
La evidencia internacional demuestra que
los países campeones de la educación en el
mundo son, de acuerdo a las evaluaciones aplicadas por la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), al igual que los datos
que aporta la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO), Finlandia, Noruega, Singapur, Hong Kong. Y está
ampliamente demostrado que ocupan estos lugares de privilegio en el ranking
mundial, esencialmente, por la calidad y preparación de sus profesores más que
por cualquier otro factor.
En Finlandia, por ejemplo, en una
encuesta hecha este año a sus profesores, éstos expresaron que entre sus
principales satisfacciones está el sentimiento de hacer un trabajo que tiene un
sentido social, una finalidad relevante y la libertad con la cual pueden hacer
su trabajo. En conclusión, el nivel educativo de cualquier país está
estrechamente vinculado a la capacidad que tenga para formar y motivar a sus
profesores en todos sus niveles educativos.
Si además de contar con profesores de
excelencia le agregamos mejores instalaciones: Salones de clase equipados con
la tecnología más avanzada, buenos sanitarios, canchas deportivas, bebederos
con agua potable y hasta comedores; la educación tendrá mejores resultados. Y
un extraordinario complemento serían planes de estudio actualizados, cuyos
contenidos sean los más avanzados y que éstos formen parte de los libros de
texto gratuito. Con estas tres condiciones podremos asegurar que las próximas generaciones de guerrerenses
serán mejores que la nuestra y no tengan que vivir en la zozobra del hambre, la
pobreza y la inseguridad en la que estamos inmersos actualmente los
guerrerenses.
Ante esta situación podemos preguntarnos
¿tenemos en nuestro Sistema Educativo Estatal estos tres elementos básicos para
una educación de calidad: excelentes maestros, instalaciones modernas y
contenidos actualizados? Y la respuesta obvia es que no, eso está ampliamente
documentado como lo demuestran, entre otros datos, los aportados por la
encuesta TALIS que aplica la OCDE: En 2009, se aplicó a profesores de
secundaria en 23 países, entre ellos el nuestro, y el resultado es que el
porcentaje de profesores mexicanos cuya escuela no cuenta con docentes
calificados para que sus alumnos aprendan es del 64 por ciento; con el añadido
de que este es el promedio nacional, pero tratándose de Guerrero el porcentaje
de ineficiencia es mayor.
Por otro lado, en la Evaluación
Universal que se aplicó a profesores de
primaria y secundaria el año pasado hay que destacar los siguientes resultados:
El 40 por ciento de los mentores que se presentaron, la mitad del total, fueron
calificados con la prioridad uno, por lo cual requieren formación urgente y el
60 por ciento restante se ubicó en la prioridad dos, es decir necesitan
actualizarse en el corto plazo. No se debe olvidar que los profesores de la
Ceteg sustrajeron indebidamente los instrumentos de evaluación y así evitaron
su aplicación, violentando la ley.
Asimismo, debemos tener presente que un
buen número de las escuelas de educación básica de las más de 10 mil que
tenemos, requieren de algún tipo de reparación en sanitarios, aulas, contar con
bebederos, entre lo más urgente. En cuanto a los contenidos, es importante que
se incluyan algunos muy relevantes, desde la primaria, como la educación
financiera, enfatizar en el auto cuidado de la salud, entre las cosas que deben
conocer nuestros niños y jóvenes.
Con la reforma educativa impulsada por
el presidente Peña y los tres principales partidos políticos, se reconoce de
manera precisa el déficit en la calidad de la formación y desempeño de nuestros
profesores y con la creación del
Servicio Profesional Docente (SPD) se podrá superar esta situación, que es el
principal obstáculo para contar con una educación de calidad. Este nuevo
instrumento de superación profesional, que es el SPD, ha dado lugar a que
organizaciones como la Ceteg mezclen dos aspectos centrales, complejos, pero
distintos: Lo laboral y lo educativo; en esto será necesario precisar un diseño
que permita garantizar, al mismo tiempo, los derechos laborales de los
profesores y el impulso a la calidad docente que tanta falta nos hace.
En cuanto a la gratuidad de la
educación, la reciente modificación hecha por el Congreso local al artículo
seis de la Ley Estatal de Educación que prohíbe el cobro de cuotas en las
escuelas, podría complementarse con una mejor distribución del presupuesto
educativo estatal al destinarse el 20 por ciento a los gastos de operación y el
80 por ciento a la nómina.
Por todo esto resulta incomprensible la
actitud beligerante, agresiva y fuera de la racionalidad que han asumido los
profesores de la Ceteg.
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