Desde Uruguay
11/Octubre/2013
EEUU y sus socios de la OTAN: Violación
contumaz de la ley internacional
Niko Schvarz
Un
nuevo hecho escandaloso de violación de la legislación internacional por parte de Estados Unidos se
conoció el pasado jueves 19, cuando el presidente Nicolás Maduro denunció,
junto al canciller Elías Jaua, que el gobierno de EEUU negó la autorización de
sobrevuelo al avión presidencial venezolano en el espacio aéreo de Puerto Rico,
que debían utilizar para viajar a la República Popular China con el objetivo de
afianzar las relaciones estratégicas entre ambas naciones y dar seguimiento a
las distintas áreas de cooperación bilateral. La decisión tiene el agravante de
que Puerto Rico es un territorio colonizado por Estados Unidos. Con toda razón
Maduro declaró que “negarle el permiso a un jefe de Estado para que sobrevuele
un espacio aéreo que ellos han colonizado en la tierra como Puerto Rico es una
falta grave”. El canciller Jaua agregó que se trata de “una agresión más del
imperialismo norteamericano contra el
gobierno de la República Bolivariana. Todo indica que es una nueva
provocación”.
Esta
decisión inaudita del gobierno estadounidense suscitó indignación y protestas
generalizadas en América Latina y en el mundo. A tal punto que el gobierno de
Obama debió dar marcha atrás y autorizar, tardíamente, el sobrevuelo del
territorio colonizado. Pero la prohibición existió. El encargado de negocios
del gobierno de Caracas en Washington, Calixto Ortega, a cargo de esa representación
diplomática, afirmó que tiene impresa la negación del permiso por parte del
gobierno estadounidense. La portavoz del Departamento de Estado, Marie Hart,
pretendió alegar determinadas razones formales para la postergación del
permiso, pero Ortega replicó que se habían utilizado en este caso
procedimientos idénticos al de vuelos anteriores que no habían tenido problema
alguno: el mismo avión rentado a Cubana de Aviación, similar tripulación y la
misma ruta, y en este caso el sobrevuelo fue denegado.
De
todos modos, Maduro pudo viajar y cumplir sus obligaciones en China. Deberá
aterrizar en Nueva York el 25 de setiembre, para participar en la Asamblea
General de la ONU. Ortega indicó que al gobierno le “preocupa sobremanera que
si hubo obstáculos para pasar por el espacio aéreo de Puerto Rico por 20 o 25
minutos, los que puede haber cuando la aeronave aterrice en Nueva York”.
Esta
preocupación no es vana, porque otro agravante más del caso es que Estados
Unidos no concedió la visa a varios integrantes de la delegación venezolana
para asistir al foro de cooperación América del Sur-África, que forma parte de
la próxima Asamblea General de la ONU. Esta negativa de visa se refiere al
mayor general Wilmer Barrientos y a otro miembro del gabinete ministerial
venezolano. El representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel
Moncada, por indicación de su gobierno, procuró activar los mecanismos para
impedir esa nueva agresión. Maduro declaró, dirigiéndose a Estados Unidos:
“Usted no es el dueño de la ONU. Tendrá que mudarse de Nueva York la ONU” y
aseguró que no acepta de ninguna manera que se condicione la entrada a un organismo de Naciones Unidas.
Posteriormente,
el gobierno de Venezuela hizo llegar una carta al secretario general de la ONU,
Ban Ki-moon, para que se adopten acciones sobre Estados Unidos en torno a su
negativa de visado de varios miembros de la delegación venezolana que tiene
previsto participar en la Asamblea General de la ONU a celebrarse en los
próximos días en Nueva York. Esto afecta al conjunto de la delegación
venezolana a la reunión del máximo organismo internacional. El texto sostiene
que la medida tomada por el gobierno de EEUU obstruye el ingreso del presidente
Maduro a territorio estadunidense y que
esto retarda “deliberadamente la
aprobación de los permisos de entrada
del avión oficial y de su comitiva”, lo cual tiene como objetivo “crear
obstáculos logísticos que impidan la realización de su visita” a Nueva York
para la reunión de la ONU. En
conclusión, el gobierno de Venezuela demanda que la ONU “exija al gobierno de
los Estados Unidos de América el estricto cumplimiento de sus obligaciones
internacionales “, eliminando todo obstáculo al ingreso del mandatario
venezolano y su comitiva en el debate general del 68º período de sesiones de la
Asamblea General de Naciones Unidas.
El
antecedente de Evo Morales
El
tema del sobrevuelo del avión presidencial venezolano a Puerto Rico suscitó la
inmediata reacción (por razones obvias) del presidente boliviano Evo Morales,
quien exigió públicamente a los gobernantes que integran organismos regionales
de América Latina y el Caribe, como ALBA y CELAC, la adopción de medidas claras
contra el gobierno de EEUU por violar nuevamente y en forma múltiple la
legislación internacional. Evo Morales señaló en forma taxativa que en este
caso EEUU violó nuevamente cuatro normas internacionales: la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, la
Convención sobre Misiones Especiales y la Convención de Viena sobre relaciones
diplomáticas. “No se puede permitir
–declaró- que Estados Unidos siga con soberbia, con políticas de
amedrentamiento y prohibición de vuelos
presidenciales”. Solicitó que se convoque de forma inmediata a los embajadores
de EEUU en los distintos países y anunció que se propone demandar a EEUU ante
organismos internacionales: “Vamos a preparar una demanda internacional ante
tribunales internacionales para que
Barack Obama sea condenado por delitos de lesa humanidad”.
El
gobierno de Cuba reiteró que la agresión contra el presidente Maduro ofende a
toda América Latina y el Caribe. También Ecuador repudió la agresión de EEUU
contra Venezuela a través de expresiones contundentes del presidente Rafael
Correa y del canciller Ricardo Patiño, a la vez que expresaron su solidaridad
con Maduro. Ambos recordaron los antecedentes del vuelo de Evo Morales.
“Primero fue con Bolivia, ahora con Venezuela. ¿Qué pretenden? ¿Poner en riesgo
la amistad entre los pueblos y la paz en el mundo?”, enfatizó Patiño.
En
efecto, el episodio recuerda lo sucedido con Evo Morales en su viaje de retorno
de Rusia hacia La Paz el pasado 2 de julio, cuando los gobiernos de Francia,
España, Portugal e Italia le impidieron sobrevolar sus territorios y debió
retornar y aterrizar de urgencia en Viena, con riesgo de muerte para el
presidente y sus acompañantes. En ese caso se utilizó como pretexto la presunta
presencia en el avión presidencial de Edward Snowden, el contratista de la
Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EEUU que ha difundido urbi et orbi
documentos secretos que revelan las maniobras de espionaje que practica EEUU
literalmente en el mundo entero. La maniobra de los cuatro países europeos,
obviamente impulsada por Estados Unidos que está a la caza de Snowden, fue
repudiada en el mundo entero, al mismo tiempo que se desplegó la más amplia
solidaridad con Evo Morales. Hoy Snowden ha logrado un asilo temporal en Moscú,
y prosigue la labor de denuncia del espionaje practicado por Estados Unidos,
que según el presidente Rafael Correa constituye el mayor espionaje masivo de
la historia de la humanidad.
Este
hecho ha traído nuevas derivaciones en nuestra región. El jueves 19 se realizó
una reunión en Buenos Aires entre el canciller Héctor Timerman y el nuevo
canciller brasileño Luiz Alberto Figueiredo, en que coincidieron en hacer un
llamado a la comunidad internacional para “buscar una solución por medio
estrictamente pacíficos al conflicto en Siria”, al tiempo que “condenaron el
uso de armas químicas por cualquier actor y en cualquier circunstancia”.
También plantearon la necesidad de realizar “acciones conjuntas” ante las
revelaciones de espionaje realizadas por Estados Unidos a los países de la
región. Se ha destacado la preocupación brasileña por el espionaje informático
que llevó a la suspensión de la visita oficial de la presidenta Dilma Rousseff
a Washington, programada para el 23 de octubre. Se señala que los gobiernos
argentino y brasileño comparten la preocupación por que se regule
internacionalmente el manejo de la información a través de Internet. Los cancilleres plantearon “la necesidad de
coordinar posiciones y realizar acciones conjuntas, frente a las actividades de
espionaje de Estados Unidos en la región, y de avanzar en el desarrollo de
herramientas de ciberdefensa”.
Sobre
el último aspecto, y teniendo en cuenta que Petrobras ha sido una de las
empresas objeto especial de espionaje, se ha revelado que ésta intensificará su
protección anti espionaje electrónico y que invertirá 4 mil millones de reales
en tecnología y seguridad de la información y telecomunicaciones en 2013 y una
suma cinco veces superior hasta 2017. La presidenta de la compañía, María das
Graças Silva Foster, declaró ante el Senado que la compañía seguirá practicando
la cultura de la seguridad en sus
informaciones estratégicas.
Todo
este cúmulo de hechos se proyecta a la Asamblea General de Naciones Unidas, que
se inaugura el martes 24 en Nueva York. Después de la apertura a cargo del
secretario general Ban Ki-moon, la primera oradora será la presidenta Dilma
Rousseff (de Brasil, como siempre).
Publicación Barómetro 26-09-13
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