Desde Estados
Unidos
Fecha:
05/Marzo/2016
La Revolución Avanzadora Del Pueblo Rebelde
Por
Ernesto Wong Maestre
El pueblo
consciente, combativo y rebelde como lo formó nuestro Comandante Supremo y
Eterno, Hugo Chávez, que se ha mantenido incólume ante las agresiones
violentas, arremetidas “pacíficas” y operaciones encubiertas “made in
usa”, recibió con mucha esperanza y
entusiasmo el Decreto de Emergencia Económica acordado colectivamente en un
proceso de consultas del camarada Presidente Nicolás Maduro, con los
integrantes de su Gabinete y dirigentes de otras instituciones. El Gobierno
Revolucionario da muestras que en el contexto de un estado de excepción, está
firmemente convencido que con el apoyo irrestricto de esa fuerza bolivariana de
seis millones de combatientes revolucionarios se podrá dinamizar de forma
gradual e integra todos los sectores productivos del país, comenzando por
aquellos que cumplen la función de generar alimentos y de buscar divisas con su
adecuada logística e infraestructura.
En eso radica el
amplio espectro que siempre se debe considerar, porque no es una simple
“medida” sino verdaderas y conscientes operaciones estructurantes de profundas
transformaciones revolucionarias, desde
el petróleo como producto, no solo básico, estratégico e imprescindible, sino
como propiedad efectiva, desde el 2003, del pueblo revolucionario y en
beneficio de toda la ciudadanía, hasta el mayor control estratégico y operativo de los recursos financieros. En ese
amplio espectro, el pueblo revolucionario con su Gobierno Bolivariano,
dinamizará como es lógico la petroquímica aprovechando por un lado las
excelentes capacidades para producir intensamente una amplia variedad de
productos y piezas plásticas, así como los fertilizantes necesarios para enriquecer
el amplio abanico de posibilidades agroalimentarias, desde la producción animal
y vegetal directa hasta la producción agroindustrial con el impulso también de
sus necesarias redes de distribución y frío.
Considerando que
las fuerzas productivas de la Nación deben desarrollarse de forma integral y
autosustentable, el Gobierno Revolucionario se aboca a dinamizar la rica y
potencial minería venezolana mediante inversiones de capitales públicos,
nacionales privados e inversiones extranjeras, precisamente porque en la
realidad concreta, Venezuela no está en crisis ni mucho menos sino que es
víctima de esa guerra no convencional, muy asimétrica, direccionada desde “el
norte revuelto y brutal”, que combina medidas “legales” violadoras de los
principios del derecho internacional, como ese infame Decreto Obama, con las
llamadas “covert action” o acciones encubiertas del cuarteto
CIA-Pentágono-Usaid-Ned, las amenazas y agresiones financieras, y todas esas
acciones alimentadas y con contextos inducidos por las redes sociales y de los
medios de comunicación de las grandes corporaciones y los laboratorios de
guerra psicológica para afectar las estructuras afectivas, motivadoras y
ejecutoras de la personalidad humana, tanto de la revolucionaria para
neutralizarla, como de la conservadora o la reaccionaria para alimentarla con
odio.
Para cada sector
social, después de hacer estudios psicográficos mediante el espionaje de la NSA
denunciado por Edward Snowden, el imperio lanza campañas específicas y
operaciones valoradas en millones de dólares ya que en el imaginario imperial y
en sus archivos de las riquezas de Venezuela está el petróleo y el gas, y
también los minerales metálicos y no metálicos, los críticos, los estratégicos
y los minerales esenciales, tales como el oro, cobalto, coltán, aluminio,
hierro, manganeso, cromo, molibdano, venadium, magnesio, plata, platino y hasta
uranio, radium y quizás monocita.
Recuérdese que por
minerales estratégicos se consideran a aquellos minerales utilizados en la
industria por sus características particulares y que sus reservas o rarezas son
muy apetecidas por los gobiernos capitalistas del norte y que pueden significar
una gran ingreso por sus exportaciones o por su uso en la fabricación de
equipos de tecnología de avanzada o en aleaciones necesarias para sectores
industriales militares o del desarrollo aeroespacial. Y en Venezuela abundan
casi todos.
Por razones
operacionales y estratégicas, las transformaciones a llevar a cabo a partir del
Decreto de Emergencia Económica, deben tomar en cuenta el imprescindible
desarrollo de las telecomunicaciones y la informática, sectores por donde el
Complejo Militar-Financiero-Comunicacional del imperialismo yanqui ataca
recurrentemente con instancias del Cibercomando implementado por Obama desde el
2010, ya que son también sectores imprescindibles para el desarrollo integral y
autosostenible.
En toda esta
integralidad, el sector de la construcción resulta esencial impulsarlo, junto a
las transformaciones de las industrias, la organización y la promoción del
turismo, el incremento de las exportaciones con la calidad debida y todo el
sector financiero venezolano que ha sido fuertemente agredido desde diferentes
vías y con diversos instrumentos.
Por tales razones y
en defensa de la Seguridad de la Nación, fundamentada en los principios
constitucionales (Art 326 de la CRBV) y definida como “la condición, estado o
situación (Art 2 de la LOSN) que garantiza el goce y ejercicio de los derechos
y garantías en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico,
ambiental y militar, de los principios y valores constitucionales por la
población, las instituciones y cada una de las personas que conforman el Estado
y la sociedad, con proyección generacional, dentro de un sistema democrático,
participativo y protagónico, libre de amenazas a su sobrevivencia, su soberanía
y a la integridad de su territorio y demás espacios geográficos”, es que el
Presidente Nicolás Maduro actúa consecuentemente y ha decretado la Emergencia
Económica mediante un instrumento debidamente sustentado en los Considerandos
del decreto.
Once motores para
impulsar estratégicamente la economía productiva serán, a partir de la
presentación presidencial de este martes 19, estudiados por todo el pueblo,
analizados y valorados por quienes deben operarlos: la clase trabajadoras,
protagonista central de la sociedad en transformación. Estos motores son: 1)
Hidrocarburos: Petróleo y Gas, 2) Petroquímica, 3) Agroalimentario, 4) Minería,
5) Telecomunicaciones e Informática, 6) Construcción, 7) Industria, 8)
Industrial Militar, 9) Turismo, 10) Exportaciones y 11) Banca, seguros y
mercado de valores.
@ProfeWong /
www.profewong.blogspot.com
wongmaestre@gmail.com
Publicación
Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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