XXIII CUMBRE IBEROAMERICANA EN PANAMÁ; EL CONTRAATAQUE NEOLIBERAL - MG

Desde Venezuela
07/Diciembre/2013


XXIII Cumbre Iberoamericana en Panamá; El contraataque neoliberal
Miguel Guaglianone

La primera Cumbre Iberoamericana se realizo en 1991 en Guadalajara (México), y a partir de allí han venido reuniéndose periódicamente (anualmente en los últimos tiempos) los Jefes de Estado y de Gobierno de los países integrantes de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). La OEI nació en 1949 como una oficina internacional para la educación, a partir del Primer Congreso Inberoamericano de Educación celebrado en Madrid. Lo que fuera una institución dedicada a la Educación y la Cultura sufrió en 1985 una modificación fundamental en su estructura y sus objetivos, que fue consolidada a partir de la mencionada primera cumbre en 1991, transformándose en un organismo multinacional a nivel de las máximas autoridades de sus estados miembros.

La verdadera razón de esa transformación se explica por la política exterior española, ya que ese país propuso, estimuló y hasta financió este cambio. Su objetivo político fue recuperar algo de influencia del Estado español sobre sus ex colonias latinoamericanas, influencia que perdiera en el siglo XIX con las guerras de Independencia, luego de las cuales las antiguas colonias cayeron primero bajo el predominio del Imperio Inglés (que apoyara y hasta financiara las guerras de independencia para sus intereses comerciales) y que luego de la Segunda Guerra Mundial fuera reemplazado por su sucesor, los EEUU. España intentó crear algo así como su propia OEA, un organismo transnacional desde el cual pudiera estar más cerca e influir en las viejas colonias.

Por ello estas cumbres nunca han sido demasiado importantes ni beneficiosas para nuestra región y realmente no llegaron nunca a cumplir con su objetivo político, sino que se fueron limitando a reuniones protocolares donde los discursos grandilocuentes ocuparon el lugar más destacado. Posiblemente su mayor utilidad fuera marginal, al permitir reuniones cara a cara de los mandatarios.

Aun más, durante el proceso de nuevos vientos de integración y soberanía en América Latina que acompaña el nacimiento del siglo XXI, la Cumbre Iberoamericana llegó a convertirse en un foro donde nuestros países llegaron a expresar las nuevas posiciones y los nuevos rumbos de la región.  El ejemplo más álgido de este proceso pudo verse en la XVII Cumbre realizada en 2007 en Santiago de Chile. Allí las posiciones de las ex colonias provocaron la indignación Real. El rey Juan Carlos de Borbón perdió totalmente los estribos mientras el Presidente Hugo Chávez explicaba las razones por las cuales denominaba como fascista al ex presidente español Aznar, emitiendo fuera de todo protocolo la luego famosa frase “¡Por qué no te callas!”, y más tarde en esa misma sesión, en un gesto diplomáticamente insólito, se retiró de la sala de reunión cuando el Presidente Daniel Ortega explicaba los abusos de las empresas transnacionales españolas en su país, debiendo interceder la Presidenta Michelle Bachelet para conseguir que el monarca estuviera presente en la foto final del evento, ya que en su enojo estaba dispuesto a no participar del resto de la reunión. 

El comentario curioso es que esos hechos permitieron demostrar una vez más como el eurocentrismo y el colonialismo siguen estando vigentes en las visiones de algunos grupos de poder europeos, como en los mejores momentos de esplendor de sus imperialismos.

El contraataque neoliberal

El proceso de nueva emancipación e integración latinoamericano luego de su explosiva expansión, viene sufriendo un enlentecimiento producto de diferentes circunstancias, entre ellas la muerte del presidente Hugo Chávez o los problemas internos en algunos países de la región. Mientras tanto, los Estados Unidos vienen ya desde hace dos años promoviendo el contraataque, fundamentalmente a través de la recién creada Alianza del Pacifico. Aprovechando la influencia de sus Tratados de Libre Comercio, y los gobiernos de orientación de derecha y pro estadounidenses del continente, se crea esta Alianza como una alternativa neoliberal a los mecanismos integradores de la UNASUR, el MERCOSUR y CELAC. Se trata de un movimiento que intenta restablecer la influencia y la injerencia sobre Latinoamérica que los EEUU venían perdiendo en forma acelerada, y la preponderancia de sus empresas transnacionales, que durante el proceso vienen perdiendo terreno frente a las de nuevos países emergentes en el terreno comercial del área.

El primer golpe de la Alianza del Pacifico se dio cuando los presidentes sudamericanos de los países que la integran (Colombia, Perú y Chile) no acudieron a la reunión de emergencia de la UNASUR que consideró la prohibición de sobrevuelo del avión presidencial de Evo Morales sobre varios países europeos, a partir de la sospecha que el “fugitivo” Edward Snowden podía estar a bordo. Fue la primera vez en su corta historia que la UNASUR no contó con la asistencia de todos sus miembros, y un primer triunfo político de los EEUU y la Alianza del  Pacifico que lograron hacer tambalear la hasta ese momento unánime voluntad del organismo multilateral.

Pero por supuesto, el contraataque no se queda ahí, por todas partes y liderado desde los Estados Unidos, que tienen una necesidad histórica de volver a controlar el subcontinente latinoamericano que fuera su “patio trasero”, el ataque continua desde varios frentes, económico, cultural, político, militar, etc. En este caso, la Cumbre Iberoamericana ha intentado convertirse en una herramienta para el avance de este contraataque.

La cumbre XXIII

Desde varios días de su comienzo, el tema de la Cumbre y su importancia fue tratado en profundidad por los medios españoles. No hay el espacio para un análisis de todos ellos, pero solo tomando como referencia la emisora de televisión estatal, la RTE, pudimos constatar como en todos sus foros y en sus informativos                               -proporcionando opinión como noticias- quedaban claras las intenciones del gobierno español al concurrir con muchas expectativas a la Cumbre, y su derecho a ello. En general se destacaba, dentro de la visión neoliberal oficial, que ya que España (y la Comunidad Europea) vienen atravesando una crisis económica, y que Latinoamérica se encuentra en una situación diferente, ya que su promedio de crecimiento económico anual (y este dato se mencionaba recurrentemente) está en el orden del 3% anual; es entonces el momento que Europa vaya hacia América Latina en búsqueda de negocios que compensen la situación. Por supuesto, el Estado español hace mucho tiempo (no importa la tendencia política que gobierne) que actúa como promotor e intermediario de sus grandes empresas transnacionales (en su mayoría privadas), pero en este caso ese rol fue resaltado explícitamente. El mensaje real detrás era que, ya que están mejor económicamente que nosotros, es el momento de volver a establecer la depredación que mantuvimos sobre el subcontinente durante cinco siglos, mientras éramos un imperio y ellos nuestras colonias, es nuestro derecho.

Esta intención fue expresada por el propio Mariano Rajoy cuando declaró en la Cumbre que “Latinoamérica es una oportunidad para España…y España es una oportunidad para Latinoamérica.”

Para complementar la ofensiva neoliberal, fueron planificados dos eventos paralelos a la Cumbre, con la intención de reafirmar los logros en esa dirección.

El primero de ellos, organizado por los gobiernos de España y EEUU fue el IX Encuentro Empresarial Iberoamericano, donde se intentó reunir los más poderosos empresarios latinoamericanos con sus contrapartes españolas y los jefes de estado concurrentes a la Cumbre, sobre todo los pertenecientes a la Alianza del Pacifico, bajo la visión ideológica neoliberal que promueve que deben ser las grandes empresas quienes sustituyan a los Estados en la planificación y ejecución de las políticas públicas, y buscando combatir la cada vez más notoria presencia comercial de China en la región. Entre esas grandes empresas participaron Bancolombia, Softeck mexicana y las principales constructoras peruanas, la corporación bananera de Ecuador, el grupo Poma de El Salvador, el Banco Espíritu Santo de Brasil, las Empresas Polar de Venezuela, el grupo OHL argentino o la línea Aérea COPA

El segundo evento fue el II Foro de la Comunicación, promovido fundamentalmente por el gobierno español y la cadena mexicana Televisa. Un Foro cuyos temas serian los problemas de la comunicación y las nuevas tecnologías, pero que se trató en realidad de una reunión de los ejecutivos de las empresas privadas de comunicación más poderosas de América latina y la Península Ibérica. Especie de reunión de una “Super SIP”, ya que participaron en él altos ejecutivos de los principales medios y corporaciones tecnológicas de comunicación  latinoamericanos y españoles, tales como la Organización Cisneros, el grupo Telemundo, ejecutivos de Telefónica y Movistar españoles, el Grupo PRISA, la Radio y Televisión Española, el grupo Clarín, la Corporación MEDCOM, el grupo Univisión, el grupo Planeta, REPSOL y por supuesto la organizadora Televisa.

Los resultados

A pesar de tantos esfuerzos, los resultados finales parecen haber sido muy pobres.

El primer factor fue que esta Cumbre por primera vez tuvo la marcada ausencia de más de la mitad de los Jefes de Estado y de Gobierno miembros. Por distintas causas, dijo la diplomacia (entre ellas de salud) pero lo cierto es que es la primera vez que esta reunión sufre un fracaso de asistencia tan evidente. Los únicos países de una cierta importancia política concurrentes fueron México y Colombia, ya que hasta Chile, miembro de la Alianza del Pacifico estuvo ausente. Esto quitó a la cumbre todo peso político posible, ya que la excusa que daban desde el presidente anfitrión Martinelli hasta los medios españoles que “todos los países miembros estuvieron representados” no podía ser tomada demasiado en serio, ya que se supone que era una “Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno”.

La notoria y muy lamentada por los medios españoles ausencia del rey de España por convalecencia de una operación de cadera (se destacaba que es la primera vez que el rey no acude a esta Cumbre) se vio agravada por las propias normas de la monarquía, que no permitieron que el príncipe, que estaba presente, representara la Jefatura de Estado española (el sucesor real no pudo por esta razón estar presente en las deliberaciones).

Por esto, la realidad es que esta fue mínimamente una Cumbre solo desde el punto de vista formal, pero que no dejó frutos importantes en el aspecto político. Hasta su agenda específica de cambios estructurales programados para “adaptarla a las nuevas realidades” fracasó, ya que aparentemente el único punto aprobado tuvo que ver con cambiar a bianual su frecuencia actualmente anual. Hasta cuando España intentó que los países latinoamericanos aumentaran sus cuotas de financiamiento a la institución y la de España (que es mayoritaria) fuera reducida, no pudo llegarse a un acuerdo, quedando postergada la discusión para un futuro no determinado.

En lo que respecta al Encuentro Empresarial, tampoco acudieron a él los presidentes esperados de la Alianza del Pacifico, aparentemente solo participaron el presidente de Paraguay Horacio Cartes y el de Republica Dominicana Danilo Medina . La idea de reunir a Jefes de Estado y grandes empresarios, parece también haber resultado un fiasco.

Muy poco sabemos de los resultados reales del Foro de Comunicación, aunque si nos atenemos a los que producen las reuniones de sus homólogos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lo más probable es que se haya limitado a una reunión para intercambiar opiniones y hablar mal de los gobiernos “enemigos” de los grandes empresarios de los medios de comunicación.

En resumen, si esta reunión no es el funeral de las Cumbres Iberoamericanas por lo menos es un duro golpe a las intenciones de quienes participaron esperando lograr grandes resultados para sus negocios transnacionales y para las propuestas neoliberales. A pesar de ello, y los latinoamericanos debemos estar conscientes que  constituyó un nuevo esfuerzo del contraataque neoliberal para volver a las situaciones de dominio del pasado sobre nuestra región.

miguelguaglianone@gmail.com


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