29/Julio/2013
Marxismo y el carácter social de China
Fred Goldstein
(Traducido del
inglés para Rebelión por J. M.
- revisado por
Berta Joubert-Ceci de WW-MO)
El tema de China es una de las
cuestiones más importantes del siglo XXI para la clase obrera y los pueblos
oprimidos, así como para las clases dominantes imperialistas hostiles del
mundo.
Es de gran interés para los movimientos
progresistas y revolucionarios, sobre todo en EE.UU., el llegar a una política
correcta hacia China.
En primer lugar, China fue un país
oprimido que logró su liberación del imperialismo británico, francés, alemán,
estadounidense y japonés en 1949 haciendo una de las grandes revoluciones en la
historia. En ese momento, una cuarta parte de la raza humana fue liberada de
las garras del imperialismo. Como país anteriormente oprimido que lucha por el
desarrollo nacional, debe ser defendido contra todas las variedades de agresión
imperialista de tipo militar, económica y política, independientemente de lo
que uno/a piense sobre su carácter social.
La China de hoy es un fenómeno de la
historia nuevo, complejo y contradictorio. Cuenta con estructuras socialistas
fundamentales junto al desarrollo capitalista y la penetración imperialista.
Los dirigentes lo denominan "socialismo de mercado" o socialismo con
características chinas.
El socialismo se inscribe firmemente
como la base de China en su constitución. La clase capitalista internacional es
profundamente hostil a China y nunca deja de tratar de socavar sus estructuras
socialistas fundamentales.
Sin embargo, los/as trabajadores/as de
la industria privada en China son objeto de explotación capitalista y los/as
trabajadores/as de las empresas estatales han perdido gran parte del apoyo
económico que una vez era inherente a sus lugares de trabajo. Los accidentes de
trabajo son horrendos y los problemas ambientales son graves.
Carácter dual de la base económica de
China
Sólo el marxismo nos permite acercarnos
a un análisis de China.
El marxismo ha demostrado que el carácter
de una sociedad está determinado por su base económica y la superestructura de
la sociedad, su política, la ideología, etc., está determinada por la base
económica.
¿Cómo se puede aplicar este análisis a
China y cómo puede ayudarnos en clarificar cómo percibir a China?
Para empezar, la base económica de China
no es homogénea. Es en parte socialista y en parte capitalista. La pregunta
para nosotros/as y para la clase obrera mundial es: ¿Cuál es la dominante, la
base socialista o las empresas capitalistas que buscan la acumulación privada
de las ganancias a través de la explotación de la clase obrera?
Del mismo modo, la superestructura
tampoco es homogénea. Por un lado están el Partido Comunista, el Ejército
Popular de Liberación y la doctrina ideológica que declara que el socialismo es
el cimiento de China. Por el otro lado, está la incesante promoción de apertura
al imperialismo y a las reformas del mercado capitalista. Y sobre todo, está la
lucha por la reforma política, es decir, el derecho de la burguesía y la
pequeña burguesía de organizarse políticamente, ya sea en el interior del
partido, fuera del partido o en los dos ámbitos. Hay un constante bombardeo de
los imperialistas y sus aliados de clase dentro de China para hacer una
"reforma política".
Crisis económica de 2008-2009 fue una
prueba crítica
¿Cómo podemos evaluar esta situación?
Debemos comenzar examinando empíricamente a China por una parte, y al resto del
mundo capitalista por otra.
Una prueba crucial se produjo cuando los
dirigentes chinos se vieron obligados a hacer frente a los efectos de la peor
crisis capitalista desde la Segunda Guerra Mundial.
Cuando estalló la crisis en 2008-09,
decenas de millones de trabajadores/as en EE.UU., Europa, Japón y en todo el
mundo capitalista, se hundieron en el desempleo.
China, que había permitido convertirse
peligrosamente dependiente en gran medida de las exportaciones al Occidente
capitalista, de repente se encontró con el cierre de miles de fábricas,
principalmente en las provincias costeras del este y en las zonas económicas
especiales.
Más de 20 millones de trabajadores/as
chinos/as perdieron sus trabajos en un tiempo muy corto.
Entonces, ¿qué hizo el gobierno chino?
Hemos descrito lo que sucedió en una
serie de artículos en WorkersWorld/Mundo Obrero titulada "La represión de
Bo Xilai y el camino capitalista, ¿puede revivirse el socialismo en
China"? El artículo, publicado el 27 de marzo de 2012, explicaba que los
planes, redactados ya en 2003 y que entrarían en vigor en los próximos años,
fueron adelantados e implementados.
Luego citamos a Nicholas Lardy, un
burgués experto en China del prestigioso Instituto Peterson de Economía
Internacional, quien describió cómo el consumo en China de hecho creció durante
la crisis de 2008-09, los salarios subieron y el gobierno creó suficientes
puestos de trabajo para compensar los despidos provocados por la crisis global.
Lardy dijo: "En un año en el cual
la expansión del PIB [en China] fue la más lenta en casi una década, ¿cómo pudo
ser el crecimiento del consumo en el año 2009 tan fuerte en términos relativos?
¿Cómo pudo suceder esto en un momento en que el empleo en las industrias
orientadas a la exportación colapsaba, cuando una encuesta realizada por el
Ministerio de Agricultura informa de la pérdida de 20 millones de puestos de
trabajo en centros de manufactura para la exportación a lo largo de la costa
sureste, sobre todo en la provincia de Guangdong? El crecimiento relativamente
fuerte del consumo en 2009 se explica por varios factores. En primer lugar, el
auge de la inversión, en particular en las actividades de construcción, parece
haber generado suficientes empleos como para compensar una gran parte de las
pérdidas de empleos en el sector exportador. En todo el año, la economía china
creó 11,02 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas, casi
coincidiendo con los 11,13 millones de empleos urbanos creados en 2008.
"En segundo lugar, mientras que el
crecimiento del empleo se desaceleró ligeramente, los salarios continuaron aumentando.
En términos nominales, los salarios en el sector formal aumentaron un 12%
porcentualmente, unos puntos por debajo del promedio de los cinco años
anteriores (Oficina Nacional de Estadísticas de China, 2010, p. 131). En
términos reales, el aumento fue de casi un 13%. En tercer lugar, el gobierno
continuó también con los programas de aumentos en los planes de pensiones y
aumentó las transferencias a los/as residentes con los ingresos más bajos de
China. El pago de las pensiones mensuales a los/as jubilados/as de empresas
aumentaron en 120 RMB (yuan, N. de T.), o sea, el 10% en enero de 2009, mucho
más que el aumento del 5,9% en los precios al consumidor en 2008. Esto elevó el
total de pagos a los/as jubilados /as a cerca de 75 mil millones de RMB. El
Ministerio de Asuntos Civiles aumentó en un tercio las transferencias de pagos
a unos/as 70 millones de ciudadanos/as con los ingresos más bajos de China,
resultando en un aumento de 20 mil millones RMB en 2009 (Ministerio de Asuntos
Civiles 2010)".
Explicó, además, que el Ministerio de
Ferrocarriles presentó ocho planes específicos para aplicarse en época de
crisis que deben completarse para el 2020. El Banco Mundial lo llamó
"quizás el programa planificado de inversiones ferroviarias para pasajeros
más grande que haya habido en cualquier país". Además se llevaron a cabo
proyectos de circuitos de voltaje ultra alto, entre otros avances.
El artículo completo de Lardy se puede
encontrar en “SustainingChina’sEconomicGrowthafterthe Global Financial Crisis,”
KindleLocations 664-666, Peterson Institutefor International Economics.
Las estructuras socialistas revirtieron
el colapso
Así que subieron los ingresos, aumentó
el consumo y se superó el desempleo en China --- todo esto mientras el mundo
capitalista seguía sumido en el desempleo masivo, austeridad, recesión,
estancamiento, crecimiento lento y en el aumento de la pobreza.
La reversión de los efectos de la crisis
en China es el resultado directo de la planificación nacional, las empresas de
propiedad estatal, la banca de propiedad estatal y las decisiones de política
del Partido Comunista Chino
Hubo una crisis en China y fue causada
por la crisis capitalista mundial. La pregunta era cuál principio prevalecería
frente al desempleo masivo: el principio humano racional de planificación o el
del mercado capitalista. En China, el principio de la planificación, el
elemento consciente, tuvo prioridad sobre la anarquía de la producción
provocada por las leyes del mercado y la ley del valor del trabajo.
Pero las instituciones basadas en las
estructuras que permanecen del socialismo chino, las que salvaron a las masas
del desastre económico, son las mismas instituciones que el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional, Wall Street y Londres quieren recortar y,
eventualmente, destruir. Son las empresas de propiedad estatal, la
planificación del gobierno y el control que aún mantiene el Partido Comunista
Chino.
Se podría decir que el liderazgo chino
hizo esto para evitar disturbios. Sin duda, los capitalistas de Europa y EE.UU.
también quieren evitar disturbios. Pero eso no les hizo poner a decenas de
millones de trabajadores/as de vuelta a trabajar, elevar las pensiones,
aumentar los estipendios y los pagos de bienestar social. Lo que sí hicieron
fue instaurar austeridad para asegurar las ganancias de los banqueros.
Volviendo al análisis marxista, queda
claro por la forma en que el liderazgo chino manejó esta crisis, que la parte
socialista de la base económica sigue siendo dominante en China. Y lo mismo
puede decirse de la superestructura política.
Los enemigos del socialismo afirman que
el capitalismo es el responsable de los grandes éxitos de China.
Pero eso es falso. China ha tenido éxito
en su desarrollo económico porque el sector socialista ha contenido ampliamente
al capitalismo interno y la inversión imperialista en el marco de los objetivos
económicos nacionales de los dirigentes.
Sin eso, China se vería como la India,
que también cuenta con planificación, pero es un país totalmente capitalista.
En India, la pobreza es tan profunda que
las personas viven en vertederos de basura, lavan la ropa en agua contaminada y
las barriadas urbanas de Calcuta y Mumbai compiten en pobreza con el medio
rural. Las masas de la India son extremadamente pobres -- viviendo con 1 ó 2
dólares diarios -- incluso cuando la refulgente industria de alta tecnología se
desarrolla junto a las pésimas condiciones económicas que enfrentan cientos de
millones de indios/as.
No hay comparación con China. Pero si
los imperialistas ganan, si pueden destruir las bases socialistas y al Partido
Comunista, China se convertirá en otra India. Eso es lo que está en juego en la
lucha por detener la contrarrevolución en China.
"Socialismo de mercado" un
concepto falso y peligroso
Este análisis no debe entenderse de
ninguna manera como un apoyo a la doctrina del "socialismo de
mercado". En nuestra opinión, la anarquía del mercado capitalista es
antagónica a la planificación de una sociedad socialista y a la construcción
socialista. La propiedad privada capitalista es antagónica a la propiedad
socialista y la producción para la acumulación privada es antagónica a la
producción para el uso social y las necesidades humanas.
Hay circunstancias históricas de extremo
subdesarrollo que obligan a un gobierno socialista emplear ambos métodos
privados y estatales capitalistas para promover el desarrollo de las fuerzas
productivas y para la creación de una clase trabajadora arrancada de la
población rural.
Una cosa es, sin embargo, utilizar estos
métodos como un recurso temporal, hacer un repliegue del socialismo con el fin
de que triunfe el socialismo en la lucha contra los métodos capitalistas. Esa
fue la idea de Lenin bajo la Nueva Política Económica. Se inició en 1921 en la
URSS, en los momentos más terribles después de que la guerra civil dejó al país
en ruinas y la clase obrera que sobrevivió regresaba a la zona rural para
conseguir alimentos.
Pero Lenin siempre consideró esto como
un retroceso y una lucha crucial. La cuestión, como decía Lenin, era
¿"Quién triunfará"?
China hace mucho tiempo que se
desarrolló económicamente después de las reformas capitalistas iniciadas por
DengXiaoping. Pero lo que debería haber sido un retroceso temporal se ha
convertido en una política destinada a tratar al capitalismo como un socio del
socialismo. El capital privado crece de forma automática y con él el poder
económico y la influencia política de la clase capitalista, la pequeña
burguesía parasitaria, así como la intelectualidad pequeño burguesa. Esto
conlleva grandes peligros a largo plazo para China.
El componente socialista de la base
económica predomina en la actualidad. Pero el capitalismo sigue erosionando esa
base y hace daño a los/as trabajadores/as. Además, el nuevo liderazgo de Xi
Jiping y Li Kequang han enviado señales de que quieren desplazarse hacia la
derecha en la economía. Ampliar las oportunidades para la inversión
imperialista y avanzar cada vez más en la dirección de las reformas económicas
burguesas es jugar con fuego.
Revivir el espíritu de Mao, el poder de
los/as trabajadores/as
Bo Xilai, el ex-jefe del partido en la
provincia de Chongqing, languidece en prisión. Ha estado detenido durante más
de un año porque trató de revivir el espíritu cultural e igualitario de Mao
Zedong y porque tenía un programa para retrasar la marcha hacia el camino
capitalista. (Ver los artículos de WW/Mundo Obrero.)
Bo representaba una resistencia de
izquierda a las políticas actuales en el ámbito de la más alta dirección. Su
derrota ha allanado más el camino hacia la derecha.
Lo que realmente se necesita es un
brusco giro hacia la izquierda. Los/as trabajadores/as deben reclamar los
derechos socialistas establecidos por la revolución china y profundizados
durante el periodo de Mao. Esto es lo único que puede revivir y asegurar el
socialismo chino en el largo plazo.
Pero mientras tanto, tiene que haber una
firme defensa de China contra todos los planes del imperialismo y de la clase
capitalista nacional china que amenazan con socavar las bases socialistas que
aún existen allí.
Basado en una charla de Fred Goldstein
en el Foro de la Izquierda en la Ciudad de Nueva York el 9 de junio.
Berta Joubert-Ceci
Partido Workers World/MundoObrero
bjceci@gmail.com
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