Desde Estados Unidos
Fecha: 24/Febrero/2015
Después de votar contra austeridad; Masas griegas
esperan cambios
Por Fred
Goldstein
El nuevo gobierno izquierdista
socialdemócrata del partido Syriza llegó al poder en Grecia con un programa
anti-austeridad el 25 de enero. El Partido apuntó contra los fuertes recortes
presupuestarios y privatizaciones neoliberales impuestos por la
"Troika" – El FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
El nuevo gobierno inmediatamente tomó
medidas concretas contra el programa de austeridad impuesto por los bancos.
Como lo expresara el noticiero británico Guardian, en su edición del 28 de
enero: "Una por una [medidas de austeridad] se deshicieron, estilo blitzkrieg,
sin piedad, con eficiencia.
"Primero fueron removidas las
barricadas frente al Parlamento griego. Luego se anunció que los planes de
privatización fueron detenidos y las pensiones reintegradas. Y después llegó la
noticia de la reintroducción del salario mínimo mensual de €751. ...
"Después de eso, los ministros
anunciaron más medidas: eliminación del pago por recetas y visitas al hospital,
restauración de los convenios colectivos de trabajo, la recontratación de
trabajadores despedidos en el sector público, la concesión de ciudadanía a los
hijos de migrantes nacidos y criados en Grecia".
Las medidas que Syriza anunció relativas
al fin de la privatización y la restauración del nivel de vida de las/os
trabajadores se estima que costará €13,2 mil millones. A pesar de que Grecia le
debe a la Troika €240 mil millones, el gobierno Syriza no pidió permiso para
romper el pacto de austeridad, que estas medidas seguramente hacen. (A partir
del 2 de febrero, 1 euro equivale a $1.13)
Estos actos enviaron una ola de
esperanza a las masas y ondas de choque a las juntas del capital financiero.
Austeridad para las masas = ayuda para
banqueros
Gobiernos anteriores habían planeado
recaudar fondos mediante la venta a capitalistas y constructores privados de los
dos puertos más grandes de Grecia, varios aeropuertos, su compañía eléctrica,
una refinería y otras instalaciones públicas, junto a despidos y recortes en
los salarios, pensiones y beneficios de salud de las/os trabajadores. Todo esto
se planeaba hacer para pagar los préstamos bancarios realizados a los gobiernos
capitalistas anteriores.
Vale la pena señalar que el gobierno
griego no es realmente soberano. No tiene ningún control sobre su moneda, una
función vital de cualquier Estado capitalista. El control de la moneda se
encuentra en Frankfurt.
Los antecedentes de la victoria
electoral de Syriza son años de dificultades económicas que produjeron años de
lucha de masas en las calles y lugares de trabajo.
Grecia
en la depresión
Grecia ha estado en depresión por los
últimos cinco años, con la tasa oficial de desempleo en 25%, un 50% de
desempleo juvenil y se estima que la mitad de la población vive en extrema
pobreza. El pueblo se ha visto obligado a buscar comida y artículos domésticos
en los basureros, leña y alimentos en los bosques y a subsistir de los bancos
de alimentos que han sido creados en pueblos y ciudades. Este es el resultado
de la crisis financiera global capitalista. Pero se ve agravada por el hecho de
que Grecia ha estado en las garras depredadoras de los banqueros europeos,
encabezados por los alemanes y el gobierno de Angela Merkel, con el apoyo de
toda la entidad bancaria del continente.
Años
de lucha contra la austeridad
Pero ha habido una lucha de resistencia.
Manifestaciones masivas contra la austeridad han sacudido a Grecia desde el 5
de mayo del 2010, cuando dos personas murieron.
Desde mayo a julio del 2011, los
"indignados" (término originario de España) ocuparon plazas en toda
Grecia, y el 5 de junio de ese año 500.000 personas se reunieron frente al
Parlamento griego. El movimiento fue violentamente reprimido por la policía.
El 12 de febrero del 2012, unas 500.000
personas se manifestaron frente al Parlamento. El 9 de junio de ese año, hubo
una huelga general de 24 horas contra la austeridad. El 17 de noviembre de
2014, decenas de miles se manifestaron en el aniversario de la caída de la
dictadura griega en 1974. La manifestación se convirtió en una contra la
austeridad.
A través de los años se han producido
numerosas manifestaciones masivas, sentadas, ocupaciones y huelgas. Hubo dos
huelgas generales en el 2014, en abril y noviembre. Muchas fueron convocadas
por el Partido Comunista de Grecia, que tiene una larga historia de lucha de
clases y resistencia militante y una fuerte base en la clase obrera organizada.
La base de Syriza es más general, entre las/os trabajadores no organizados,
jóvenes y pequeños negociantes empobrecidas/os. También ha tenido logros entre
la sufrida población rural.
Este es el trasfondo de la victoria
electoral de Syriza. Las manifestaciones, a pesar de su frecuencia y fuerza, no
fueron capaces de obligar al establecimiento político griego a retroceder las
medidas de austeridad. Los partidos y los políticos de los dos partidos
principales son herramientas de banqueros, constructores, navieros y los
grandes medios de comunicación. La resistencia de las masas hasta ahora ha sido
incapaz de poner fin a la cruel asfixia económica.
Así que las masas griegas optaron por
una solución parlamentaria, votando contra los partidos capitalistas
tradicionales y votando por Syriza.
Contradicción de Syriza: intentar un
"nuevo trato"
Pero al ganar el puesto, Syriza ahora se
enfrenta a una enorme contradicción. Por un lado, el liderazgo, dirigido por Alexis
Tsipras, ha desafiado la austeridad. Pero terminar con la austeridad requiere
fondos. Por otra parte, el capital financiero europeo tiene el control de los
fondos; fueron los que impusieron la austeridad en primer lugar y ahora están
tomando una línea dura sobre cualquier forma de aliviar la deuda. Esto es base
para la lucha futura.
El gobierno de Syriza está tratando de
negociar un "nuevo trato" con los bancos - para dar a Grecia un
respiro de la austeridad y de un duro calendario de pagos para que la economía
crezca.
Hay dos partes en sus demandas. La
primera y más importante es que la deuda de Grecia se reduzca a la mitad. La
segunda es tratar de aflojar el régimen de pago-- tasas de interés más bajas,
más tiempo para pagar, atar el pago al crecimiento económico y así
sucesivamente. Tanto el ministro de finanzas Varoufakis y el primer ministro
Tsipras han dicho que tienen la intención de honrar la deuda, pero quieren que
el monto y las condiciones de pago sean modificadas.
Horas después de la victoria de Syriza,
la presidenta de Alemania, Angela Merkel descartó cualquier reducción de la
deuda. El ministro de finanzas alemán Wolfgang Schäuble advirtió a Grecia sobre
sus tácticas de negociación sobre la cancelación de la deuda. En una entrevista
con el Guardian de Londres el 30 de enero, Christine Lagarde, directora del
FMI, dijo que es "tiempo de pago" para Grecia y "los padres
deben pagar sus impuestos".
La estrategia de Syriza es utilizar el
antagonismo contra el gobierno de Merkel para ganarse la simpatía de otras
capitales europeas. Varoufakis inmediatamente fue a París para exponer el caso.
El ministro de finanzas de Francia dijo que simpatizaba con Grecia sobre la
cuestión de aflojar las condiciones de pago de préstamos - pero descartó
cualquier alivio de la deuda.
·
Varoufakis
piensa hacer lo mismo en Roma y Londres.
Luchar
en las calles para cancelar la deuda
Mientras esta lucha se mantenga dentro
de los límites financieros de los banqueros, tratando de negociar para aflojar
las cadenas sobre el cuello del pueblo, los banqueros tendrán ventaja
abrumadora.
Esto debe convertirse en una lucha
política de masas contra la deuda. Para que Syriza tenga alguna influencia en la
mesa de negociaciones, la cancelación de la deuda debe convertirse en un grito
de guerra en las calles y los lugares de trabajo. Todas las fuerzas en Grecia
que han se han manifestado contra la austeridad y sufrido bajo sus duras
condiciones, deben movilizarse para salir a las calles y enviar un mensaje
claro a los banqueros. Los financieros necesitan saber que a menos que cancelen
la deuda, estarán tratando no sólo con argumentos acerca de las cuestiones
contables y financieras, sino con una amenaza a su propio sistema.
Nadie debe abstenerse de participar
activamente en esta lucha, independientemente de las diferencias históricas o
actuales. Las masas deben estar imbuidas con la idea de que la deuda es
ilegítima. Por ejemplo, del rescate original recibido de la Troika por €227 mil
millones en 2010, sólo €27 mil millones fueron al gobierno griego para cubrir
sus gastos. El resto, €200 millones, fueron a los bancos en repago de
préstamos, rescates, pagos de intereses, etc. Mientras tanto, las/os trabajadores
griegos perdían sus puestos de trabajo y servicios, y se hundía en una pobreza
a nivel de depresión como condición de los préstamos.
El capital financiero es siempre
agresivo y voraz cuando se trata de extraer el dinero del pueblo. El capital
financiero alemán es notoriamente agresivo e intransigente. De hecho, el
capital financiero alemán es el poder aventurero que provocó dos guerras
mundiales. Ahora, en lugar de enviar tanques al sur de Europa, ellos y sus
colegas banqueros están enviando cobradores de deudas para aplastar al pueblo.
Esta lucha no se debe perder. Nadie
puede darse el lujo de hacerse a un lado. Fascistas como el Amanecer Dorado,
están esperando para ver si las masas quedan abandonadas. Entonces Amanecer
Dorado y la derecha pueden moverse para sacar provecho del sufrimiento y
movilizar las fuerzas del fascismo y pogromos antiinmigrantes.
Apertura
para la izquierda revolucionaria
Razones más que suficientes para que la
izquierda, especialmente la revolucionaria, deba estar en la vanguardia de la
lucha y ganar a las masas. Si Syriza falla o sucumbe a la presión imperialista
para aplicar austeridad, entonces la izquierda debe estar preparada para
intervenir y dar liderazgo.
Syriza, para obtener una mayoría
parlamentaria, ha hecho una desagradable alianza con el anti –inmigrante y
homofóbico Partido derechista de la Independencia Griega. A este partido se le
ha dado la dirección del Ministerio de Defensa, lo que es extremadamente
peligroso. El ejército griego históricamente tiene simpatías fascistas. Esta
posición da a los militares un puesto de escucha en las reuniones del gabinete
Syriza.
Sería mucho mejor, si sin unirse al
gobierno, el Partido Comunista de Grecia y otros partidos de izquierda pudieran
conjurar un frente unido para votar por auténticas medidas contra la austeridad
en el Parlamento, así como la unidad en las calles. Entonces Syriza se
aseguraría de una mayoría parlamentaria en su programa anti-austeridad, aunque
gobierne como minoritario. Entonces no tendría que confiar en el Partido de la
Independencia.
Por otro lado, es muy alentador que el
nuevo partido anti-austeridad Podemos en España, fuera capaz de reunir a varios
cientos de miles de personas en Madrid a raíz de la victoria electoral de
Syriza. Esto apunta hacia la necesidad de ampliar la lucha por todo el sur de
Europa, así como Irlanda--en todas partes donde la clase obrera y la población
estén viviendo en un estado de esclavitud de deuda a los bancos.
Los banqueros han estado amenazando al
pueblo griego con quitarles de la eurozona si el gobierno incumple o viola los
acuerdos. Tienen la esperanza de que la amenaza de un caos financiero y ruina
económica obligue a todos a ponerse de nuevo en línea.
Pero si Grecia tiene que salir de la
zona euro--si los banqueros tratan de sumir al país en un estado de
desarticulación y estrangulación económica -- sería la señal para que la clase
obrera combata la crisis tomando control de la economía y reorganizarla sobre
bases socialistas.
A la larga, una lucha internacional para
derrocar totalmente al capital es la única forma permanente de salir de la
crisis actual.
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