Desde Agcia. Europea de Noticias
27 de Mayo del 2013
La irrupción
de fuerzas centrífugas en el escenario europeo
Germán
Gorraiz
Europa
atraviesa un período muy convulso, pues la crisis financiera está poniendo
todavía más difícil el proceso de construcción europea (imprescindible para que
pueda competir como potencia mundial) y el colapso económico que se está
haciendo visible en los países periféricos y emergentes, ha provocado la
aparición de fuerzas centrífugas que previsiblemente acabará generando la
desmembración de la actual Unión Europea y el retorno a escenarios ya olvidados
de compartimentos estancos en el horizonte del 2016. Así, según un sondeo
realizado en 8 estados miembros de la UE por Pew Research Center, se constató
que la desafección hacia la UE había aumentado 15 puntos porcentuales en el
último año, pasando del 30% al 45%, con especial incidencia en Francia, Gran Bretaña
y Alemania.
Según
señala Joel Kotkin en la revista Forbes, durante décadas, los países del Norte
(Alemania, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda , Finlandia y Reino Unido), han
compensado las muy bajas tasas de fecundidad y la disminución de la demanda
interna con la llegada de inmigrantes y la creación de economías de orientación
exportadora altamente productivas y por el contrario, los países periféricos
europeos no han desarrollado unas fuertes economías que compensen su
desvanecimiento demográfico al basar su economía en la llamada “dieta
mediterránea” , cuyos ingredientes principales eran el “boom” urbanístico, el
turismo y el consumo interno, que creaba excelentes platos minimalistas, de
apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado pero vacíos de contenido
culinario y con fecha de caducidad impresa (2008), provocado por el estallido
de la burbuja inmobiliaria y el hundimiento del castillo de naipes económicos
de los países PIIGS ( despectiva abreviatura anglosajona que englobaría a España,
Portugal, Italia, Irlanda, y Grecia) y por mimetismo de Chipre, Malta y
Eslovenia.
El
atasco de la locomotora alemana: Según euronews.com, la locomotora alemana
habría retrocedido en el cuarto trimestre del 2012 (crecimiento negativo del 0,
5 del PIB) debido a la reducción en la producción industrial por la débil
demanda europea y al estancamiento del consumo interno, no siendo descartable
su entrada en recesión en el 2013, por lo que sigue solicitando a los Estados
miembros de la zona euro que pongan en marcha cuanto antes medidas rápidas y
sobre todo profundas que logren evitar un empeoramiento y no seguir perdiendo
la confianza de los mercados. Sin embargo, la imposición de objetivos
excesivamente ambiciosos de reducción del déficit público, en un contexto de
contracción muy significativa del PIB y con el problema añadido de ausencia de
crédito en varias economías, habría agravado la debilidad de los intercambios
comerciales en la zona Euro y no habría conseguido el objetivo prioritario de
de conseguir la reducción de los desequilibrios de las finanzas públicas de sus
Estados miembros (especialmente periféricos y emergentes).
Así,
las reformas estructurales y fiscales que impone la Troika a países como
Irlanda, Grecia, Portugal, España, Italia, Chipre, Malta y Eslovenia para
modernizar la Administración pública y la sanidad, mejorar el mercado laboral y
adaptar la presión fiscal a las circunstancias son principios genéricos que se
traducirán en subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de organismos
públicos, recortes salariales y máxima flexibilidad en el mercado laboral. Por
ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha urgido a las autoridades de
Alemania a que implementen políticas para «estimular el crecimiento de la
demanda interna», ya que, en su opinión, esto tendría «importantes efectos
beneficiosos de contagio» tanto en la eurozona como a nivel global, pues el
crecimiento del consumo interno alemán, además de estimular el crecimiento
económico europeo, podría debilitar al euro facilitando la competitividad de
todos los países europeos, con lo que el consumo interno podría ser el
salvavidas alemán frente a la recesión.
¿Salida
de Alemania del euro?: El ministro alemán de Economía, Philipp Rösler, afirma
en declaraciones al “Rheinischen Post”, que “la compra de deuda no puede ser
una solución duradera porque alimenta los peligros de inflación”, aunque
Portugal, Italia, España e Irlanda podrían estar presionando al BCE para que
active su programa de compra de bonos con el fin de poder financiarse en
condiciones normales el año que viene. Recordar que según Goldman-Sachs, la
banca alemana tendría 11.900 millones de exposición a Grecia (7.300), Portugal
(3.500) e Irlanda (1.100), pero la cifra crece hasta los 65.200 millones si se
incorpora la deuda española (18.300) e italiana (34.900) en sus manos, en datos
del 2011.
Por
su parte, Charles Dumas (Lombard Street Research London), sostiene “que la
pertenencia al euro ha alentado a Alemania hacia una costosa estrategia
mercantilista a expensas del consumo interno y la productividad de la
economía”. Así, el estancamiento de los salarios reales, los ajustes fiscales y
las tasas de interés reales relativamente altas limitaron fuertemente el
consumo interno alemán, pero ahora, la cura necesaria para los males de la
eurozona impondrá una mayor inflación en Alemania, prolongadas recesiones
deflacionarias en importantes mercados de la eurozona, y continuas
transferencias de recursos oficiales hacia sus socios.
Dumas
concluye que “ volver a un apreciado marco alemán exprimiría ganancias,
aumentaría la productividad y elevaría los ingresos reales de los consumidores,
pues en lugar de prestar los superávits del ahorro a los países periféricos,
los alemanes podrían disfrutar de mejores niveles de vida en su país“ y además,
según una encuesta realizada por TNS-Emnid para la revista semanal Focus, el 26
por ciento de los alemanes consideraría respaldar a un partido que desee sacar
a Alemania del euro , no siendo descartable que el nuevo movimiento “euroescéptico”
“Alternativa para Alemania” (AfD ), formado principalmente por académicos y
empresarios , irrumpiera en el Bundestag en las próximas elecciones federales
de Septiembre.
¿Desaparición
de la Eurozona?:La salida de Alemania del Euro supondría el finiquito de la
Eurozona y la posible aparición de una Europa de los Seis ( Alemania, Francia,
Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Austria), debiendo los países periféricos
(Portugal, Italia, España, Irlanda, Eslovenia, Malta y Chipre), retornar a sus
monedas nacionales y sufrir la subsiguiente depreciación de las mismas,
regresión a niveles de renta propias de la década de los 70 e inicio del éxodo
al medio rural de una población urbana afectada por la asfixia económica,
embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro, con la consiguiente
revitalización de extensas zonas rurales y rejuvenecimiento de su población.
Así,en la cadena Fox News, Peter Morici, economista y profesor de la
Universidad de Maryland, dijo que “ la necesidad de una unión fiscal en la zona
euro y de que el BCE adopte un papel similar al llevado a cabo por la Reserva
Federal de EEUU, no llegarán a tiempo para salvar a los países periféricos y
consideró la posibilidad de que “dichos países abandonen el euro para poder así
imprimir su propio dinero y resolver sus problemas como lo hizo Estados Unidos
a raíz de la crisis financiera”.
El
severo retroceso de las exportaciones debido la contracción del consumo interno
de la UE por la recesión económica, ( los intercambios comerciales entre los
Estados miembros de la UE alcanzan el 60% del volumen total de su comercio ) y
a un euro artificialmente revalorizado que encarece los productos europeos y
reduce su competitividad frente a los países del resto del mundo,(con especial
incidencia en países tradicionalmente exportadores como Finlandia) podría
provocar que dicho país abandone la Eurozona y proceda a la constitución de una
Federación Escandinava (integrada por Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e
Islandia),quedando una vez más los países bálticos (Letonia, Estonia y
Lituania) abandonados a su suerte .
El
resto de países del centro y este de Europa, (integrantes de la llamada Europa
emergente), sufrirán con especial crudeza los efectos de la tormenta económica
al no contar con el paraguas protector del euro y se verán obligados a
depreciar sucesivamente sus monedas, aumentar espectacularmente su Deudas
externa y sufrir alarmantes problemas de liquidez. Asimismo, deberán retornar a
economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores, al descartar
la CE la modificación de las reglas para la adopción del euro en la Unión
Europea y así poder acelerar la adhesión de los Estados miembros del centro y
este de Europa y deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de
carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de
una Rusia que conjugando hábilmente el chantaje energético y la
desestabilización de gobiernos vecinos “non gratos” irá fagocitando a la
mayoría de estos países abandonados a su suerte por la Unión Europea en aras de
asegurarse el abastecimiento energético de gas y petróleo rusos.
¿Finiquito
a la UE?: Mención especial merece el caso del Reino Unido en el que convergen
una mayor exposición a los activos tóxicos (hipotecas subprime), a los activos
inmobiliarios y una libra revalorizada que ha estancado sus exportaciones, por
lo que se verá obligado a realizar sucesivas bajadas de tipos de interés,
implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para incrementar la
base monetaria, depreciar repetidamente su moneda para estimular sus
exportaciones y a aplicar medidas proteccionistas. Además, tras retornar al
poder los conservadores liderados por David Cameron y fieles a su política
euroescéptica (nula voluntad británica de embarcarse en un proyecto en
decadencia en el que la soberanía británica estaría supeditada a los mandatos
de Bruselas), incluirán en su programa electoral para las elecciones del 2.015
la convocatoria de un referéndum sobre la salida de la UE tras las elecciones
(en el supuesto de ganarlas), con lo que Cameron tranquiliza a las bases más
radicales de su partido al tiempo que arrebata la bandera al partido en alza de
los euro-escépticos( UKIP) que consideran que el Reino Unido no necesita de
Europa ya que podría convertirse en la Singapur de Occidente desde su atalaya
financiera de la City londinense al tiempo que metrópolis del comercio de
Ultramar al pilotar la nave capitana de una renacida Commonwealth, siguiendo la
filosofía de Winston Churchill : “Estamos en Europa, pero no en ella”.
¿Hacia
la Europa de los Pueblos?: En el supuesto de dinamitarse la UE y desaparecer su
centrípeto paraguas protector, no sería descartable el auge de los movimientos
independentistas en el escenario europeo. Escocia sería paradigma de dicho
movimiento y alumno aventajado, pues debe realizar antes del 2014 una consulta
sobre la permanencia o no de dicha nación en Gran Bretaña y cuyos resultados
deberán acatar los Gobiernos de Londres y Edimburgo. El profesor James
Mitchell, responsable de la escuela de Gobierno y Política Pública de la
Universidad de Strathclyde (Glasgow, Escocia), explica que las razones de un
pueblo para querer su independencia “radican en el fracaso de sus respectivos
Estados, pues las naciones subestatales se sienten ninguneadas”.
La
disolución de la actual UE facilitaría la incardinación de los nuevos Estados
en una hipotética Europa de los Pueblos, ya que en la actualidad y según la
doctrina imperante en Bruselas, “un Estado resultante de un movimiento
secesionista perdería su condición de miembro de pleno derecho de la zona euro
y habría de comenzar el proceso de readmisión”, lo que en la práctica
imposibilita la secesión. Finalmente, en el supuesto de vencer la opción
favorable a la salida de Escocia del Reino Unido, podríamos asistir a una
vorágine independentista que incluiría sub-naciones como Flandes, Bretaña,
Alsacia, Córcega, Cataluña, País Vasco, Galicia, Pedanía, Tirol del Sur,
Irlanda del Norte, Cornualles e Isla de Man, proceso que podría dar lugar a la
aparición de un nuevo mapa geopolítico europeo en el horizonte del 2.020.
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