Fecha: 27/Jun/2015
Hay Que Construir El "Podemos" Y El "Syriza"
De Panamá
Olmedo Beluche
La Europa de hoy está viviendo un proceso
semejante al de América Latina hace una década y poco más: los pueblos hartos
de la miseria que impone el capitalismo neoliberal desde el FMI et. al., hartos
de los corruptos partidos socialdemócratas, liberales y "populares"
cuyas diferencias doctrinales se han borrado, esos pueblos están buscando y
construyendo nuevos proyectos políticos que sean consecuentes con sus demandas
de un mundo más justo y equitativo.
De esas experiencias políticas han surgido
dos potentes movimientos construidos al calor de las luchas en las calles
contra el neoliberalismo, Syriza en Grecia y Podemos en España. Syriza fue electo al gobierno en 2014,
después de que el pueblo griego rompiera con liberales y socialdemócratas que
le exprimían para quedar bien con los banqueros alemanes. Podemos, acaba de
surgir para convertirse en las elecciones regionales del mes pasado en la
tercera fuerza política española ante el desprestigio del Partido Popular y el
PSOE.
Aunque ni son copias, ni satélites de
movimientos políticos latinoamericanos, si tienen en común con el Proceso
Bolivariano de Hugo Chávez, con la Revolución Ciudadana de Rafael Correa y con
el MAS de Evo Morales, que expresan la movilización popular contra el corrupto
capitalismo neoliberal y los partidos tradicionales.
Tanto Podemos como Syriza, al igual que
los movimientos políticos que llevaron al poder a Chávez, Evo y Correa, no son
partidos que expresan a la izquierda tradicional (comunista). Su objetivo
programático no es la construcción de una sociedad socialista, en el sentido
leninista. Son movimientos que expresan la ruptura de las masas con las
consecuencias del capitalismo neoliberal: desempleo, carestía, pobreza,
desigualdad, pérdida de derechos, corrupción, etc.
Son movimientos revolucionarios porque
expresan la voluntad y la acción política de millones de personas que se
movilizan por el cambio de régimen, aunque no sean movimientos que hayan
llegado a la conclusión de que el problema no es solo el gobierno o el régimen,
sino el propio sistema capitalista. Pero ninguna revolución anterior empezó por
esa comprensión "intelectual" de buscar una salida
"histórica" a la sociedad actual.
Todas las revoluciones han iniciado, como
los procesos actuales, en la lucha por la solución a los problemas concretos en
que los pueblos rompen con los partidos tradicionales que le ataban su
conciencia y su acción y empiezan a buscar nuevas alternativas que sean
consecuentes con los cambios a los que aspiran.
Por eso son procesos revolucionarios, no
por sus dirigentes o su programa, sino por la movilización de masas que los ha
parido. Movilización que tiene hoy un grado de conciencia pero que, mientras no
sea derrotada no ha cesado, con lo cual puede seguir madurando.
¿Qué mejor escuela política para los
trabajadores griegos, y europeos, que ver cómo el gobierno de Tsipras intenta
quedar bien con los bancos pagando le deuda pero con un plan de aumento de
impuestos a los que más tienen, pero la "troika" (FMI, Banco Central
Europeo Y Unión Europea) le exige seguir atacando los empleos públicos, los
salarios y las jubilaciones?
En España, Podemos ha surgido de las
acampadas de los "indignados" que llenaron las plazas para protestar
contra el régimen que desahuciaba a la gente humilde de sus casas pero protegía
y subvencionaba a los banqueros ladrones y corruptos. Los
"indignados" con el régimen corrupto heredado del franquismo cuya
careta de "democracia" de deshace ante cada acto de corrupción y ante
cada medida de gobierno que atenta contra los trabajadores.
Si hablamos de disparidades sociales, de
injusticia, de pobreza y desempleo crónicos (enmascarado como
"cuentapropismo"), de privatizaciones, de saqueo al sistema de
seguridad social, de pago de la deuda externa, de gobierno de plutócratas
disfrazado de "democracia", de crisis institucional, de corrupción y
desprestigio de partidos tradicionales, ¿No estamos hablando de Panamá?
Panamá sufre los mismos males sociales que
nuestros hermanos de Sudamérica y que las clases trabajadoras europeas, gracias
a la globalización neoliberal. El mundo ha sido unificado bajo la dictadura del
capital financiero transnacional y nuestro país no escapa a esa realidad. Por
eso tampoco puede escapar a las alternativas.
Estamos tarde, porque en 2005, con las masivas movilizaciones en defensa de
la Caja de Seguro Social, cuando Frenadesso era un movimiento amplio con apoyo
de decenas de miles en las calles, hubo la oportunidad para transformarlo en
ese movimiento político antineoliberal que el pueblo panameño quería para
liderizar el cambio. La cortedad de miras, el sectarismo y otras lacras
impidieron aprovechar la oportunidad.
Aunque diez años después las
circunstancias son más difíciles, la necesidad sigue estando presente para
constituir ese proyecto político de gobierno que exprese las demandas populares
de cambio que el gobierno de Varela (ni el PRD, ni menos el CD) pueden
producir. Al igual que Syriza y Podemos, el proyecto panameño debe ser amplio y
democrático, y no puede quedarse en los límites de lo que fueran en las
elecciones de 2014, las propuestas del FAD y el MIREN.
Construyamos el Syriza y el Podemos de
Panamá, antes que la burguesía panameña invente otro "Martinelli" que
le robe el mandado a la izquierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario