Desde
México
Fecha:
10/Nov.2014
Ayotzinapa
Somos Todos
Profra.
Esther Ángela Chávez Varela.
Sí,
Ayotzinapa somos todos, porque la
conciencia nos obliga a rechazar la bestialidad con que fueron agredidos los
jóvenes normalistas; porque nos duele y nos horroriza, que las
autoridades mexicanas, sean capaces de ordenar,
a las fuerzas que deberían estar encargadas de salvaguardar la seguridad
de los ciudadanos, el exterminio de los mismos;
porque empezamos a comprobar que lo que sospechábamos desde hace mucho
tiempo, que el gobierno está coludido
con el narco, es cierto; y nos
espanta el saber, el sentir, que hasta las más altas esferas de aquel, están contaminadas.
Sí,
Ayotzinapa somos todos porque hemos permitido, en aras de una personal
comodidad, que la gente más desprotegida, entre otros los campesinos y los indígenas, hayan llegado
a un grado sumo de pobreza, porque ya nos acostumbramos a que así es; porque
somos indolentes, no nos informamos, no leemos. Las Normales Rurales han tenido
una gran importancia histórica para México, para los campesinos, para los
marginados y han sufrido el acoso de los gobiernos “actuales” que han tratado
de desaparecerlas y les han negado los recursos más elementales. Cuando los
estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, demandan que se les oiga y se
atienda a sus necesidades se les tilda de revoltosos, de vándalos. Nadie piensa
si tienen qué comer, si tienen recursos para transportarse, si su escuela
cuenta con personal docente completo, con Biblioteca por lo menos.
Sí,
Ayotzinapa somos todos porque nos sentamos a ver telenovelas y una serie de
programas estúpidos, que nos proveen
puntualmente, Televisa y TV Azteca, cómplices del poder, que han
convertido, gradualmente, a buena parte de la sociedad mexicana en una
muchedumbre sin conciencia. Este gobierno neoliberal sueña con vender a nuestro país y le conviene que los jóvenes mexicanos sean un
ejército que provea de mano de obra barata a los grandes empresarios nacionales
y a las transnacionales; Y LOS ESTUDIANTES REBELDES, QUE DESAPAREZCAN, con un
agravante, la vergonzosa impunidad, el “aquí no pasó nada”. El sistema político
y económico ha corrompido, quiero creer, que sólo a una parte del ejército mexicano, cuyos miembros, habiendo sido formados para ser soldados de La Patria, hoy son
lacayos del poder. La CORRUPCIÓN nos va quitando el orgullo de ser mexicanos y
su hija predilecta, La IMPUNIDAD enseñorea en todos los ámbitos del país, es la
consejera de los miembros de las altas esferas del gobierno.
Sí,
Ayotzinapa somos todos porque hemos permitido que los gobernantes tengan
salarios altísimos, pensiones vitalicias
muy elevadas y, que además,
roben. Los ciudadanos nos limitamos a hacer
comentarios y sigue pasando, se nos ha hecho tan normal que incluso
millones siguen votando por los políticos ladrones, que llegan a ocupar puestos para enriquecerse o para
aumentar la fortuna que ya poseen; lo
que es peor, para vender al país, no para gobernar legítima y correctamente.
Los Partidos Políticos que consumen cifras exorbitantes de los dineros
mexicanos, los titulares de los noticieros de Televisa y TV Azteca que por algo
cobran cantidades enormes, son parte importante de la corrupción nacional. La
ciudadanía sigue aceptándolo como tantas otras cosas; la corrupción nos ha invadido en casi todos
los niveles, con algunas excepciones que nos enorgullecen: como el canal del
IPN, el de la UNAM, el canal Cultural 22. Los noticieros de José Cárdenas de Carmen Aristegui y todos los que con
ellos colaboran. Los maestros verdaderamente democráticos, así como los miles y miles de estudiantes que están
protestando por nuestros normalistas desaparecidos y que defenderán la justicia y su derecho a tener
un país realmente democrático en el que todos los mexicanos podamos vivir dignamente, con seguridad. Ellos
necesitan de todos nosotros.
Sí,
Ayotzinapa somos todos porque muchos compatriotas han perdido seres queridos:
encarcelados, asesinados o desaparecidos por el Sistema. A todos nos duele o
nos debe doler en carne propia. Nuestra indiferencia, nuestro conformismo,
nuestra dejadez, nuestra ignorancia, nos han
llevado a las atrocidades que
ocurren en nuestra Patria.
AYOTZINAPA
ES UN CRIMEN DE ESTADO, DE LESA HUMANIDAD Y ES, ADEMÁS, UN CRIMEN NACIONAL…
¿HASTA CUÁNDO?...
AYOTZINAPA
SOMOS TODOS.
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