Desde México
01-febrero-2014
El Aguinaldo De Los Profesores
Xavier
Carreto A.
Carlos Slim,
que algo sabe del tema, dice que: “La única manera de crecer es con inversión y
educación para tener mayor capital humano que ayude al desarrollo”. Eso es
justamente lo que nos hace mucha falta a los guerrerenses más y mejor
educación, nuestro capital humano es tan limitado que no nos alcanza para mucho
como se aprecia por la pobreza en que viven dos tercios de los habitantes de
esta entidad. Esto a pesar de que la mitad del presupuesto está orientado,
desde hace muchos años, a la prestación del servicio educativo, particularmente
a la educación básica, lo cual parece una mala inversión.
Está
demostrado hasta la saciedad que la educación pública estatal tiene muchas
deficiencias, a pesar de ser el principal rubro del gasto, pues además del
presupuesto de la Secretaría de Educación Guerrero, que se gasta casi en el
pago de la nómina, habría que agregar recursos provenientes de otros programas
como las becas, los útiles y uniformes escolares, lentes para leer mejor,
libros de texto gratuitos, desayunos, oportunidades, etcétera. Sin dejar de
considerar los recursos que las familias le aportan a la educación de sus
hijos: traslados, cooperaciones, dinero para el recreo.
Mención aparte
de los recursos destinados al servicio educativo, merece el pago de la
gratificación de fin de año, mejor conocida como aguinaldo. De acuerdo con el
Decreto Presidencial para el Pago del Aguinaldo 2013, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 7 de noviembre, se hará un pago de 40 días, sin
deducciones, en dos partes, el primero a partir del 15 de noviembre y el otro a
más tardar el 15 de enero de 2014. Tienen derecho a esta prestación los
empleados del gobierno federal, entre ellos los profesores y los pensionados
del Issste.
En Guerrero,
el pago del aguinaldo a los profesores es de 90 días, 50 más que de los que
autoriza el Decreto Presidencial; una de las pocas entidades en donde los
mentores alcanzan este beneficio, gracias a la doble negociación salarial que
hace la sección XIV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(Snte) con el Gobierno del estado desde hace más de 12 años y que le trae a
éste un déficit presupuestal cercano a los mil millones de pesos. Hasta el año
pasado este hueco de recursos públicos se acercaba a los 10 mil millones de
pesos y, como dirían los clásicos, contando; los cuales se cubren, dejando de
pagar el ISR a Hacienda, las cuotas al Issste, entre otras malversaciones.
Los profesores
de educación básica son un grupo privilegiado de servidores públicos por los
ingresos que tienen, comparados con el resto de trabajadores guerrerenses,
quienes en este rubro del aguinaldo, perciben en el mejor de los casos una
quincena si trabajaron el año completo o
un pago proporcional al tiempo laborado, deben recibirlo, eso sí, antes del 20
de diciembre como lo establece la Ley Federal del Trabajo. Peor es la situación
de ocho de cada 10 de los guerrerenses, quienes se desempeñan en la economía
informal, pues no reciben nada.
Por otra
parte, vale la pena comentar la exigencia de los 14 mil jubilados y pensionados
del Snte, quienes con el argumento de que el gobernador se los ofreció en
campaña, también quieren 90 días de aguinaldo cuando en el Decreto sólo tienen
40. Aquí es pertinente señalar que es personal que ya no está en activo como se
los dijo el secretario General; además se trata de esposas o hijos menores de
18 años de jubilados fallecidos, quienes perciben en promedio pensiones
mensuales de 10 mil pesos pagadas por el Issste. Atender esta petición no sería
justo, pues en Guerrero hay poco más de 300 mil adultos mayores, que malviven
con pensiones mensuales pagadas cada bimestre, cuando las tienen, de 400 pesos
de la extinta Pensión Guerrero, que todavía tiene algunos pendientes; y con la
pensión federal tendrán un poco más.
Por las
difíciles condiciones que vivimos en Guerrero, es esencial demandar mayor
responsabilidad y honestidad en el ejercicio del gasto público y una cuestión
prioritaria e impostergable, es que la mayoría de nuestros profesores no sigan
asumiendo el papel, que ahora los caracteriza, de creer tener derecho a una
sinecura cubierta con recursos del erario, en lugar de un desempeño pagado, que
tiene responsabilidades y obligaciones. Que esos cerca de mil millones de pesos
adicionales que reciben de gratificación anual, se les sigan pagando, en
función de sus resultados y del cumplimiento estricto del calendario escolar.
Ya que, si todos estos recursos que han sido desaprovechados, se hubieran
utilizado en infraestructura carretera, ahora tendríamos autopistas de cuatro
carriles para comunicar a las siete regiones del estado y otro gallo nos
cantara.
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