Desde México
20/Septiembre/2014
25
Años De Las Izquierdas El Pragmatismo Del PRD
Por Rodrigo Huerta Pegueros*
(QDEP) V
Muchas palabras se han dicho
sobre los primeros 25 años de la existencia en el mapa político de México del
Partido de la Revolución Democrática. Mucha tinta y papel se ha utilizado para
recordar, repasar y rehacer la historia del partido de las izquierdas; muchas
imágenes se han vuelto a exhibir para volver a vivir los prolegómenos de este
partido emblemático que llega a su
primer cuarto de siglo.
Coloquios, foros, libros y
programas radiofónicos y de televisión se han ocupado de hacer recuentos variopintos
de la forma como se ha conducido este partido y cuales han sido sus logros,
avances y fracasos. El balance en si sobre este partido de las izquierdas no es
del todo positivo, aunque habrá que señalar que la sola permanencia en el
sistema de partidos en México es en sí mismo un triunfo, con todo y la última
escisión sufrida por uno de sus alter ego como es el dos veces candidato
presidencial y actual dirigente moral del Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena) que está a punto de convertirse en otro miembro de la sociedad de
partidos nacionales.
Pero habrá que recordar que el
PRD tiene una fortaleza de origen. Es el resultado de una conjunción de
voluntades que hicieron posible tomar acuerdos tácticos y estratégicos para
convertirse en una real fuerza política capaz de representar a una sociedad que
estaba no solo excluida sino más bien expoliada por los gobiernos que
representaban los entonces partidos
fuertes de México y que se suscribían un PRI hegemónico y un PAN cabalgando en
ancas, pero con imagen propia.
Las nuevas generaciones no
recuerdan ahora que antes de que el PRD pasara lista de presentes en el espectro
político-electoral en México, sus forjadores habían sido luchadores sociales y
militantes de partidos de oposición no reconocidos por el Estado mexicano como
lo fue el Partido Comunista Mexicano (PCM), el Partido Revolucionario de los
Trabajadores (PRT), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido
Socialista Unificado de México (PSUM), el Partido Mexicano Socialista, entre
otros.
Si este cuarto de siglo que
cumple este año el PRD puede servir para recordar su quehacer entre la sociedad
y la clase política nacional, es también
propicio para recordar que su pluralidad de representantes al interior del
consejo nacional ( su órgano máximo de decisión) es la expresión más acabada de
quienes piensan diferentes y mantienen expectativas divergentes en cuanto a lo
que debe ser y hacia donde debe enfilarse en el futuro inmediato este partido
que hoy día se encuentra en una más de sus fases de reconstrucción de fuerzas e imagen.
Es precisamente en estos días
cuando la lucha interna en el PRD ha arreciado por tener frente así una de las
decisiones más difíciles de su historia que es el determinar quién encabezará
la dirigencia nacional en donde figuras emblemáticas como la del ingeniero
Cuauhtémoc Cárdenas están en juego o como las fuerzas de quienes hoy la dirigen
Nueva Izquierda (NI) de los llamados ‘’Chuchos’’ (Jesús Ortega y Jesús
Zambrano), quienes impulsan la candidatura de Carlos Navarrete Ruiz o quienes
se han convertido en una corriente decisoria como la Izquierda Democrática
Nacional (IDN) que dirigen la senadora, Dolores Padierna Luna y su esposo, René
Bejarano Martínez, mejor conocido como el ‘’señor de las ligas’’, quienes
impulsan la candidatura del ex jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo
Ebrard Casaubón.
La determinación del consejo
nacional perredista en este nombramiento los llevará a encaminarse hacia una
verdadera reunificación o se continuará en la misma ruta de las divisiones e
irreconciliaciones que llevan irremediablemente a que el partido siga
desgajándose y por ende debilitándose como puede comprobarse con la irrupción
de MORENA que no es otra cosa que un partido surgido de las entrañas del otrora
PRD fuerte y proveniente del aquel movimiento nacional que dio como resultado
la creación del Frente Democrático Nacional, el que disputó con éxito al otrora
partido hegemónico y casi único, el PRI, la presidencia de la República.
Lo sucedido el año de 1988,
cuando se alzó con el triunfo el presidente Carlos Salinas de Gortari frente al
candidato de las izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fue el parteaguas
para la creación de un partido auténtico opositor y de izquierda que fue el
PRD. A este partido de las izquierdas se unieron no solo los movimiento
guerrilleros como la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), sino
también los llamados troskistas (PRT), los ex partidos satélites como el
Popular Socialista (PPS), el Sinarquista (PDM), el de la Revolución Mexicana
(PARM), sin olvidar los partidarios de los ex partidos arriba mencionados.
El logro de este proyecto
partidista corrió a cargo del ingeniero Cárdenas quien se convirtió así en el
líder moral del perredismo nacional y quien 25 años más adelante sigue siendo
una figura preponderante y de reconocida solvencia ética, moral y política y
quien según sus propias palabras, el partido está hoy en el quiebre de su
historia pues su nuevo dirigente tiene que tener los atributos necesarios para
mantener a las corrientes o tribus, empujando en la dirección correcta para que
siga siendo una opción para la sociedad mexicana que demanda mayor justicia
social y cambio de rumbo económico.
Lo cierto es que con el
surgimiento de MORENA, la salida de una serie de personajes que encabezaron al
propio partido (Rosario Robles Berlanga y Ramón Sosamontes Herreramoro), la
forma como los dirigentes nacionales se han comportado para frenar el
resurgimiento del partido tricolor y la forma como se han decidido candidaturas
para gobiernos locales, el PRD necesita ahora si proyectar una nueva cara y dar
a conocer a la opinión pública lo que será en adelante su lucha para beneficio
de la sociedad mexicana.
Hoy se puede etiquetar al PRD
como un partido sin ideología propia, enclavado en lo que se denomina la social
democracia, de ser un partido reformista, de haber dejado atrás su ímpetu
revolucionario y de haber condenado al anarquismo. Se le ubica más del lado de
los neoliberales que de las corrientes que todavía mantienen las banderas de la
justicia social y de una democracia
real. La mayor crítica que ha recibido en estos últimos tiempos el PRD ha sido
el de que en su política electoral ha fallado tanto que se puede medir en la
conformación de gobernantes municipales y regionales que en un ochenta por
ciento son de extracción priísta y el resto surgido de las filas de las demás
fuerzas de izquierda representadas dentro del PRD.
Guerrero puede ser un ejemplo más
acabado de los fracasos de las izquierdas por construir políticos que logren
ganar las simpatías de los votantes para ganar la competencia electoral. Esto
no ha sucedido así y para poder obtener triunfos ha tenido que echar mano de
figuras surgidas de la sociedad civil como fue el caso del gobernador Zeferino
Torreblanca Galindo quien logró su triunfo sobre la figura del priista y actual
diputado local, Héctor Astudillo Flores y después el PRD, para seguir gobernando esta entidad, tuvo que
lanzar como candidato a la gubernatura al desecho del PRI, Ángel Heladio
Aguirre Rivero, quien obtuvo un triunfo aplastante contra su contrincante el
actual diputado federal, Manuel Añorve Baños.
Luego entonces, se debe de
reconocer que algo han hecho mal los perredistas a lo largo y ancho del país
que le ha sido difícil crear figuras propias dentro de la política real y
competir con estas frente al electorado y ganar posiciones políticas sin hacer
uso de figuras de otros partidos, quienes como se ha visto y comprobado, no
pueden nunca implantar nuevas formas de gobernar y con ello hacer el cambio que
dentro de su declaración de principios enarbola.
Dice Cárdenas que se requiere un
partido unificado para seguir avanzando, pero esta premisa es insuficiente si
no se empata con la utilización de los demás documentos básicos como plataforma
para construir a los nuevos dirigentes de izquierda que se requieren en este
siglo XXI y que nada tienen que ver con desechar tácticas y estrategias
utilizadas en el pasado para hacer reaccionar no solo a quienes tienen
secuestrado al Estado mexicano sino para sacudir la conciencia de las nuevas
generaciones que están más que adoctrinadas dentro de un esquema neoliberal y
de democracia capitalista que están lejos de representarles las mejores
condiciones para que su futuro desarrollo.
Las izquierdas no están hoy todas
dentro del PRD como sucedió hace 25 años. Hoy son menos, pero cuando menos
andan caminando por el territorio nacional con otro estandarte, pero con el
mismo origen y que tarde o temprano tendrán que confluir para hacerle frente a
los demás partidos políticos de derecha que hoy se ufanan de haberse quedado
con el mecanismo que hace posible la transición democrática. En Guerrero el PRD
tiene en puerta una decisión de suma importancia como es el decidir quién será
el candidato que los represente en la contienda electoral del 2015.
¿Será un perredista o será
alguien más que le represente el triunfo electoral?
¿O serán víctima de sus propios
procedimientos del pasado reciente?
Periodista/Analista Político*
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