Desde Age. Internacional
21/Sepetiembre/2014
Diez Consejos para los Militantes de Izquierda en este
2014
Frei Betto
Yo diría que militantes de izquierda, somos todos
aquellos que sin llamarnos izquierdistas creemos en el proyecto de un mundo
mejor, de solidaridad con los oprimidos, y de lucha por la imposición de la
justicia social.
1. MANTENGA VIVA LA INDIGNACIÓN
Verifique periódicamente si usted es realmente de
izquierda. Adopte el criterio de Norberto Bobbio: la derecha considera
la desigualdad social tan natural como la diferencia entre el día y la noche.
La izquierda lo enfrenta como una aberración que debe ser erradicada.
Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus
social-demócrata, cuyos principales síntomas son usar métodos de derecha para
obtener conquistas de izquierda y, en caso de conflicto, desagradar a los
pequeños para no quedar mal con los grandes.
2. LA CABEZA PIENSA DONDE LOS
PIES PISAN
No se puede ser de izquierda sin "ensuciar"
los zapatos allá donde el pueblo vive, lucha, sufre. Alégrate y comparte sus
creencias y victorias. Teoría sin práctica es hacer el juego a la derecha.
3. NO SE AVERGÜENCE DE CREER EN
EL SOCIALISMO.
El escándalo de la Inquisición no hizo que los
cristianos abandonaran los valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo
modo, el fracaso del socialismo en el este europeo no debe inducirlo a
descartar el socialismo del horizonte de la historia humana.
El capitalismo, vigente hace 200 años, fracasó para la mayoría de la población
mundial. Hoy, somos 6 billones (*) de habitantes. Según el Banco Mundial, 2,8
billones sobreviven con menos de US $ 2 por día. Y 1,2 billones, con menos de
US $ 1 por día. La globalización de la miseria no es mayor gracias al
socialismo chino que, a pesar de sus errores, asegura alimentación, salud y
educación a 1,2 billones de personas.
4. SEA CRÍTICO SIN PERDER LA
AUTOCRÍTICA.
Muchos militantes de izquierda cambian de lado cuando
comienzan a buscar piojo en cabeza de alfiler. Apartados del poder, se tornan
amargos y acusan a sus compañeros(as) de errores y vacilaciones. Como dice
Jesús, vemos el polvo en el ojo del otro, pero no la viga en el propio ojo.
Tampoco se enganchan para mejorar las cosas. Quedan como simples espectadores y
jueces y, algunos, son captados por el sistema.
La autocrítica no es sólo admitir los propios errores.
Es admitir ser criticado por los(as) compañeros(as).
5. SEPA LA DIFERENCIA ENTRE
MILITANTE Y "MILITONTO".
"Militonto" es aquel que se jacta de estar
en todo, participar en todos los eventos y movimientos, actuar en todos los
frentes. Su lenguaje está lleno de explicaciones y los efectos de sus acciones
son superficiales.
El militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia,
reflexiona, medita; valora de forma determinada su área de actuación y
actividades, valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios.
6. SEA RIGUROSO EN LA ÉTICA DE
LA MILITANCIA.
La izquierda actúa por principios. La derecha, por
intereses. Un militante de izquierda puede perder todo, la libertad, el empleo,
la vida. Menos la moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y
representa. Le presta un inestimable servicio a la derecha.
Hay arribistas disfrazados de militante de izquierda.
Es el sujeto que se engancha apuntando, en primer lugar, a su ascenso al poder.
En nombre de una causa colectiva, busca primero sus intereses personales.
El verdadero militante - como Jesús, Gandhi, Che
Guevara - es un servidor, dispuesto a dar la propia vida para que otros tengan
vida. No se siente humillado por no estar en el poder, u orgulloso al estar. Él
no se confunde con la función que ocupa.
7. ALIMÉNTESE EN LA TRADICIÓN
DE LA IZQUIERDA.
Es preciso la oración para cultivar la fe, el cariño
para nutrir el amor de la pareja, "volver a las fuentes" para
mantener encendida la mística de la militancia. Conozca la historia de la
izquierda, lea (auto)biografías, como el "Diario del Che en Bolivia",
y romances como "La Madre", de Gorki, o "Las uvas de la
Ira", de Steinbeck.
8. PREFIERA EL RIESGO DE ERRAR
CON LOS POBRES A TENER LA PRETENSIÓN DE ACERTAR SIN ELLOS.
Convivir con los pobres no es fácil. Primero, hay la
tendencia de idealizarlos. Después, se descubre que entre ellos existen los
mismos vicios encontrados en las demás clases sociales. Ellos no son mejores ni
peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea,
personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la
vida digna. Por eso, estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia.
Un militante de izquierda jamás negocia los derechos
de los pobres y sabe aprender con ellos.
9. DEFIENDA SIEMPRE AL
OPRIMIDO, AUNQUE APARENTEMENTE ELLOS NO TENGAN RAZÓN.
Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo
que no se puede esperar de ellos actitudes que tampoco aparecen en la vida de
aquellos que tuvieron una educación refinada. En todos los sectores de la
sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la
corrupción se hace con la protección de la ley y los bandidos son defendidos
por mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve
una nación entera a la penuria.
La vida es el don mayor de Dios. La existencia de la
pobreza clama a los cielos. No espere jamás ser comprendido por quien favorece
la opresión de los pobres.
10. HAGA DE LA ORACIÓN UN
ANTÍDOTO CONTRA LA ALIENACIÓN.
Orar es dejarse cuestionar por el Espíritu de Dios.
Muchas veces dejamos de rezar para no oír el llamado divino que nos exige
nuestra conversión, esto es, el cambio del rumbo en la vida. Hablamos como
militantes y vivimos como burgueses, acomodados en una cómoda posición de
jueces de quien lucha.
Orar es permitir que Dios subvierta nuestra
existencia, enseñándonos a amar así como Jesús amaba, libremente.
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