Desde Paraguay
27/Mayo/2013
Crónica
en Siria
Mario
Casartelli*
Último día en
Siria. Voy a hablar de mis compañeros de ruta, por las particularidades que fue
adquiriendo tal encuentro. Formamos un equipo de cinco personas. El venezolano
Julián Rivas, el chileno Francisco Coloane, el argentino Santiago Foulcade y
yo, el paraguayo. Aquí, en Damasco, se nos sumó el cubano Luis Brizuela. Pero
siempre vamos acompañados por el sirio-venezolano Naim Chabouk, quien vino con
nosotros desde Caracas. Sobre él haré referencia en otra ocasión.
En Beirut esperamos cinco días para determinar
la fecha que cruzaríamos a Siria, según el curso de los acontecimientos, porque
los enfrentamientos entre el ejército árabe sirio y los insurgentes se
intensificaban, y la sensación de peligro extremo comenzaba a inquietarnos. A
tal punto, que surgió la determinación de que un cubano que venía con nosotros,
el más joven de todos, regresara a Venezuela, donde reside. Este se fue y
entonces, de los seis que partimos, quedamos cinco. Y se decidió que el
argentino (ya experto en estos trances) y el chileno (que ya estuvo varias
veces en Siria) se adelantaran dos días, para estudiar el terreno y darnos el
Ok. Cuando nos reencontramos en Damasco, nos presentaron a otro cubano: Luis
Brizuela (de quien ya hablé en crónica anterior) y comenzamos a conocernos con
el curso de los días.
Julián Rivas, el
venezolano, de descendencia afrolatina. Es una mole enorme de estatura y
devorador no sólo de libros sino también de platos culinarios, que son siempre
abundantes en Siria. Y él no se amilana ante ellos. Le fascina hablar sin parar
sobre el porqué de los cambios políticos en el mundo a lo largo de la historia.
Y pobre de quien esté a su lado cuando habla de Venezuela, porque puede
amanecer con el tema y seguir ad infinitum. La ama con tal intensidad, que
estoy seguro de que si Venezuela fuese una mujer, él abandonaría de inmediato a
su esposa por ella. Pero sabe tanto –tanto- de historia y de tramas sociales,
que no queda más remedio que poner oídos a lo que él dice. Y aprender.
Sin embargo, Luis
Brizuela, el cubano, calla y escucha, aunque es master en Política
Internacional. O acaso por eso mismo sopesa con minucia cada hecho, para
después emitir su opinión. Y yo creo que su silencio no es humildad, como
sostienen algunos, sino sabiduría.
El argentino
Santiago Foulcade, también raras veces opina. Él es todo lo contrario de la
imagen del “chanta” que en nuestros países de América del Sur tenemos de los
porteños. Acaso su experiencia en estos menesteres le ha dado otros modos de
ver las cosas. Es camarógrafo y escribe. Envía sus trabajos para un diario de
México, donde reside desde hace años, y para el diario La Nación, de Argentina.
Estuvo en Iraq, en Gaza, en Jordania y también en Bengasi, durante los tramos
finales de la vida de Kadafy. "Libia perdió y Kadafy murió con los suyos
porque allí se metieron los europeos", me dice. Le pregunto por qué los
europeos. Y me responde que él que se encontraba filmando muy cerca cuando los
tanques del ejército libio acorralaron la ciudad y estuvieron a punto de retomarla:
"En ese momento hubiera vencido definitivamente Kadafy. Pero de inmediato
aparecieron los aviones de la OTAN y en cinco minutos destrozaron todo".
El chileno
Francisco Coloane, erudito analista política internacional, vive alerta con
todos los poros de su ser. Y es un sabueso para husmear cuando algo o alguien
pasa. De inmediato hace uso de su buen conocimiento de la lengua inglesa -que
aprendió viviendo años en los EEUU- y va sonsacando datos a quien cruce en su
camino. Pero lo hace con suma cautela, porque es consciente -acaso hasta la
obsesión- del peligro que corremos en Siria. Ya hablé de ello en crónicas
anteriores. Francisco aparece cada mañana con un papel donde trazó toda la
noche mapas estratégicos de movilización militar. Él investiga a profunidadad
no solo lo que ocurre hoyen Siria, sino los pasos que debemos y no debemos dar
por nuestra propia seguridad. Este estado psicológico nos costó diatribas entre
compañeros.
Es que estar aquí,
oyendo el estruendo continuo de la artillería que, según nos informan, apunta a
blancos que están a sólo 15 kilómetros de Damasco, nos pone con la
susceptibilidad a flor de piel. Pero el alivio es, como también ya dije, que
los atacantes retroceden cada vez más. Y, según fuentes no oficiales, las bajas
entre ellos se acercan a mil muertos por día.
En fin, era todo lo
que hoy quise contar. Porque realizaremos un último recorrido en Damasco, con
la esperanza de llegar sanos y salvos a Beirut, y desde allí transcribir
algunas de las no pocas entrevistas realizadas.
p.delablanca@ojosparalapaz.org
*Periodista Paraguayo de Ojos para la Paz
Publicación
Barómetro 16-05-13
Los
contenidos de los análisis publicados por Barómetro Internacional, son
responsabilidad de los autores. Agradecemos la publicación de estos artículos
citando esta fuente y solicitamos favor remitir a nuestro correo el Link de la
pagina donde esta publicado.
Gracias.
barometrointernacional@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario