25/Abril/2014
Desde Uruguay
UNASUR, solidaria con Venezuela
Maduro en “The New York Times”
NikoSchvarz
El gobierno venezolano persiste en forma consecuente en su programa de
diálogo Por la Paz y la Vida, que cuenta con creciente apoyo a nivel interno e internacional,
mientras la mayor parte de la oposición (no toda) se niega a participar y
persiste en sus acciones de violencia extrema con el fin de derribar al
gobierno constitucional. En la última de estas acciones, grupos vandálicos
atacaron el martes 1º de Abril el Ministerio de Vivienda, en el Este de
Caracas. En contraposición, se multiplican los actos y los testimonios
solidarios con el pueblo y el gobierno bolivarianos, y se reducen las bases de
apoyo de los opositores, altiempo que surgen nuevas tentativas de mediación
para reencauzar el diálogo de paz, en particular con la participación del Papa
Francisco y del canciller del Vaticano, Pietro Parolín, que fue durante 4 años
nuncio apostólico en Caracas.
Ya es conocida la labor positiva desplegada por los cancilleres de la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que estuvieron presentes en la
capital venezolana los días 25 y 26 de marzo y se reunieron con todos los
actores políticos y sociales, sin excepción. El presidente Nicolás Maduro
valoró su gestión en los siguientes términos: “UNASUR ha dado máxima prioridad
a la defensa de la democracia en Venezuela, a la lucha contra el golpe de
Estado, al respaldo al gobierno constitucional y al diálogo nacional convocado
hace mucho tiempo”. Agregó que los cancilleres pudieron constatar los problemas
existentes para establecer un diálogo político con un sector de la oposición
venezolana, lo cual impide poner término a la violencia protagonizada desde el
12 de febrero por un grupo de extrema derecha, que busca la salida
anticonstitucional del gobierno legítimo de Venezuela. Reiteró que el gobierno
está abierto a una mediación del Vaticano o de la UNASUR para dialogar con la
oposición. Esto fue de inmediato aceptado por un dirigente de la opositora MUD,
que urgió a la coalición a participar en dicho diálogo.
El canciller Elías Jaua insistió en este último aspecto en declaraciones a
Globovisión, un canal de TV que responde a la oposición. Precisó que en la
mediación podría participar un pequeño grupo de cancilleres y un representante
del Vaticano que actúen como testigos de buena fe. Se ha sugerido a los
cancilleres de Ecuador, Colombia y Brasil, para contemplar las diversas
posiciones, y al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín, por las
razones antes apuntadas. Una comisión de los cancilleres sudamericanos volverá
a Caracas los días 7 y 8 de abril, con ese objetivo. El gobierno insiste en la
participación del empresariado en los planes productivos y en el diálogo de
paz.
El presidente Maduro hizo un resumen de la situación en un artículo
publicado en “The New York Times” del 1º de abril bajo el título: “Venezuela:
un llamado a la paz”. Dice que en realidad el gobierno USA se está alineando
con el 1% del total de la población que quiere arrastrar a Venezuela a la época
en la cual el otro 99% no tenía cabida en la vida política y sólo unos cuantos
–las empresas estadounidenses incluidas- se beneficiaban del petróleo
venezolano. Señala que el objetivo de los opositores es “la expulsión
inconstitucional de un gobierno elegido democráticamente”. Expresa que muy
pocos agentes de seguridad han estado involucrados en la violencia y los
sospechosos han sido arrestados, mientras los manifestante son “directamente
responsables” de “al menos la mitad” de las 36 víctimas mortales registradas.
Los acusa de haber atacado hospitales, de quemar una universidad en el estado
de Táchira, de lanzar cócteles molotov y piedras a los autobuses y de asaltar
con piedras y antorchas instituciones públicas como la Fiscalía y el Tribunal
Supremo.
Agrega luego: “Los hechos desmienten las afirmaciones de que Venezuela
tiene una democracia deficiente y que las protestas actuales representan el
sentimiento dominante. Las protestas antigubernamentales están siendo lideradas
por miembros de los segmentos más pudientes que lo único que persiguen se
revertir los logros de un proceso democrático que ha beneficiado a la gran
mayoría de la población”. Menciona en
ese sentido la reducción de la desigualdad, la drástica disminución de la pobreza,
la creación de un sistema universal de sanidad y programas de educación
gratuitos. Formula luego la siguiente denuncia: “Hoy en día la administración
de Obama invierte como mínimo 5 millones de dólares anuales en apoyar a los
movimientos opositores en Venezuela. Un proyecto de ley para otorgar 15
millones de dólares adicionales para estas organizaciones está ahora en el
Congreso, que considera además imponer sanciones a Venezuela”. Señala también
las analogías con el golpe de Estado de 2002 que Washington apoyó y tras el
cual reconoció al presunto nuevo gobierno golpista. “Muchos de los que apoyaron
el golpe del 2002 son los mismos que están liderando la protesta de hoy”,
concluye.
nikomar@adinet.com.uy
Publicación Barómetro
07-04-14
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