Desde
Brasil
29/Julio/2013
Brasil se
prepara para protestas contra la corrupción y a favor de las minorías
Francisco
Peregil
Las
manifestaciones se han vuelto más fragmentadas y minoritarias, pero continúan
gestándose en las redes sociales
Hace
sólo una semana era impensable que decenas de miles de brasileños salieran a
manifestarse en Brasil contra la PEC 37. Una cosa es protestar contra la subida
en el billete del transporte público y otra es hacerlo contra algo como la
Propuesta de Enmienda Constitucional 37. O sea, contra el proyecto de ley que
pretende limitar los poderes de investigación de la fiscalía general. Sin
embargo, a pesar de la supuesta complejidad de los vericuetos legales, unas
30.000 personas marcharon el sábado en São Paulo contra la PEC 37, cuyo
proyecto será sometido a votación en la Cámara de Diputados en los próximos
días. Detrás de esa norma, los convocantes ven un terreno abierto a la
impunidad y también a la corrupción.
Después
de las rebajas en las tarifas del transporte y del discurso pronunciado por la
presidenta DilmaRousseff el pasado viernes, las protestas se han vuelto más
minoritarias y fragmentadas. Pero no han cesado. El mismo sábado por la noche,
un día después del discurso de Rousseff, 60.000 personas se manifestaron en
Belo Horizonte contra el despilfarro en la organización del Mundial de 2014.
También se preparan protestas esta semana contra un proyecto que pretende
“curar” a los homosexuales y contra otro que concederá subsidios a las mujeres
violadas que declaren su intención de no abortar.
Las
redes sociales siguen echando humo. Un usuario de Facebook ha convocado una
huelga general para el próximo lunes 1 de julio que cuenta ya con más de
700.000 adhesiones. “Vamos a demostrar al Gobierno que quien hace un país es el
pueblo, no los políticos. (…) Basta de impunidad, basta de dinero del pueblo
siendo usado por los gobernantes de las formas más absurdas. ¡O el Gobierno nos
escucha o todo para!”, señala su página.
Mientras
tanto, el Movimiento por el Pase Libre, la organización que convocó las siete
primeras manifestaciones, ha previsto participar esta semana en dos
manifestaciones que se desarrollaran en la periferia de São Paulo. En esta
ciudad, la más poblada de Brasil, con casi 11 millones de habitantes, dos de
cada tres ciudadanos aprueban la continuidad de las protestas, según una
encuesta publicada por Folha de S. Paulo.
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