Desde México
07/Diciembre/2013
Desdeña Aguirre a Peña Nieto: Entre
Ayuda y Desconfianza
Rodrigo
Huerta Pegueros*
La tragedia
que sufre el estado de Guerrero tras el paso de la tormenta tropical Manuel
durante el pasado mes de Septiembre, hoy no ha sido cuantificada en base a las
pérdidas de vidas humanas y desaparecidos sino en base a los costos para la
reconstrucción que se estima superará los 25 mil millones de pesos y que hasta
el pasado 16 de Octubre se había llegado a la cifra de 18 mil millones de
pesos.
Los habitantes
de los municipios mas afectados por el meteoro y en donde todavía no les ha
llegado la ayuda humanitaria tan cacaraqueada por los gobernantes y
funcionarios, no saben lo que les depara el destino y no tienen la información
necesaria para conocer que será de su destino en el futuro inmediato.
Lo menos que
les interesa a las autoridades es informar a los ciudadanos sobre lo que se va
hacer o se pretende hacer o se está haciendo. A ellos—gobernantes—solo les
interesa dar información a los medios de comunicación y regodearse de los cómo
habrán de operar en el corto, mediano y largo plazo.
Quien es un
buen ejemplo de lo que decimos y sobre todo un experto para difundir
expectativas, sueños, planes y proyectos es nada menos que el gobernador de
Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien frente a las cámaras de
televisión da rienda suelta a la imaginación y envía en circunstancias tan
excepcionales, como las que vivimos y viven miles de guerrerenses, mensaje de
optimismo y a la vez descalifica sin rubor alguno a quienes lo han criticado o
le han hecho ver los errores cometidos o las sinrazones de su administración.
Una vez más,
ante las cámras de televisión, el gobernador Aguirre desdeña o minimiza las
acciones emprendidas por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en
el sentido de que toda la ayuda que se ha prestado por parte de la federación
para enfrentar la contingencia por las lluvias ha sido operada por los
funcionarios de las diversas dependencias del gobierno de la República y no por
funcionarios o gobernantes locales, por la simple y sencilla razón de que la
desconfianza existente hacia el gobierno estatal ha sido ampliamente
documentada.
Un día después
de la tragedia, el presidente Peña Nieto arribó a Guerrero para conocer daños y
dar instrucciones sobre la forma en que se debería otorgar el apoyo y ayuda a
los afectados y programar acciones tendientes a evitar mayores daños e instalar
sitios seguros para albergar a damnificados y otorgarles los primeros auxilios
y las provisiones necesarias, entre ellas, ropa, alimentos, medicinas, etc.
Una y otra vez
los presidente Peña regresó a Guerrero y visitó zonas desbastadas y ahí escuchó
de viva voz a los guerrerenses que reclamaban ayuda y que le solicitaban que
estas no fueran otorgadas a través de los gobiernos locales y del estado sino
directamente por parte de la federación.
En Acapulco,
en Chilpancingo y hasta en La Pintada, el presidente escuchó y asimiló los
reclamos. Y fue así como se instruyó que toda la ayuda para Guerrero fuese
administrada por la federación y que fuesen las diversas dependencias las que
se hicieran cargo de otorgarla.
Así se ha
hecho y así se seguirá haciendo.
Al paso de un
mes de la tragedia, el gobernador Aguirre sale ahora a querer mejorar su imagen
deteriorada y acicateada por funcionarios federales, particularmente por el
secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien reclamó la
irresponsabilidad del gobierno estatal para accionar los protocolos de
protección civil y advertir a los ciudadanos sobre el peligro de la tormenta
que amenazaba con impactar a la entidad.
Ante una
televisora de alcance nacional, con desparpajo y sin medir sus palabras, el
gobernador Aguirre Rivero trató de esquivar la pregunta que le formuló el
entrevistador (Carlos Puig) en el sentido de que el gobierno federal no le
entregaría los recursos al gobierno local para la reconstrucción del estado por
falta de confianza.
En lugar de
enfrentar abiertamente la pregunta, el mandatario ometepequense dijo que él le
había propuesto (¡hágame usted el favor!) al presidente Enrique Peña Nieto que
los recursos para la reconstrucción (hasta el momento de poco más de 18 mil
millones de pesos) los manejara la federación y que la parte del gobierno
estatal también, a lo cual—añadió Aguirre—el presidente Peña respondió que no
sería así. (Hasta ahí una respuesta a medias e increíble).
La entrevista
fue atropellada. El gobernador impidió que el entrevistador hiciera su trabajo
y lo cuestionara y se dedicó a dar cifras y mas cifras y a producir anécdotas y
a descalificar a los periodistas y medios de comunicación críticos y para ello
tuvo que echar mano de un ex mandatario de la vieja guardia priista que también
creía que los comunicadores—críticos—servían para nada.
Lo cierto es
que el gobernador Aguirre no sabe a bien si el presidente Enrique Peña Nieto
vino a Guerrero a ayudarlo en la contingencia o a ponerle piedras en el camino.
Ante ello, el
mandatario solo sale a los medios para medio lavar su imagen y tratar de no
caer en responsabilidad oficial para no ser sujeto de ninguna sanción ni
administrativa, menos política.
Hoy solo se
puede ver, a distancia, que el presidente Peña está interesado en ayudar a los
guerrerenses—no al gobierno—y trata de que la ayuda llegue a los mas
necesitados y que no se utilicen los medios de auxilio para hacer proselitismo
político como en Acapulco o Chilpancingo y otros municipios se han denunciado.
La ayuda es,
en sí para los guerrerenses afectados y la desconfianza en el gobierno estatal
subsiste al haberse diseñado un programa y protocolos para el auxilio y la
reconstrucción de los espacios afectados por el meteoro Manuel.
Si ya se
estaban frotando las manos por los 25 mil millones de pesos que se van a
invertir en Guerrero para superar la contingencia, los gobernantes de Guerrero
deberán olvidars de ello pues será el propio gobierno federal y apoyado por un
consejo ciudadano los que habrán de monitorear y transparentar los recursos
invertidos, en tiempo y forma a fin de evitar actos de corrupción o
malversación de fondos.
Aguirre
desdeña al presidente Peña por la forma de actuar y Peña conmina a Aguirre para
que trabaje a favor de este pueblo trágicamente afectado por la madre
naturaleza.
Periodista/Analista
Político*
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