Desde Venezuela
Fecha: 28/Jun/2015
Fecha: 28/Jun/2015
Defender A Venezuela, En
Palabras Y En Acción
Gerardo Szalkowicz
La orden ejecutiva de Obama que declara a Venezuela “una inusual y
extraordinaria amenaza a la Seguridad Nacional y a la política exterior de los
Estados Unidos” marca el punto más alto en la escalada de la Casa Blanca por
aniquilar el proceso bolivariano.
El decreto, que declara a su país en “emergencia nacional”, sigue el mismo
libreto que en la previa a las incursiones militares en Irak y Libia. Si bien
suena improbable una invasión convencional en suelo venezolano, Obama parece
tantear el terreno para avanzar en un eventual bloqueo económico y en una
futura acción directa “tercerizada” mediante una mayor penetración paramilitar.
¿Por qué Venezuela escaló a lo más alto del podio de enemigos de
Washington? La voracidad norteamericana por la mayor reserva de petróleo del
mundo es una explicación que se queda corta. Venezuela es, sin duda, la punta
de lanza del cambio de época que vive América Latina. Desde allí se marcó el
camino para la irrupción de un variopinto de gobiernos que decidieron dejar
atrás la tutela del Norte y pasar la página neoliberal, mientras los pueblos
presionaban en las calles para ese cambio. Desde Caracas se irradió el rescate
del ideario latinoamericanista de Simón Bolívar, José Martí y tantos otros y
otras. Con Hugo Chávez como principal motor, germinaron una batería de
proyectos de integración como la Celac, el ALBA, Unasur, el Banco del Sur,
Petrocaribe y Telesur, que debilitaron la hegemonía estadounidense.
La principal amenaza para EEUU es el ejemplo de Venezuela. Es el peligro
de que siga contagiando su impronta antimperialista. Es el miedo al fantasma
que recorre el continente: el fantasma del socialismo bolivariano.
Lo central de este nuevo escenario entonces es la explícita amenaza de la
potencia en decadencia hacia toda la región, como lo vienen denunciando
diversos analistas y líderes políticos. El vicepresidente boliviano, Álvaro
García Linera, lo sintetizó con elogiable claridad: “América Latina está
jugando su destino en Venezuela. Si Venezuela cae, América Latina ha perdido.
Venezuela es la llave de América Latina, fue el inicio y no debe ser el punto
de inicio del fin”.
Las reacciones en la región vienen siendo dispares: algunos gobiernos, con
Cuba, Bolivia y Ecuador y los demás países del ALBA a la cabeza, han repudiado
con fuerza la arremetida norteamericana. El comunicado argentino también marcó
un posicionamiento claro, mientras que muchos han optado por el silencio
(incluso Brasil) y otros han derrapado, como el vicepresidente uruguayo Raúl
Sendic. La reunión en Caracas de los cancilleres de Unasur y su posterior
declaración -en la que se afirma que el decreto de Obama “constituye una
amenaza injerencista”- es un dato alentador.
También, como en cada coyuntura crítica, los movimientos populares
realizaron en los últimos días actos y marchas a favor de Venezuela. Las
muestras de apoyo se replicaron en más de una decena de países.
El desenlace de esta batalla será clave para el futuro de América Latina.
Es momento de cerrar filas con Venezuela, sin medias tintas. De valorar todo lo
que le dio a la región en los últimos 16 años. La defensa de la democracia
venezolana se convierte en una obligación para todas y todos los que -más allá
de posiciones políticas e ideológicas- nos sentimos latinoamericanos. Es tiempo
de alzar fuerte la voz y, sobre todo, de pasar a la acción.
Publicación Barómetro
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Internacional, son responsabilidad de los autores. internacional.barometro@gmail.com
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