Desde México
07/Diciembre/2013
El Pacto y el Petróleo: Autoengaño
del PRD
Rodrigo
Huerta Pegueros*
Para nadie que
se precie de enterado sobre lo que sucede en la política mexicana podría creer
en los argumentos que profirió el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, para
justificar la salida del Pacto por México suscrito con el gobierno de la
República, el PRI, el PAN y el PVEM hace ya casi un año.
Desde un
principio se advirtió que el Pacto por México era un instrumento de promoción y
de consolidación del gobierno de la República, el cual llegó con serias dudas
frente a la opinión pública nacional, particularmente por los cuestionamientos
del uso indiscriminado de dinero privado y de dudosa procedencia.
Sin embargo,
para no presentarse ante los mexicanos como una oposición a ultranza y en
contra de todo, el PRD cupular (no todos) aceptaron las reglas del juego y se
enfrascaron en una serie de acuerdos para sacar adelante las reformas
propuestas, algunas de estas, inconclusas e inoperables por la falta de leyes
secundarias (telecomunicaciones) y otras por el rechazo a su aplicación y la
falta de fuerza del Estado para hacerlas realidad como es el caso de la reforma
educativa.
Durante este
proceso, el pacto tuvo que se reconvenido ante las prácticas usureras y poco
democráticas del PRI durante las elecciones locales de Veracruz, donde el PAN
descubrió una maquinarias de corrupción en donde estaban involucrados
funcionarios federales (SEDESOL) y estatales.
Aún y con todo
ello, el PRD prosiguió dentro del pacto y cuando llegó la reforma hacendaria,
éste sin ningún recato y haciendo lo que hacen los políticos de la vieja
escuela, aprobó junto con el PRI, los incrementos de impuestos que el gobierno
de la República propuso e hizo a un lado al PAN quien hasta el final dio la
pelea para que no se incrementaran impuestos a los territorios fronterizos de
México.
Que hubo
acuerdos en lo oscurito y no tanto, se sabe muy bien, ya que se publicitó la
reunión del PRD, el PRI y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray un día
antes de la aprobación de la miscelánea fiscal en la cámara de diputados y el
propio senador Armando Ríos Piter lo develó durante la puesta en marcha del
programa Nuevo Guerrero que encabezó en Chilpancingo en semanas pasadas el
propio presidente Enrique peña Nieto.
Pasada la
aprobación de la reforma hacendaria, estuvo en puerta la reforma
político-electoral, propuesta del PAN para acceder a la aprobación de la reforma
energética, lo cual provocó que el PRI admitiera una serie de condicionantes
–mas no la segunda vuelta—para poder lograr su objetivo final.
Esta propuesta
político-electoral, también fue avalada sin chistar por el PRD, lo cual provocó
una serie de críticas al interior de su partido y no solo de ellos, pues el
propio dirigente nacional del partido movimiento de Renovación Nacional, Andrés
Manuel López Obrador, se los advirtió y poco después se sumaron varias voces
como la de Marcelo Ebrard Casaubón, de que lo que estaba haciendo el PRD era
convalidar una reforma político-electoral que abría de par en par la
posibilidad de que el PRI y el PAN acordaran la aprobación de la reforma
energética.
Aun así, el
líder perredista, Jesús Zambrano seguía apoyando la presencia de su partido en
el pacto, hasta que se dio cuenta de que el PAN le había jugado una chicana de
gran calado como era no solo el sacar de la reforma político-electoral lo del
Distrito Federal, sino que también habían excluido el avanzar en la aprobación
de los reglamentos a la iniciativa popular y la consulta popular, lo cual haría
nugatorio el propósito del PRD de promover una consulta popular nacional para
el 2015 y con ello hacer notoria la reforma energética.
La plañidera
de Jesús Zambrano es tan solo una tapadera al autoengaño, ya que cualquier
persona que ha seguido lo que se ha realizado en política nacional durante un
año, se habrá dado cuenta de que el gobierno federal iba sin freno a lograr sus
propósitos primarios y no se iba a parar para ver si lo que hacía era o no lo
políticamente correcto, sino lo que le diese resultado.
Por lo tanto,
no le podemos dar ni el beneficio de la duda a Jesús Zambrano ni a todos sus
diputados y senadores, quienes ahora se dicen sorprendidos de lo que ha
ocurrido con la reforma político-electoral, la cual está por aprobarse en el Congreso de la Unión y después harán lo
propio con la reforma energética, pues ya tanto el PRI como el PAN han
declarado que en democracia, los que mandan son las mayorías y no los
consensos. Más claro, ni el agua.
A llorar a
otra parte.
Veremos lo que
nos dice este domingo el líder de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, y lo que
dice referente al Frente Nacional Contra la Privatización de PEMEX que ha
propuesto la cúpula perredista. Vaya autoengaño de estos amarrillos. Les llegó
anticipado su Día de Gracia.
Periodista/Analista
Político*
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