Desde SurAmericaPrees
Fecha: 28/Jun/2015
Fecha: 28/Jun/2015
La Cumbre De Las Américas
Anuncia Una Crisis De Sistema
Marcos A. Gandàsegui h.
La política exterior de un país es el reflejo de su política interna. En
el caso de la VII Cumbre de las Américas, que se efectuará en la ciudad de
Panamá, en apenas dos semanas, existe una tradición que se remonta dos siglos
en que los países del hemisferio buscan crear un sistema político – sin mucho
éxito - mediante acuerdos y alianzas internacionales. El Congreso Anfictiónico
convocado por Bolívar en 1826 – precisamente en la capital panameña - tuvo como
objetivo sellar la independencia de las nuevas repúblicas y bloquear el retorno
de las potencias europeas.
La Cumbre de 2015 plantea la intención de los gobiernos latinoamericanos de
consolidar un sistema que respete su soberanía y la autodeterminación de sus
pueblos. La decisión de Cuba de participar en la Cumbre organizada por la
Organización de Estados Americanos (OEA) le dio un impulso especial al
encuentro. Todo indicaba que las relaciones entre la isla caribeña y EEUU
entraban en una nueva fase. Por primera vez en 55 años los presidentes de los
dos países se sentarían juntos en una mesa.
Sin embargo, EEUU decidió sacar una carta de la manga que puso en peligro
el sistema que construyen los países de la región. Faltando poco para el
cónclave, el presidente Barack Obama declaró que Venezuela representaba un
peligro para su “seguridad interna y política exterior”. La agresividad de
Obama contrastaba con su discurso pronunciado junto con el presidente cubano,
Raúl Castro, subrayando que las diferencias entre los dos países no podían
resolverse mediante la fuerza ni el engaño.
La ‘declaración de guerra’ de Washington contra el gobierno que preside
Nicolás Maduro en Caracas, fue calificada como una intromisión burda por
gobiernos y sectores sociales de toda la región. El anuncio de Obama se dio a
conocer sólo unos días después del frustrado golpe contra la revolución
bolivariana montada en Colombia con apoyo de EEUU.
En la Casa Blanca se puso en marcha, hace más de 15 años, cuando aún vivía
el presidente Hugo Chávez, una estrategia que buscaba un “cambio de régimen”
mediante mecanismos no democráticos. A pesar de todos los esfuerzos, Washington
no ha tenido éxito. A mediados de 2015, Venezuela celebrará elecciones donde
las fuerzas polarizadas pondrán a prueba su apoyo popular.
La táctica utilizada por Washington contra Venezuela se parece mucho a la
acción de desgaste que ese país aplicó contra Panamá hace 25 años antes de
invadir militarmente al istmo. La actual ofensiva norteamericana incluye
sabotaje económico, movilización de extremistas que utilizan tácticas
terroristas y la división de las fuerzas armadas de la revolución bolivariana.
EEUU también llega a la Cumbre promoviendo una política divisionista.
Mientras que los países más progresistas promueven ALBA, EEUU abanica la
llamada Alianza del Pacífico. Washington también ha extendido su presencia
militar en la región. Ha ocupado militarmente países como México y Colombia.
Sus tropas se mueven con plena libertad en Honduras y Haití. Tiene bases
militares en Chile, Perú y Paraguay. En el caso de Panamá, ha construido 12
bases aéreo-navales en las dos costas del país.
Hace pocos meses el discurso de Obama en torno a la nueva política hacia
Cuba era considerada prometedora en la región. La Cumbre de Panamá no aceptará
la impunidad norteamericana que caracterizó el siglo XX. En términos políticos
y económicos ha perdido su hegemonía de antaño.
EEUU parece convencida que su única opción en América latina en el siglo
XXI es imponer su fuerza militar. Para corregir ese rumbo equivocado, Obama
tendría que llegar a la Cumbre con un discurso que promueva la convivencia,
acompañada de acciones que apoyen su retórica. La vieja Alianza del Progreso es
algo del pasado. En la actualidad, tendría que plantear una nueva política de
intercambio comercial, de paz y de búsqueda de soluciones para los migrantes de
la región que buscan empleo en EEUU.
En materia comercial, EEUU tiene que abandonar sus pretensiones de
arrancar las riquezas a los países de la región, especialmente Venezuela. En
materia de paz Washington debe declarar el hemisferio libre de militarismo.
Tendría que desocupar las bases de Guantánamo, de Haití, Honduras y Colombia.
Así mismo, retirar sus llamados ‘asesores’ militares de Panamá, Costa Rica,
Chile y Perú. La Cumbre de Panamá anuncia una crisis de sistema que se
reflejará en los cambios de la política exterior de EEUU hacia la región en un
futuro no lejano.
Cortesía SurAmericaPress
Publicación Barómetro
Los contenidos de los análisis publicados por
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