Desde Kurdistán
10/Octubre/2013
Un laboratorio político hierve en el Norte de Siria
Leandro Albani
Cuarta entrega de las crónicas
desde tierra kurda. La lucha de la guerrilla en el norte de Siria contra los
mercenarios y el alto nivel de autonomía y organización política del Kurdistán
sirio.
Un laboratorio de política y
organización, en eso se convirtió el norte de Siria hace un año. La apreciación
es compartida en las filas guerrilleras del Partido de los Trabajadores del
Kurdistán (PKK), que en pocos meses trasladó a esa región a más de 50 mil
guerrilleros. El objetivo es defender al país de la intervención de las
potencias occidentales y la autonomía declarada por los kurdos el 19 de julio
de 2012, en medio de un conflicto interno y externo que no deja de
profundizarse.
La idea de una confederación
kurda en Siria fue aceptada por el gobierno del presidente Bashar Al Assad,
como también por Irán y Rusia, aseguran desde la guerrilla. Por estos días, las
ciudades del norte de Siria son escenario de duros enfrentamientos entre la
Unión de Autodefensa del Pueblo (UAP) -que agrupa a los guerrilleros kurdos- y
los mercenarios del Frente Al Nusra (Al Qaeda) respaldados por Estados Unidos,
las potencias europeas y Turquía.
En poco más de 24 meses, en el
Kurdistán sirio comenzó a gestarse un sistema alternativo que no responde al
nacionalismo del gobierno y mucho menos se alinea con los mercenarios e
islamistas defensores del neoliberalismo. La ideología del confederalismo
democrático, teorizada por Abdullah Ocalan, recorre la región kurda con una
fuerza nunca antes vista.
Aunque el dolor de la guerra esté
a flor de piel, la mayoría de kurdos que habitan el norte de Siria (tres
millones y medio) parecen dispuestos a resistir el tiempo que sea necesario. A
los ataques de mercenarios y Al Qaeda, se suma el juego del Partido Democrático
del Kurdistán (PDK), encabezado por Masud Barzani, presidente de la región
autónoma de Irak. Barzani anunció que recibirá a los refugiados que viven en
Siria, pero aclaró que no permitirá que los kurdos se trasladen a ese
territorio. Desde el PKK leen esta medida como un método para debilitar la
resistencia del pueblo de la región, integrado por diferentes minorías como
árabes, asirios y armenios. La guerrilla además denunció que el gobierno de
Barzani mantiene un duro bloqueo que no permite el ingreso de alimentos y
medicamentos hacia la zona siria, lo que acrecienta la crisis humanitaria.
En la guerrilla también saben lo
que significaría un ataque militar encabezado por Estados Unidos y sus aliados.
Tienen la experiencia de décadas de combates contra el Ejército turco, el
segundo más grande del mundo. Aunque una invasión estadounidense costará vidas
y sangre, los guerrilleros están confiados y más de un combatiente no duda en
decir que los esperan, que ellos no tienen nada que perder.
El frente de batalla
El principal frente de batalla
del PKK se encuentra en el norte de Siria. Con las montañas de Kandil en el
Kurdistán iraquí como retaguardia, en el norte sirio diariamente se producen
enfrentamientos contra mercenarios y miembros del Frente Al Nusra. Esta lucha,
que incomoda a las potencias occidentales, es silenciada en América Latina,
algo que se puede comprobar al mirar algunos de los cuatro canales de
televisión satelitales y comunitarios para la región kurda. Las imágenes se
suceden de manera frenética: combates, bombas estallando, fusiles que escupen
balas continuamente, mercenarios que manipulan armas químicas y se pasean en
tanques de guerra, pero también se puede observar al pueblo kurdo en plena
organización de asambleas populares, a guerrilleros que se suman a la lucha, a niños
y niñas que no tiemblan cuando dicen que esa tierra es de ellos y que la
resistencia total será el costo para su libertad.
Helin estuvo meses atrás en el
frente de batalla. Comenta que en uno de los campamentos de las montañas de
Kandil “pese a la situación crítica, las asambleas populares y comunas están
funcionando”. Con voz firme, aclara que la guerrilla no necesita el apoyo del
Ejército sirio, que dejó la región hace varios meses atrás. “Los propios
militares sirios se comunican con los comandantes kurdos para pedirles que
cuiden a sus familias que viven en la región”, ejemplifica.
Declarada la autonomía en el
norte de Siria fue creado el Consejo Supremo de Kurdistán (CSK), en el cual
participan 16 partidos políticos, siendo el principal el Partido de la Unión
Democrática (PUD), ligado al PKK, y dirigido por Salih Muslim. Helin explica
que muchos de esos partidos responden a Barzani y a Celal Talabani, actual
presidente de Irak, y que cuentan con un apoyo del 1% o 2% de la población,
además del respaldo de Turquía.
“Algunas refinerías nuevas de
petróleo son controladas por nosotros pero todavía no funcionan. Su producción
servirá para proveer al pueblo”, señala Helin. Entre otros logros, cuenta que
las clases en los colegios dejaron de dictarse únicamente en árabe y se agregó
el idioma kurdo, prohibido hasta hace un año.
Balcanizar Medio Oriente
“El imperio no quiere resolver
esta guerra, pero sí busca hacer durar el conflicto y balcanizar la región”,
expresa Rengin Botan, comandante de la UAP. Estamos en otro campamento de
Kandil y todos coinciden en que Rengin, con 37 años, es una de las principales
dirigentes que tiene la guerrilla y que sus órdenes se cumplen sin
vacilaciones.
La comandante Rengin recuerda que
el nivel de conciencia de los kurdos que viven en Siria es elevado, debido a
que durante 15 años en ese país estuvo refugiado Abdullah Ocalan, líder máximo
del PKK, detenido actualmente en Turquía. “En Siria hay una historia de
conciencia política muy importante, desde ese momento había creación de comunas
y proyectos. El nivel de conciencia política en el Kurdistán sirio es muy
alto”.
Desde que se inició el conflicto
en Siria, la guerrilla mantuvo su independencia y no definió una posición hacia
un bando determinado. En ese momento, explica Rengin, “nos preguntamos cuáles
eran los proyectos para el pueblo kurdo y otras nacionalidades que viven en
Siria. A todos les preguntamos si aceptaban un sistema confederal, democrático,
donde todos los pueblos pobres y oprimidos puedan vivir en igualdad. El
gobierno sirio aceptó esas condiciones y no entró en conflicto armado con
nosotros. El gobierno de Al Assad ahora hace una permanente autocrítica. Hasta
hace un año la mayoría de los kurdos no tenían ciudadanía pero el gobierno ya
los legalizó. Los mercenarios no tienen una propuesta concreta, al contrario,
nos atacan por ordenes del imperio con Al Qaeda. Como el imperio no quiere un
sistema confederal y social, envía a estos mercenarios para poner obstáculos”.
Rengin suma a la lista de obstáculos al PDK, el partido de Barzani que intenta
crear un Estado-Nación y así fragmentar todavía más a la región, posibilidad
aplaudida por Estados Unidos y Turquía.
Rengin revela que en las últimas
semanas, los grupos mercenarios asesinaron “a civiles, mujeres y a muchos
niños, que además violan sexualmente”. “Es un enfrentamiento de dos corrientes:
el confederalismo democrático y otra que quiere balcanizar la región”, agrega.
Pese a la actual situación, reconoce como positivo que el norte de Siria se
haya transformado en “un laboratorio, porque la lucha del Kurdistán de Siria es
primordial, nuestra energía está concentrada allá porque es un ejemplo que
pueden seguir otros pueblos de Kurdistán y Medio Oriente”.
leandroalbani@gmail.com
Publicación
Barómetro 02-09-13
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