Desde México
01-febrero-2014
El fin ¿justifica Los medios?
Miguel
Ángel Mata Mata
Ángel Heladio
Aguirre Rivero entró al año electoral de su administración como al nacer: con
violencia y llanto y con dos antípodas realidades. La del pueblo y la de una
casta que busca administrar millonarios presupuestos de los poderes ejecutivo,
legislativo, del poder judicial y de los 81 ayuntamientos, además de las nueve
diputaciones federales.
El primer mes
del 2014 nos enteramos que: Acapulco es una de las ciudades más violenta del mundo; en La Montaña la
hambruna apareció de la mano de infames políticos que se quedaron con la ayuda
humanitaria por las tormentas Manuel e Ingrid; en El Ocotito los comunitarios
destruyeron un plantío de amapola ubicado a dos kilómetros del poblado tan solo
para recibir la visita del Ejército que les quiere desarmar. Y finalmente el
aparato de justicia al fin libró la orden de aprehensión en contra del
exalcalde Willy Reyes, acusado de asesinar a un diputado federal.
El segundo mes
de febrero será recibido con los nombres de aspirantes a la gubernatura. El
diputado perredista, Sebastián de la Rosa, ha sorprendido al encabezar un
movimiento popular importante. Su estrategia de bajar recursos federales sin
importar la ideología o partido de los alcaldes de la zona más pobre de
Guerrero le ha funcionado. Sus cercanos ya creen en la posibilidad real de
crecer y quedarse con la candidatura perredista. El músculo mostrado el fin de
semana durante su informe rendido en San Marcos
es para temerle.
El
contrincante de Sebastián, en las filas del perredismo, es el senador Armando Ríos
Piter. También estuvo por Guerrero el fin de semana pasado. Acompañó a la
quinceañera hija de Alberto Mojica Mojica en su fiesta. El anfitrión gusta
coleccionar compadres políticos, empresarios o gente famosa y pertenece a esa
nueva casta que nació en el gobierno de Aguirre: políticos cobran en la nómina
del gobierno y también sangran el presupuesto de comunicación social pues se
han convertido en “periodistas” de la noche a la mañana, al comprar con dinero
¿de ellos? medios de comunicación. El otro invitado a la fiesta de 15 años fue
el senador René Juárez Cisneros. A ambos
hicieron compadres.
La semana que
comienza se tuvo noticias del Movimiento de Regeneración Nacional. Completaron
el requisito oficial para convertirse en partido político y anunciaron de
inmediato que participarán en todas las elecciones del 2015. Postularán
candidato en Guerrero en donde la figura de Luis Walton crece ante el aviso
enviado por el jefe moreno. “No a corruptos”, dijo López Obrador. En contraste
con Lázaro Mazón, quien deseas esa candidatura, el alcalde de Acapulco sí puede
ponerse ese chaleco.
Los priístas,
aun divididos, han sido testigos de que Manuel Añorve Baños, propietario de una
gran cantidad de delegaciones federales en donde colocó a sus incondicionales,
se fue a la Costa Grande en gira de promoción disfrazada. Quienes conocen a
Añorve saben que morirá en el intento por la candidatura con el argumento de
que rebasó el medio millón de votos en su contienda frente al actual
gobernador... o sabrá negociar muy bien.
También la quiere un Mario Moreno ajado por las autodefensas y un lúdico
Cuahtémoc Salgado. En el PRI la reconciliación es urgente.
Anotemos por
el PAN a Jorge Camacho, diputado local quien promete hacer un papel digno y no
declinar… ala menos eso dice.
La realidad de
los políticos no es compatible con la realidad del pueblo. La violencia amenaza
con desbordarse en una verdadera guerra civil a menos que ellos, los políticos
a quienes pagamos millones por hacer política, hallen el remedio.
Por lo pronto
recordemos a Niccoló di Bernardo dei Machiavelli, nacido en Florencia, Italia,
el 3 de mayo de 1469 y fallecido el 21 de junio de 1527. Fue diplomático, funcionario público, filósofo
político, escritor y a quien, descrito así, pocos reconocen.
Pero si
decimos que fue una figura relevante del Renacimiento italiano que en 1513
escribió su tratado de doctrina política titulado El Príncipe, publicado
póstumo en 1531 en Roma, y que es conocido como Nicolás Maquiavelo, la cosa
cambia. Hasta se quitan el sombrero, se ponen de pie y le hacen reverencias, estos que buscan con
ansias locas administrar miles de millones de pesos del gobierno estatal.
Recordémosles
que, aunque la fama diga lo contrario, esa frase de que “el fin justifica los
medios” no aparece en “El Príncipe”. La que sigue si aparece en el texto: “es mejor ganar la
confianza de la gente que confiar en la fuerza”.
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