Desde República de
Brasil
Fecha: 22 / Febrero /
2015
Joaquim Levy y el mito del
gobierno en disputa
Por Bruno Lima Rocha
Parece que por fin cayó la máscara, y el poder central asumió lo que ya
pensaba en la llamada tercera vuelta de
las elecciones presidenciales. Brasil tiene dos vueltas, siendo la tercera la
no electoral, la que se negocia entre grupos de poder y partidos que han
perdido las elecciones. Ahora los ganadores han expuestos su verdadero rostro o
al menos la cara dura hegemónica. En la nota de la revista Carta Capital con fecha de 18 de enero de
2015 (escrita por el reportero Carlos Drummond) el ajuste fiscal aplicado por
el Ministro de Hacienda, Joaquim Levy, se le caracterizó como "puñalada
fiscal".
El buen reportero de la publicación que apoya el gobierno, de
centro-derecha marcado por la característica del lulismo (referencia a Lula),
se puso a escuchar fuentes como líderes de sindicatos más que acostumbrados a
"diálogo" con el gobierno, las medidas implican un intento de reducción
del déficit estructural de 1,2 % del PBI. La intención de Levy y su equipo (o
el equipo económico indicado por Dilma, la presidenta, que es economista y tiene un título de
postgrado, de Economía en la Unicamp.
En sus propuestas, trata “de analizar
el mercado" y otras tonterías,
lo que indica que el Estado, debe disminuir su papel y fortalecer su
carácter de clase. Aunque la sociedad brasileña es muy compleja, para un país
de versión occidental, con un gobierno central
estadal lleno de burocracia, que
operar en su interior, que además
también cuenta con intereses tecnocráticos, en el fondo lo que está en juego es la
definición del carácter de clase del Estado, como la reducción de la potencia,
del voto individual en la democracia indirecta, presentada por los operadores
políticos, como la mejor salida.
Las Medidas Provisionales 664 y 665 (citadas en detalle en el informe que
se publica en el sitio web de la revista), representan la nueva fase del
gobierno de Dilma en su segundo mandato. Para quienes gustan de la teoría de
juegos, y la acción de los partidos, en las rondas simultáneas de sus acciones,
esto muestra un modelo de economía.
Mostramos a continuación algunos conflictos simultáneos:
- La Intra-oligárquica (la refriega de políticos oligarcas, para
lograr los puestos con mayor ingreso del
presupuesto, que son el primero y
segundo rango, entre las funciones de los 39 ministerios del gobierno central
brasileño);
- En la controversia dentro del PT, se asoma la posibilidad de acumulación entre Dilma y
la corriente Democracia Socialista (la tímida izquierda sobrante en el PT), y
como contra partida el círculo de confianza del lulismo, sumada a la base de apoyo en el grupo
hegemónico de la interna del partido
- También la disputa entre el poder de gobernar, de hecho, entre el núcleo
de la Presidencia (que torpemente fue elegido) y su equipo económico, cuyos
miembros podrían así ser aprobados en un gobierno del PSDB, el partido que es
neoliberal y que ha perdido las elecciones;
- Por último, la tercera parte que es turno de Brasil, desde la derecha
que no ganó las elecciones, muestra una
imagen aparente, como si por Brasil, estuviera rondando el espectro de la
Venezuela, después que Capriles perdió las elecciones frente al presidente
Nicolás Maduro. El resto de la izquierda electoral opta por la lucha política,
la gente como Emir Sader (especie de vocero académico y de internet del
gobierno), dice que el mayor equívoco es el de los grupos, que no optan por no
alinearse a las reglas de juego. Como si la responsabilidad por las traiciones
del lulismo, es de la izquierda que no está en el gobierno. Reconozco el hecho
de que, los equilibristas intelectuales que participan en proyectos poli
clasistas, son a menudo, bastante creativos. Vuelvo al tema más adelante.
Volviendo al paquete económico Joaquim Levy (siendo el ministro de la
Hacienda un Ejecutivo de confianza del Grupo Bradesco – el mayor banco del país
- y partidario de Arminio Fraga y Aécio Neves -
candidato derrotado - en la última campaña presidencial), el volumen de
las pérdidas para los trabajadores es astronómico, pero no hace ninguna
diferencia a la cantidad de gasto en la abultada deuda interna, como hemos
dicho aquí antes. El problema fundamental sigue siendo: como un movimiento
sindical corporativo y entreguista, muy acostumbrado al cambio de los estados
de ánimo del gobierno, y en paralelo, con la incapacidad de unidad de acción en
el plan sindical de las izquierdas brasileñas, luego está la pregunta: ¿cómo la
fuerza de trabajo en Brasil será capaz de responder?
En Cuanto al patrimonialismo y la Escuela de Chicago, que en estas
elecciones alcanzo el poder.
Aún en el contexto del análisis de coyuntura mezclada con los comentarios
de los textos publicados en las publicaciones de centro-izquierda, tengo en
cuenta en el artículo que cito a continuación, con modestia y sin leerlo antes,
es de este analista. Que llegó a la
misma conclusión que uno de los mayores economistas de Brasil, el profesor Luiz
Gonzaga Belluzzo (en texto que salió en la revista Carta Capital, con fecha de
11 enero de 2015). Es una falacia intentar contraponer, la supuesta
racionalidad de la economía competitiva, ante el Leviatán del Estado brasileño,
como si fuera una bestia salvaje, siempre a imponer soluciones rápidas y
privilegios que se oponen a la capacidad de generar conocimiento aplicado por
el agente económico.
Todo falso. En un reciente debate en la televisión pública del estado
sureño de Brasil (TVE-RS) ocurrido a finales de noviembre de 2014, donde este
analista que acá escribe y dos profesores de economía (uno de la Católica
PUC-RS y otro de la universidad pública federal UFRGS) llegaron a la misma
conclusión. Promulgar la carga tributaria que se anunció, del gobierno central recogerá los bolsillos de
forma indirecta de los trabajadores, y
va dejar intacta la riqueza de la bestia financiera, que siempre gana a partir
de la transferencia de fondos colectivos,
para fortalecer la despiada lógica rentista. Belluzzo trae datos que son
inequívocos:
"Entre 1995 y 2011, el Estado brasileño transfiere a los tenedores de
la deuda pública, en forma de pago de las tasas de interés reales, un total
acumulado de 109,8% del PBI. Si nos movemos a través de 2014, la transferencia
de los tramos de renta y riqueza llega a 125% del PBI. Esto significa lanzar
para los ostentadores de la riqueza financiera 19 años de PBI y medio año más?”
Belluzzo nos trae otros datos, interesantes para observar el país, que tiene
como Ministro de la Hacienda aun banquero. La carga impositiva llegara al
bolsillo de los trabajadores, afectando de forma indirecta, a los sectores más débiles de las
economías sociales, son lo que tienen
muy poco o nada.
Según estas informaciones: “En 2011, la carga tributaria bruta alcanzó
35,31% del PBI. En los impuestos indirectos de Brasil como IPI e ICMS, son los
que representan 49,22% de la carga fiscal total. Como sabemos, estos impuestos
llegan a la población, que gasta en la adquisición de bienes y servicios, con
independencia del nivel de ingresos. Ricos y pobres pagan la misma tasa para la
compra de la estufa y el refrigerador, pero el león
"democráticamente" devora una mayor fracción, de los ingresos más
bajos. Las contribuciones denominadas seguridad social representaban 25.76% de
la carga total y la carga luego se distribuyó entre los empleados y los
empleadores”.
Dada esta monstruosidad, estamos frente a una hipocresía estructural y
estructurante. Para justificar lo injustificable (a través de periodistas como
Merval Pereira, Miriam Leitão y co.): La máquina de recolección impositiva del Poder Central, drenando los compromisos del país, a quien poco puede
pagar. A juzgar por los méritos del Ministro de Hacienda, como las fuerzas
escondidas que sirven como fuente de Boletín Focus (base de consulta
para las reuniones o no conocidas, del Comité de Política Monetaria) boletín;
hay que resaltar que los que, nunca se
consulta es el pueblo brasileño para definir el destino de la riqueza nacional,
incluso en el modo de producción capitalista de esta sociedad, semi periférica bajo régimen de democracia
indirecta.
Luego hay gente como Emir Sader (el siguiente tema más adelante) que tiene
el valor de decir que el gobierno está en "disputa". Sí hay disputa
es entre capitales que imponen precio, como el conglomerado agroindustrial e de
alimentos JBS y la base de las grandes propiedades rurales (latifundistas)
representadas por el Ministro de Agricultura, Katia Abreu.
El malabarismo del equilibrista
Emir Sader.
Ahora les toca a las críticas de la izquierda. El malabarismo Emir Sader,
diciendo "Porque la extrema izquierda falló y terminó aislada" (texto
que salió en Carta Maior, fecha de 11 de enero de 2015) pone el PSOL en
"extrema" –izquierda, sólo porque no ha abandonado, las partes básicas
del reformismo radical PT, en la década de su fundación. A continuación, el
bloguero y experto en ciencias políticas, que todavía creen en el
"gobierno en disputa", determina el resultado de la elección como
muestra de aislamiento; hay que ver que cualquier que entiende algo de
política, sabe que el resultado de las urnas refleja la voluntad popular sólo
de forma indirecta.
Por último, poner en la fosa común de la
"extrema"- izquierda teniendo como referencia a las
agrupaciones trotskistas, es algo muy cínico. Pues con eso, Sader ignora
solemnemente todo un universo, que se masifica y convive en Brasil, a un
universo de perfil libertario, siendo este difuso o específico, como con la
CAB. Que asistimos al triste final de
un sociólogo crítico, que se convirtió en malabarista de las palabras, y que
sus propuestas son cada vez más confusa. Para la tesis absurda de Emir Sader,
en Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela, Bolivia y Ecuador, la extrema
izquierda se aísla de la sociedad, al no darse cuenta de la contradicción fundamental,
entre los objetivos del gobierno central, en la orientación del Estado para el
desarrollo y la producción y la
necesidad de combatir el neoliberalismo, poniendo así fin (para el restante de
la izquierda) a aislarse de la masa por no publicar a su lado.
Cabe nombrar aquí el absurdo: "Este fracaso de la extrema izquierda
de hoy está muy extendida en los países de gobiernos progresistas - Venezuela,
Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador - con un rendimiento más o menos
similares. Pero la misma incapacidad para comprender la naturaleza, del período
histórico neoliberal y el papel progresista que tiene estos gobiernos. La
extrema izquierda, terminó tomando como sus enemigos fundamentales a aquellos
gobiernos, aliándose, tácita o explícitamente a la derecha en contra de ellos.
Dejando la imposibilidad de componer un marco de la izquierda, lo que sería la
alternativa más radical. Están aislados en posturas de denuncias sin propuestas
alternativas. Mientras que los gobiernos progresistas, la izquierda en la era
neoliberal, constituyen, en todo el mundo, en la referencia central en la lucha
anti-neoliberal”.
Aunque el texto se centra en golpear el PSOL (Partido Socialista Libertad,
una fractura del PT con mayoría de egresos del trosquismo más suave) quién sabe
por qué razones. Cabe notar que durante semanas antes del final del año de 2014
elogió esta leyenda en la misma publicación, donde señala el alineamiento ciego
que termina con "tácito u oportunista" para terminar apoyando a la
derecha.
Esto, si se lleva a su conclusión lógica, que significaría el abandono de
las luchas sociales y la aceptación plena del pensamiento de Gramsci, en una
versión de quinta categoría, cuando se trata de posiciones de juego y espacios
dentro de las instituciones estatales o paraestatales. Es decir, acá hay todo
lo necesario para que el reformismo radical, en convertirse en una caricatura
ridícula y grotesca de sí mismo, con la ineludible transformación de los
antiguos guerrilleros en presos comunes y tolerante con los oligarcas
corruptos.
Apuntando a una conclusión
Ahora, antes de que el paquete de Levy y co. Genere destrozos, entiendo
que la extrema izquierda debería estar más bien organizada y con capacidad de
respuesta, posicionándose lejos de la "estrategia" electoralista
(esta, entiendo, sería una táctica ciega y cruel como siempre....), y cada vez más cerca a las demandas más
urgentes de la población brasileña. El 2013 demostró que no hay aislamiento
cuando la convocatoria es justa y es capaz de popularizar la causa superando el
bloqueo mediático y el sabotaje oficialista. Que 2013 sirva a la militancia
brasileña como una bella lección.
blimarocha@gmail.com
Publicación Barómetro
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